En algún lugar de Nueva York
Morgan - ¿Dónde estabas?
Lucy - Llevé a Alejandro al internado.
Morgan - Bien, entonces prepara tus cosas.
Lucy - ¿Por qué?
Morgan - Porque nos vamos a Rumanía. Es hora de que empiece el juego.
Rumanía - Casa de Lena.
Lex- Estás demasiado tranquila, Lena.
Lena - Tengo que hablar con él. - Deja de mirar el periódico y mira a su hermano. - Ayer hablé con Alex, está de acuerdo con el plan.
Sam - ¿De qué plan hablas? - Pregunta la morena al entrar a la cocina. Lena se levanta y se acerca a ella, besando tiernamente sus labios como de costumbre. Al separarse, le regala una sonrisa.
Lena - ¿Recuerdas la serie de anoche? - Su esposa asiente con la cabeza. - Bueno, haremos lo mismo que Griselda Blanco.
Sam - ¿No estás hablando en serio, verdad? - Pregunta, algo sorprendida. Era consciente de que muchas veces la astucia de Lena provenía de su imaginación a la hora de leer o ver algo en su compañía, usaba el pasado como un arma pero, sin duda esto la había tomado por sorpresa.
Lex - Dime cuál es el plan.
Lena - Las mulas llevarán la mercancía en sus tacones.
Lex - Eso es arriesgado.
Lena - La vida es un riesgo.
Lex - Lena, por Dios, si son atrapadas, perderemos millones.
Lena - Nunca mis planes fallaron, Alexander. Además créeme tengo muchas sorpresas para hacer que ellas lleguen a salvo a tierra.
En la noche...
La azabache está viendo un álbum de fotos sentada en la cama. Observa las fotografías y recordaba cada momento.
Su boda, su luna de miel, los dos años de Ruby, el nacimiento de su hija.
Había construido la familia que siempre deseó. Con Sam, habían llegado a un acuerdo de tener aún más hijos. Diez sería la cifra final.
Sam - Me gusta verte sonreír. - Comenta la morena mientras se acerca a la cama.
Ha tomado un relajante baño y solo lleva puesta una hermosa lencería negra. Lena aparta la vista del álbum y mira a su esposa, recorriendo con sus ojos su cuerpo. Luego la mira fijamente con una sonrisa pícara. La azabache deja a un lado el álbum y camina hasta Sam.
Lena - ¿Eres consciente de lo hermosa que eres? - Pregunta mientras acaricia el tonificado vientre de Sam.
Sam - Tú eres hermosa. - Responde besando los carnosos labios de Lena. Pero después de unos minutos, se aparta. - ¿Lena, estás bien?
Lena - Llama a una ambulancia ahora. - Dice mientras ve cómo un hilo de sangre corre por su pierna.
Berlín.
Mansión de Angelina.
Kassandra - Yo iré con mamá a la excavación.
Kara - No irás, tienes clases.
Kassandra - No puedes impedírmelo, te recuerdo que no tienes ningún poder sobre mí ni sobre mis hermanos.
Kara - Soy tu madre y si digo que no, es no.
Kassandra - Quieres ver cómo sí voy. - Dice mientras camina hacia la biblioteca donde se encuentra Angelina. Kara la sigue, totalmente enojada, rogando al cielo que Angelina se niegue a que Kassandra la acompañe. La rubia abre las puertas y entra, seguida por Kara. - Mamá, ¿puedo ir contigo?
Kara - Angelina, dile a esta niña que no puede ir.
Angelina mira a su hija y luego a Kara. Se levanta de su sillón y camina hacia su hija.
Angelina - Tienes clases.
Kassandra - Puedo estudiar con profesores particulares, como tú lo hacías.
Kara - No dejarás la escuela.
Kassandra - Tú no decides eso.
Angelina - Déjame hablar con tu madre a solas.
Kassandra - Está bien, mamá.
La rubia salió apretando los puños y mirando a su madre como si fuera su peor enemiga. Kassandra, de trece años, estaba acostumbrada a vivir una vida sin reglas. Su madre la había criado de esa forma.
Le había complacido en cada cosa que ella le pidiera. Angelina nunca negaba nada a ninguno de sus hijos, les daba todo a manos llenas, y eso a veces creaba grandes discusiones.
Los mellizos hacían lo que querían, al igual que Kassandra. Mientras sus hermanos mantenían cierto respeto hacia Kara, ella no mostraba ninguno. Shiloh era quien siempre le decía a Kara que tenía que dejar de ser blanda con su hermana, que tenía que ser más dura.
Kara - No le permitirás ir contigo, ¿verdad?
Angelina - Sí, dejaré que vaya. Ha estado realmente estresada con todos esos exámenes, se merece un descanso.
Kara - Un descanso... - eleva el tono de voz - El trimestre no ha terminado, no puede irse así de repente.
Angelina - Kara, me acompañará.
Kara - ¿No ves lo malcriada que es? ¿No te das cuenta que complacerla en todo solo hace que sea aún peor de lo que ya es? ¿Por qué me hace soportar esto, por qué decidas por ella como si solamente tú fueras su madre?
Angelina - No es malcriada, Kara.
Kara - Claro que sí. La has complacido en todos sus caprichos y por eso actúa sin respeto. ¿Sabes lo que me dijo? Me dijo que yo no tenía ningún poder sobre ella ni sobre sus hermanos.
Angelina - Legalmente no tienes ninguno. Kassandra es solo mía, mi hija.
Kara - Pero quién le dio la vida fui yo.
Angelina - También fuiste tú quien la alejó, tú la privaste de crecer a tu lado de criarla a tu antojo, ahora debes tratar de ser comprensiva de aceptar este presente.
Rumanía.
Hospital.
Sam no esperó a la ambulancia, los dolores de su esposa la preocuparon, por lo cual decidió llevarla al hospital. Tomás la cargó y la llevó al Jeep. La morena condujo lo más rápido posible. El hospital estaba a solo quince minutos.
Cuando llegó, corrió a pedir ayuda, ya que la azabache se había desmayado a causa del dolor. Tomás las había acompañado en su camioneta.
Los médicos intervinieron de inmediato. La situación era preocupante.
En el jet de Morgan.
Lucy - ¿Cómo nos vengaremos?
Morgan - Le quitaremos lo que aman, sus hijos.
Corregido el 24/07/23
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Besos Que Destruyen
FanfictionLena Luthor y Kara Danvers están casadas desde hace cinco años. Su matrimonio fue concertado por el interés de ambas familias. Sin embargo, después de una discusión el día de su boda, ambas perdieron el contacto y nunca más se volvieron a ver. Pero...