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Al aterrizar, Sam se encontró con que ya un auto estaba esperando por los cuatro, durante el vuelo Lena había estado algo distante, pensar en el accidente que había tenido con Diana era algo que le incomodaba y también le dolía, tal vez nunca amó a la joven pero sentía mucho aprecio por ella, esa noche era un recuerdo que la atemorizaba y lo haría por siempre, si bien cumplió su palabra de dejar las noches de fiestas.

Nunca fue lo suficientemente capaz para dejar de beber, no era que lo hiciera con frecuencia ni del mismo modo que años atrás pero lo hacía, aún mantenía ese hábito, sus padres nunca supieron que relación ella mantenía con Diana porque cuando ella despertó se negó a responder alguna pregunta, las explicaciones de sus actos únicamente fueron dadas a Lex, quien lejos de juzgarla se dedicó ayudarla, pero Lex era diferente a Lena y mucho por ella no pudo conseguir hacer.

Después de unos veinte minutos de viaje llegaron a la mansión, Lena y Lex sentían como se dirigían a la boca del lobo mientras que Sam miraba con asombro la enorme mansión en la cual vivían los padres de Lena, sus suegros.

La azabache tomó a Ruby de la carriola y la cargo mientras que con su mano libre tomó la de Sam guiándola a adentrarse con ella dentro, cuando se encontraba dentro de la lujosa mansión Sam no podía dejar de admirar el lujo que tenía, algo que para Lex era gracioso.

Lena la guiaba por un pasillo, hasta que por fin llegaron al salón donde estaban sus padres y hermana desayunando, Lillian fue la primera en levantar la vista y observar a sus hijos no podía creer que después de tanto ellos estaban ahí también miró a Sam y a la bebé que Lena cargaba, no sabía quiénes eran pero sus instintos le decía que hoy habría guerra, una terrible guerra entre padre e hijos.

Lionel miró a sus hijos y se levantó a saludarlos igual que Lillian, la única que permaneció en la mesa fue Kieran quien hoy no se encontraba de un buen humor.

Ciudad Nacional - Estados Unidos.

Cinco años atrás.

Mansión Luthor.

Lionel- ¿Entonces hija cual es tu decisión?

Lena- Aceptó padre, me caso con Kara-Después de dar esa respuesta las puertas del despacho se abrieron dejando ver a Kieran,había escuchado todo.

Kieran- Lena no puedes hacer eso-Dijo con firmeza,la azabache se levantó de su asiento y caminó hacia ella.

Lena- ¿En serio y por qué no?

Kieran- Porque tú destruirás su vida,ella no merece a alguien como tú.

Lionel,se levantó y caminó hasta las jóvenes para tratar de calmarlas.

Lena- Ya entiendo tu piensas que ella merece a alguien como tú, ella merece a la niña perfecta a la que hace todo bien.

Kieran- Tú misma lo dijiste hermana ella merece alguien como yo, dispuesta a ser de su vida un paraíso y no un infierno como de seguro lo harás tú.

Lena- Hermanita, en esta vida no se puede tener todo, ella ya es mía ve y haste la idea de que ella será tu cuñada.

Lionel- Es suficiente ya dejen de discutir.

Lena- No padre, ella cree que puede arrebatarme todo pero a ella jamás la tendrá.

Kieran- ¿Según tú que te arrebate?

Lionel- Hijas basta.

Lena- Me arrebataste el amor de mi padre, la atención de Lillian, todos estos años Lex y yo crecimos bajo tu sombra, siempre soportando que nos comparan a la niña perfección, nunca pudimos ser felicies por tu culpa porque tú todo lo opacabas; la genio de la familia, el orgullo de Lionel Luthor, la que jamás cometía un estúpido error, la que era tan buena y justa. Pero sabes una cosa tú podrás ser la perfección en persona, la favorita de todos los que te rodean pero hay algo que no puedes cambiar Kieran y es que para tu madre tú ni siquiera existes, no significas nada, ella te dejo aquí y se largó con el dinero que pudo arrebatarle a mi padre y sabes siempre le daré la gracias por haberse ido y haberte abandonado por que al final de dejo claro que alguien tan perfecta como tú no vale tanto para conseguir el amor de su propia madre.

Besos Que Destruyen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora