Cúrame [Emiliaco]

29. Promesa

"Cerca de mi" de Emilio se reproduce en multimedia. 🌬
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Emilio.

Joaquín me cantó una canción donde me dejó claro que no se irá de mi lado. Quiere apoyarme, quiere ayudarme, pero ¿quién va a ayudarlo a él?

Estoy sentado una vez más en los asientos de su trabajo que, aunque me daba un poco de miedo, venía por él. Si mi madre se llegara a enterar de que estaba aquí y a estas horas pegaría el grito en el cielo.

Vine aquí en medio de la noche solo para oírlo cantar y verlo haciendo lo que le gusta. Aquí nadie le mira mal, nadie lo lastima y critica. Es libre, es valiente y brillante.

Joaquín brilla con luz propia como una estrella, pero se me hace tan poco describirlo como una estrella, así que lo compararé con el sol. Él ilumina mis días, los hace alegres y me da vida.

Sí, Joaquín hace que vivir me sea necesario para estar a su lado.

Hace que con su sonrisa mi estómago comience a revolverse, que con su tacto haga que mi cuerpo se derrita y cuando me mira, dios, quiero ser lo único reflejado en esos espejos cafés.

Nunca había querido tanto algo en mi vida como quiero ver a Joaquín sonreír siempre cada vez que me mira.

Por él cambiaria el orden de la vida, primero él y luego yo.

Haría lo posible por ver siempre esa sonrisa es su rostro.

Me vestiría con mi pijama de unicornio solo para hacerlo sonreír, aunque me matara de vergüenza.

Le preguntaría en los malos momentos en que se parecía un arcoíris con una burbuja y sé que eso lo haría sonreír.

Me convertiría en un fantasma solo para escucharle reír.

Mis manos comienzan a sudar y mi vientre cosquillea. Tallo mi rostro y a los segundos que bajo mis manos puedo mirarlo salir de una gran puerta. Lleva un suéter abrigado color negro y unos shorts similares a los que todos los empleados con un antifaz tienen puesto.

Miro esa sonrisa en él y sonrío de inmediato.

Me pongo de pie.

- ¿Te gustó la canción? – ese cosquilleo otra vez se hace presente.

- Me encantó, cantas precioso – ese bonito color carmín aparece en sus mejillas - ¿Querías decirme algo a través de esa canción?

- Eh... - baja su mirada al suelo, pero de inmediato la alza - Solo quería recordarte que ya no estás solo - susurra - Estoy contigo y te apoyaré siempre.

- Tú tampoco estás solo. Yo también estoy contigo y te apoyaré siempre.

- Lo sé.

- ¿Tienes más trabajo o ya nos podemos ir?

- Ya podemos irnos.

- Bien – ofrezco mi mano y la toma – Vámonos – asiente y comenzamos a caminar para salir del lugar.

Cuando por fin estamos lejos del club nos quitamos nuestras máscaras, puedo mirar una patineta en su otro brazo, así que me animo a preguntar.

- ¿Andas en patineta? – asiente – Eso sin duda no lo sabía de ti.

- Aprendí cuando tenía 16 años, fue un regalo de mi hermana.

- ¿Cómo se llama?

- Ana.

- ¿Cuántos años tiene?

- Trece.

- ¿Es menor que tú? – asiente – Es igualita a ti, en todo, en el color de piel, cabello, ojos y hasta mismo cuerpo ¿es normal?