JASPER POV
El amanecer llegó, junto con la fría brisa de la mañana. Pasar toda la noche sin la compañía de mi familia, había sido complicado. En ocasiones, la mayoría de las veces comenzaba a sentirme resentido con aquella vida de la que yo no había sido capaz de tomar una decisión. Nosotros los vampiros éramos simples monstruos sin alma, que vagamos por el mundo en espera del fin de nuestros días, las noches eran tan solitarias cuando eras un ser como yo, para mi, el único consuelo en aquellos momentos, era el amanecer.
Era demasiado temprano para ir a despertar a la pobre humana, quizá debería darle más tiempo, por lo que había decidido ir a cazar si quería pasar un día con ella.
Fui al bosque para cazar algún animal silvestre que pudiera encontrar, algo rápido de consumir. Entre mis pensamientos no dejaba de aparecer el nombre de Victoria, ella era un gran problema, si es que había vuelto, ¿quien salvaría a Bella esta vez?, Edward se había ido para nunca volver, al parecer.
Me di cuenta de que pasaban de las doce del día, suponía sería un buen momento para una visita, el hecho de que aún no hubiese llegado mi moto, me ponía de mal humor, así que tendría que correr hasta allá. Nada que me molestara, pero me preparaba mentalmente a parecer un poco más humano y tener cuidado de no ser visto corriendo por los bosques temerariamente.
Apenas puse un pie fuera de la casa de Bella, su característico olor humano impregnó mis fosas nasales, me acerqué para tocar la puerta con los nudillos como cualquier persona, cuando de momento esta se abrió y vi a Charlie, su padre. Su rostro pasó de una sonrisa que se despedía de su hija, para ir a pescar en un domingo, a un ceño fruncido y oleadas de odio y rencor hacia mí. Retrocedí en cuanto vi la gran escopeta colgada en su espalda, pues si me daba un tiro, no podría explicar cómo es que estaría vivo unos segundos después.
— Jefe Swan, buenos días. —dije cortésmente.
— Cullen, ¿qué haces aquí? —estaba tan enojado.
— ¡Jasper! —Bella saltó de detrás de su padre y se colocó a mi lado— que bueno que viniste.
— Bella, tenemos que hablar —Charlie dijo autoritariamente.
— Papá, es Jasper, es mi amigo y está aquí.
— ¿Cuántos de ustedes regresaron? —Charlie no esperaba ver a ninguno de nosotros por aquí, por lo menos no en mucho tiempo.
— Señor, solo yo he regresado. Mi familia se ha quedado en nuestra nueva residencia. —en ese momento me di cuenta muy tarde de que estaba hablando demasiado propio para un chico de mi edad.
— Papá... —Bella se interpuso entre nosotros— él no ha venido, ni vendrá. —dijo con dolor.
— Espero no lo haga, porque mi escopeta lo estará esperando. —refunfuñó, al tiempo que se subía a su patrulla.
Tuve tantas ganas de decirle que el culpable era yo, que era a mí a quien debía tenerle odio y no a Edward, pero ¿cómo le explicaría el hecho de que deseaba beber la sangre de su hija? No había manera.
La humana me invitó a pasar a su pequeña cocina, necesitaba buscar las llaves de su camioneta y un suéter para poder salir de allí, lo cual agradecía porque estaba infestado de aroma humano.
En cuanto bajó, se enrolló una bufanda en el cuello, lo cual me hizo mucha gracia pero no entendía que intentaba con aquello.
— Podemos irnos. —dijo saliendo casi de la casa.
— ¿La bufanda es algo especial? —pregunté sin entender.
— Sé que no es mucho, pero podría mitigar un poco mi olor. —dijo apenada.
— Te agradezco mucho. —le sonreí.
— ¿A dónde quieres ir? —cuestionó en cuanto subimos al auto. Yo conduciría sin dudar. — ¿Al bosque?
— Podemos ir a mi casa, si no te incomoda. —aclaré la garganta— prefiero los lugares con poca concurrencia, aún.
Conducí hasta la casa. En cuanto llegamos estacioné la camioneta y bajamos, la noté quedarse parada en la entrada, mirando toda la casa con cuidado, una oleada de melancolía vino junto a ella. No intenté componer sus emociones, sentía justo que Bella se sintiera como quisiera y que pasara su pérdida de algún modo humano.
Al final entramos, ella de inmediato buscó la cocina y se sentó en la barra. Me senté también, pero alejado de ella, casi al otro extremo.
— Gracias por ir por mi. —sonrió.
— No fue nada, aunque no esperaba encontrarme a Charlie —bufé.— hubiera sido un poco caótico el que me hubiese disparado y no hubiera muerto.
— Lo sé. —se rió.— aunque a decir verdad, Charlie es incapaz de asesinar a alguien.
Hubo un breve silencio, sabía que Bella se carcomía los sesos para no preguntar nada incómodo.
— ¿Cómo ha estado la escuela? —fue lo primero que se me ocurrió.
— Todo bien, nada nuevo que agregar... —se detuvo cuando a su mente vino un recuerdo— bueno hace meses llegó una chica a la ciudad.
— Me alegro de que hayas seguido asistiendo, tu educación es algo importante.
— ¿Cómo está Esme y Carlisle? —escupió casi impulsivamente.
— Hablo con ellos cada semana, Esme pide que regrese cada que habla —sonreí ante el recuerdo— pero estoy intentando vivir un poco solo, no tener a alguien detrás de mí todo el tiempo.
— Eso es bueno, la independencia siempre viene bien.
— Extrañaba mucho Forks y en mis planes no estaba cruzarme nunca contigo. —expuse— prefería que no supieras nada más, pero al ver a Laurent allí, no pude.
— Te agradezco demasiado, eres bueno.
En la noche cuando dejé a Bella al pie de su casa, pude notar esa diferencia en su estado de ánimo, se veía contenta y hablaba hasta por los codos, había intentado resumir sus meses de miseria en un par de horas. Habíamos hablado casi nada de Alice y Edward, lo que era agradable.
Apenas escuché poner las llaves sobre la mesa, corrí de regreso a casa.
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CUARTO CRECIENTE ━ Jasper Hale
FanfictionJasper la miró con completa fascinación, era una criatura imperfecta, tan extraña como él, pudo ver desde lejos la vitalidad con la que sus mejillas se sonrojaron cuando lo descubrió observándola. Jasper, había encontrado a su Tua Cantante. Jasper...