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Doce meses atrás.

Metrópolis - Estados Unidos.

Casa de Lena.

Doctor- Felicitari te voi lasa în pace.

Lena- Multumec.

Sam- ¿De qué hablan?

Lena- Preciosa despertaste, ¿cómo te sientes?

Sam- Bien, pero y mi bebé, ¿cómo está?

Lena- Ella está bien, sólo que sus pulmones son inmaduros y necesitara ayuda pero me encargue.

Sam- Lena y si ella...

Lena- Ella tendrá lo mejor yo se lo daré, ya me encargué de que todo esté listo para viajar.

Sam- ¿Dónde iremos?

Lena- Rumanía, nos quedaremos allí hasta que todo mejore.

Sam- ¿Y si no mejora?

Lena- Podremos vivir ahí o donde tu quieras.

Presente.

Ciudad Nacional -  Estados Unidos.

Mansión Luthor  (Max)

Maxwell subió al segundo piso y caminó hasta la habitación de su hijo menor, Mon-El.

La relación de padre e hijo era bastante mala, desde que su hijo cumplió los dieciocho se convirtió en una deshonra para él, era tan débil que ni siquiera merecía tener el honor de llevar el apellido de los Luthor. Era tan distinta a su hija.

Su hija mayor Bárbara era su igual en todo lo que respetaban sus ideales, era su orgullo, ella había tomado las riendas del negocio familiar y ahora era su mano derecha.

Era fuerte y decidida tenía el mismo ego que su padre y madre. Si bien era cierto que su padre resentia el hecho de que ella no fuera la elegida para ser la esposa de Kara, aún así estaba orgulloso de ella.

El hombre abrió la puerta y se incorporó dentro,prendió la luz de la habitación  que le dejó ver el estado deplorable en el cual se encontraba el joven, sin duda el alcohol había acabado con él, convirtiéndolo en un adicto.

Metrópolis - Estados Unidos.

Casa de Lena.

Después de un par de horas Lex terminó por marcharse a casa, Lena había recogido todo y después se fue a su habitación donde encontró a Sam profundamente dormida, sonrió y abandonó su habitación para ir a la de Ruby y cerciorarse de que ella estuviera bien.

La azabache siempre había deseado ser madre,fue algo que le comentó a Kara la noche de su boda pero esta no compartía el mismo sueño, de hecho ningún sueño, eran dos completas extrañas que por azares del destino no tenían nada en común.

Fue algo que de algún modo le disgustó ya que ella tenía pensado formar una familia lo más pronto posible, y ya estaban casadas para cambiar de opinión.

De algún modo ahora tenía la familia que había deseado, tal vez la pequeña que dormía en la cuna no era su hija, aún así llenó ese vacío, y protegerla era lo que haría siempre no importaba de que forma pero ella tanto como su madre no volverían a sufrir, no lo merecían,ella se ocuparía de que Morgan jamás la viera a ninguna de nuevo.

Beso su frente y abandonó la habitación,volvió a la suya y ahora sí encontro a su mujer despierta.Se quito la ropa quedando en bragas y se metió a la cama.

Sam- ¿Puedo preguntar?

Lena- Si puedes pero primero me abrazas-La castaña sonrió y la abrazo.

Sam- Cuéntame de tus padres.

Besos Que Destruyen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora