Clara
Hoy Fernanda me llamó para pedirme el favor de ayudar al Rubio en una clase, el cual no tenía la más mínima idea o no me acordaba de que se llamaba Alexis. Así que ahora estoy en casa, terminando de bañarme para recibirlo.
Si lo pienso bien, ni siquiera sé porque acepté, ¡Ah sí! ya me acordé, estaba como idiota, porque había recibido una carta y dos de mis chocolates favoritos de parte de mi admirador, ese chico me esta dejando cada vez peor.
Me paré frente a mi armario y tomé lo primero que vi, a fin de cuentas no era nadie importante, solo era el Rubio.
Tomé una blusa negra sin mangas con varios diseños morados y blancos, unos cómodos short blancos y unas zapatillas cómodas. Mientras me desenredaba el cabello en el espejo me di cuenta, que desde mi "cambio" casi siempre uso short, y no es que antes no los usara, porque la verdad siempre me ha gustado la combinación de converses y short, pero ahora los uso más a menudo y he dejado de usar jeans largo, así que decido que los empezaré a usar de nuevo.El timbre suena, y con todo y mi pelo alborotado estilo rockero, porqué el peinarme no dio resultado, abro la puerta sabiendo de quien se trata y como suponía, era el Rubio, estaba vestido con un t-shirt azul con rayas blancas, unos jeans y unas Vans.
—Eh... Hola— dije un poco tímida, ya que él me estaba mirando fijamente y no reaccionaba. —¿Pasas?— dije dando dos pasos dentro de la casa pero al ver que no me seguía y que aún estaba parado como idiota, retrocedí y chasquee los dedos frente a su cara. —¡Hey! ¿Te vas a quedar ahí parado como idiota? ¿Vas a entrar sí o no?— dije ya cansada.
—Eh...sí...claro— dijo como si estuviera volviendo de otro mundo.
Caminé delante de él y lo llevé a la sala para sentarnos en la mesa, me di la vuelta y el muy imbécil me estaba mirando el trasero.
—¿Me estabas mirando el trasero?— Pregunté enojada, él solo me miró un poco nervioso o tímido no sé —Eres un...¿sabes qué?...Mejor siéntate.—Hizo lo que le dije inmediatamente.
Era raro para mi verlo tan callado, ya que siempre me estaba molestando o lo que sea, pero siempre estaba diciendo o haciendo algo.
—¿Por dónde empezamos?— Le pregunté sentándome al frente de él.
—Por el principio— Y ahí estaba el mismo idiota de siempre con su habitual sonrisa.
Rodé los ojos y una pequeña muy pequeña sonrisa apareció en mi boca, pero tan rápido como llegó se fue.
—¿Eso fue una sonrisa?— Preguntó el Rubio divertido.
—No seas idiota y deja de imaginar cosas— Le dije sentándome a su lado.
—Está bien, pero estoy seguro que no fue mi imaginación— Dijo muy seguro.
—¿Por lo menos intentaste hacer los ejercicios que dejó la profesora?— Le dije para cambiar el tema.
—¿Qué ejercicios?— Preguntó confundido.
—Los que dejó la profesora— dije obvia.
—¿En serio, crees que le presto atención a la señora poof?— Preguntó divertido con una de sus cejas alzada.
—¿Señora poof?— Pregunté yo, esta vez confundida.
—Ya sabes, la profesora de Bob Esponja es algo...rellenita y la profesora de matemáticas también.— dijo obvio.
Esta vez no pude evitar que una pequeña risa saliera de mi a lo que él me miró sorprendido, dejé de reír y me puse seria de nuevo.
—No digas nada.— Le dije antes de que dijera algo. —Página 39 ejercicio 2, intenta a ver que puedes hacer y luego me avisas.
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La Chica Solitaria.
RomanceClara y Alex son dos personas totalmente diferentes... Clara: Una chica solitaria... Alex: Un chico social... ¿Qué pasará cuando Alex decida conquistar a Clara?