Capítulo 4: La fiesta

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Clara:

Y aquí me encuentro en una fiesta a la cual no tenía ni la más mínima intención de asistir pero mis primos me obligaron.

Estaba vestida de una manera que no me gustaba del todo pero Fer también me obligó a ponerme esta ropa y Daniel no me dio tiempo a cambiarme. Ando con unos shorts negros, una blusa fucsia que dice "Aeropostal" en letras negras con una chaqueta negra por encima, una correa de tachuelas a juego con una pulsera y mis converses altas. llevaba el cabello igual que siempre y un maquillaje sencillo.

Hace más o menos una hora que llegamos y ni idea en donde están mis primos, 5 minutos después que llegamos se fueron a bailar o no sé a donde, mientras yo me quedé en un rincón de la sala lejos de donde servían las bebidas. La mayoría de los chicos ya están algo tomados y andan por ahí besándose. Odio esto, y en serio me quiero ir de aquí.

—Hola linda— me susurraron en el oído.

—Ángel...— dije de forma amenazante mientras me daba la vuelta.

—Hace mucho que no te veía en una fiesta, lindura.—dijo acercándose a mi.

—No seas imbécil, y no me digas linda, ni lindura, ni ninguno de sus derivados. Gracias

—¿Qué te parece si bailamos?

Estaba a punto de responder cuando siento que una mano se posa en mi cintura.

—¿Este imbécil te está molestando preciosa?—dijo Dani mientras miraba de forma retadora a Ángel.

Lo que me faltaba, que hubiera una pelea.

Iba a responder pero también me interrumpieron. Parece que hoy era el día de interrumpirme en cada cosa que intentaba hacer.

—¿Y tu eres...?— dijo Ángel ahora mirándolo de la misma manera que Dani lo miraba a él.

—Quien te va a romper la cara si no te largas.

Dani soltó mi cintura y se puso delante de Ángel dispuesto a iniciar una pelea. Pero me interpuse entre ambos.

—Ángel, te vas.— le ordené pero él aún miraba a Dani.

—El único que estorba aquí es ese tipo— dijo señalando a Dani.

—El único que estorba aquí eres tu, así que márchate.

Me dirigió una última mirada a mi y a mi primo y se fue.

—¿Ese era Ángel?

—Sí— respondí con desgana.

—Imbécil— murmuró por lo bajo— pero bueno, ya ¡Vamos a bailar!

—No quiero.— dije cruzándome de brazos.

—Vamos, tienes que divertirte Lucy. Ven vamos a bailar— dijo él tomándome la mano.

—No creo que sea buena idea, además la mayoría de los chicos del colegio están aquí, yo no debí venir Dani.-dije deseando irme de aquí pero Dani me tenía tomada de la mano.

—Pues por eso Lucy, que sepan que no eres solo la chica que anda odiando al mundo —ya me estaba convenciendo .—Que sepan que también te sabes divertir.

Y ya me convenció ¿Qué les puedo decir? así es Daniel logra convencerme de hacer casi cualquier cosa.

—¿Por qué siempre consigues que haga cosas que no quiero?— le pregunté con una sonrisa.

—¿Eso es un sí?— dijo él devolviéndome la sonrisa.

—Que más da— le respondí.

—Así me gusta.— dijo con la misma sonrisa, para luego darme un beso en la mejilla y dirigirnos a lo que se supone era una pista de baile.

La Chica Solitaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora