8. Sacrificio

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Las preguntas de todos los días de mi madre me volvían loco.

¿Le hablaste?

¿Te habló?

¿Te sonrió?

¿Te ignoró otra vez?

Todos los días era la misma rutina, trataba de acercarme a él, pero tanto mis nervios como su manera de ignorarme o huir de mi a cada segundo no me ayudaban del todo.

Así que decidí dejar de intentar, me sentía como un acosador y tal vez lo estaba presionando mucho.

Trataré de ser paciente y esperar cuando el esté listo para hablarme.

- Muy bien chicos – habló el docente de literatura – El día de hoy se juntarán en parejas para hacer un proyecto final del tema que estamos viendo, crearán una historia con su propia imaginación. ¡Tiene que tener su toque especial! Algo que deslumbre. Quien haga la mejor y la más original tendrá una semana sin mi clase. Está justificada – algunos compañeros de clases comenzaron a festejar – Pero como sé que hacen un desorden cuando se unen, me tomaré la molestia de organizar los equipos yo mismo.

Sonreí levemente al escuchar abucheos.

- ¡Buhh!

Minutos después el docente comenzó a elegir las parejas. Por suerte en el aula tenía a Keyla y a Noah a mi lado. Mis fieles e interesados mejores amigos.

- Somos tres, ¿quién se sacrifica? – habló Noah, él se sentaba detrás de mí.

- Obvio yo voy con Emi – dijo Keyla a mi lado.

- No vas a hacer nada – atacó.

- Tú tampoco.

- Dejen de pelear – les regañé – El profe les va a llamar la atención.

- Señor Marcos – me tensé – Usted va con...... - miró a todo el salón. Keyla y Noah comenzaron a señalarse – Me encantaría ver trabajando juntos a mis mejores alumnos, Marcos vas con Gress. Sé que harán un muy buen trabajo juntos.

Mi estómago se retorció.

- Tal y le pega lo raro – bromeó un compañero haciendo a todo el grupo reír.

- Joven Pedroza, vaya a hacer sus bromitas en supervisión – el docente señaló la puerta.

- ¡Uhhhh!

- ¿Alguien más quiere acompañarlo? – cuestionó con firmeza, nadie habló – Bien, tienen dos días - aplaudió.

El timbre sonó.

Guardé mis cosas y tomé mi mochila.

Junto a Keyla y Noah salimos juntos del salón.

- No puedo creer que me toque hacer el trabajo contigo – musitó molesta.

- Oh, cállate, estoy en las mismas que tú.

Bufé - Dejen de pelear y mejor traten de ir buscando de que tratará su historia.

- ¿No estás molesto?

- ¿Molesto por qué?

- Dah, te tocó con Gress, ese chico no habla con nadie.

- Ni se acerca a nadie.

- ¿Por qué me molestaría?

- Creo que es mejor que lo vayas haciendo tu solo - Noah alzó sus hombros.

- O intenta hablarle, mira – Keyla señala con su mirada un cierto lugar – Ahí va.

- Bien, pues voy a intentarlo – dije una vez que lo vi pasar.

Cúrame [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora