Cúrame [Emiliaco]

15. Miedos

El miedo es la emoción más difícil de manejar. El dolor lo lloras, la rabia la gritas pero el miedo te atrapa silenciosamente en tu corazón.

~∆~

El clima del día de hoy está un poco frío. El cielo está nublado y presiento que lloverá.

Ignorando a mi madre completamente sobre la idea de llevarme conmigo un paraguas me dirijo a la universidad a pie. El viento corre y me golpea. Mi cabello es alzado por el aire frío y me siento tranquilo.

Veo como las hojas de los árboles se tambalean de un lado al otro. A mis alrededores puedo ver a personas corriendo y otras que caminan hacia un lugar en específico.

Todo el transcurso lo sigo recorriendo en silencio mientras me aproximo a entrar a la institución.

Entro al aula de clases donde finalmente decido alzar mi vista para mirar los alrededores de cada rincón del salón. Veo a Keyla y a Noah platicando amenamente, así que me acerco y los saludo. Giro mi rostro y sonrío levemente al mirar a Joaquín en su asiento, sigue dibujando con su lápiz.

Creo que siente mi mirada pesada en él porque segundos después alza su vista y sus orbes cafés se encuentran con los míos. Le sonrío levemente y él imita mi acción.

Las clases transcurren con tranquilidad, puedo mirar en la ventana que la lluvia comienza a desatarse, solo esperaba que fueran solo algunas gotas.

Hoy nos toca literatura y podré hablar con Joaquín en nuestra hora libre.

Cuando termina la clase veo a Joaquín salir, lo sigo y me coloco a su lado con una distancia considerable.

Muy bien, Emilio. Tú puedes.

- Hola – le saludo.

- Hola.

- ¿Vamos a la cafetería? – propongo.

- Claro – asintiendo ambos comenzamos a caminar en dirección a la cafetería.

Nos sentamos en una mesa apartada en una esquina, él se sienta delante de mí. Ambos colocamos nuestras mochilas en la mesa y decido finalmente iniciar la plática.

- A mi mamá le agradaste mucho.

- ¿En serio? – asiento.

- Quiere que te invite a la casa, ¿puedes? – se endereza.

- No lo sé, no me gusta salir, solo lo hago cuando voy a trabajar – susurra lo último.

- Entiendo, tal vez será otro día – asiente lentamente - ¿De qué quieres hablar?

- Tú eras el que quería conocerme – alza sus hombros.

- ¿Color favorito?

- El rojo es muy bonito – dice - ¿Y el tuyo?

- Me gusta mucho el azul – asiente - ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?

- Mmmm – piensa – Me gusta escuchar música, me gusta escribir, dibujar y cantar.

- ¿Bailas?

- A veces – busca algo dentro de su mochila y saca una cajita de jugo de manzana. Me ofrece una y asiento. Me la lanza y él saca otra de su mochila - ¿Y tú? ¿Cuál es tu pasatiempo favorito aparte de cantar y tocar instrumentos?

Sonrío levemente al saber que recuerda algo que me gusta. No me ignoró ese día, me escuchó y recordó.

- Me gusta caminar – suspiro mientras miro por unos segundos la cajita de juego en mi mano – Ver los alrededores mientras camino y observo el paisaje es uno de mis pasatiempos favoritos.