Ya había pasado una semana y el humano (al que la familia Saluja nombró Gyelwa, porque él le había ganado a la muerte) mostró ser humano decente de los que pocos se habían visto. Le costó adaptarse a la vida en Nirvasyl en un inicio pero fue entendiendo de poco en poco.
Los Saluja recibieron bien al chico y en vez de preocuparse o enojarse con su hija se enorgullecieron, había defendido la vida del chico cuando todos los demás pensaban en deshacerse de él, había mostrado el ideal de la familia "Los fuertes se protegen así mismos, pero los más fuertes protegen a los demás".
Los más pequeños de la familia gozaban de asustar a Gyelwa pero eran castigados por los mayores, se volvió algo común ver al humano andar por las calles con alguien de la familia Saluja e incluso Tigraris lo llevaba a sus salidas con Shirou.
Y aunque al principio no le gustará la idea... Shirou lo veía como un hermano pequeño.
Le tomó cerca de tres meses aprender a leer, otro mes fue lo que le tomó aprender a escribir y una semana para mejorar su caligrafía, en ese tiempo pasó de estar escondido en la habitación que le dieron los Saluja y solo confiar en Tigraris a sentir esa casa llena de hombres tigre un hogar al que pertenecía.
Un día Tigraris, Shirou y Gyelwa estaban vagando por las calles de Nirvasyl, Shirou era medianamente abierto con el humano y la tigre de Bengala, llegaron a la plaza y vieron algunos niños jugar y se acercaban a ellos un grupo variado de hombres bestia de aproximadamente de su edad.
Entre ellos venía una chica orix blanco y un chico pantera negra, la chica era conocida en toda la ciudad por ser la más hermosa y femenina, tenía una larga lista de propuestas de matrimonio; por otro lado el chico pantera negra era famoso por su fuerza y ser el favorito de las chicas de Nirvasyl... Todas excepto Tigraris quien estaba más interesada en ver una sandía que en idolatrar al felino.
O.B (Chica orix blanco): -Vaya, una pobre hembra rodeada de perdedores, que original~.
Tigraris: -Vaya, una hembra sin cerebro se burla de lo primero que ve, pero que original~
Nota de la autora: Véase el sarcasmo
O. B: -Sí te concentras en ser una mujer de verdad tal vez podrías hacerme competencia-.
Tigraris: -Y convertirme en una patética que se enfoca solo en su aspectoco y espera ser mantenida por un esposo, no gracias. Ya hay suficientes en el mundo-.
O.B: -¿Y creés que van a querer una chica que puede cargar como 10 hombres? ¡Ja! Lo dudo-.
Tigraris: -Pero tampoco van a querer a la que solo sabe ser un accesorio y no tiene idea sobre coser, quehaceres domésticos, cuidar a los hijos o siquiera hacer la compra de la comida... ¿Tu sabes alguna de esas cosas? ¿Señorita "Solo necesito belleza"?-.
Tigraris podía ser impulsiva pero también era inteligente, se mantenía calmada al dar respuestas y comentarios. Al no tener una respuesta solo se fue enojada con sus seguidores.
P.N (Chico pantera negra): -Tienes razón, pero también toda mujer fuerte es delicada y frágil... Necesita a un hombre aún más fuerte-.
Desde pequeños el chico era admirado por todos los niños y amado por las niñas excepto la tigre que siempre estaba en su propio mundo volviendose así "El objetivo que más deseaba conquistar", aprovechaba coquetear con ella cada vez que la encontraba y está no era la excepción, aprovechando para besar su mano y guiñarle el ojo provocando la ira del lobo albino, Shirou y él ya habían tenido sus encuentros pero nunca avanzaban a los golpes... Aún...
Shirou: -Ya quítate la obsesión de hacer que ella te amé, no va a pasar-.
P.N: -¡Cierra el hocico Oogami! ¡Estás tan celoso que pareces un perro en celo y con rabia!-.
Shirou: -Me lo dice el que me grita por hacerle ver la realidad-.
El chico pantera tomó a Shirou del cuello y Gyelwa intentaba separarlos pero el agresor lo lanzó lejos con tanta facilidad, es entonces que Tigraris cambio a su forma bestia y fue hacía ellos, estaba por soltarle un puñetazo a Shirou cuando su puño es detenido por ella con su mano, Tigraris comenzó a apretar su agarre cada vez con más fuerza hasta que el chico se inclino por la fuerza ejercida en su brazo.
Tigraris: -Escuchame bien, no me gustas ni por error y el hecho de que molestes a mis amigos no te ayuda en nada, sí vuelves a hacerlo yo te rompo el brazo-.
Finalmente lo soltó y se fueron de ahí los tres.
Esa era una de las razones por las que Oogami amaba a la tigre, siempre defendía a sus amigos...
En más de una ocasión Shirou consideró que no estaba a la altura de Tigraris, mientras que ella era carismática y se preocupaba por todos, él no hablaba con nadie eso incluía a su familia algunas veces, sino fuera por ella no tendría a nadie...
El día en que se enamoró completamente de ella había ocurrido cuando tenía 10 años, su abuelo había muerto por una vieja herida de guerra, todos en su familia lloraban pero apesar de sentirse triste no podía soltar lágrima alguna, uno de sus hermanos se desquitó con el por eso y huyó de casa.
Tigraris lo había encontrado en el árbol donde se conocieron, a los ojos de la tigre se veía mal. Ella pensó y pensó hasta que llegó la noche y finalmente lo llevo consigo fuera de Nirvasyl, caminaron un tiempo hasta llegar a una cueva, ella lo fue guiando a través de la gruta hasta llegar a un lugar en específico.
Ahí ambos apagaron sus antorchas y Tigraris le tapó los ojos hasta que fuera el momento, Shirou no sabía que iba a pasar pero sentía su corazón latir cada vez más fuerte, se preguntaba si ella lo podría escuchar también. Le destapó los ojos y quedó impresionado, a sus ojos parecía haber miles de estrellas a pesar de estar bajo tierra.
Las gemas que había en la cueva reflejaban la luz que provenía de la gema más grande de todas, que a su vez reflejaba la luz de la luna a través de un pequeño hoyo en el cielo.
Shirou: -Es como estar entre las estrellas-.
Tigraris: -Este es mi lugar favorito, vengo aqui cuando quiero estar sola o cuando no puedo dormir-.
Shirou: -Ya veo... Espera un segundo... Cuando estuviste desaparecida por tres días... ¿Estuviste aquí?-.
Tigraris: -La culpa la tiene mi hermano, sus ronquidos no me dejaban dormir-.
Entonces ocurrió lo impensable, Shirou... Sonrió... Por primera vez desde que lo conocía Shirou sonrió.
Tigraris: -Tienes una linda sonrisa Shirou, deberías de mostrarla más-.
Shirou de inmediato se sonrojó por lo dicho, todo en ella de alguna forma lo hacía sonrojar: Su sonrisa, su personalidad.
Desde hacía un tiempo él se sentía así con ella, al principio no entendía porque hasta que le pregunto a su hermana mayor, ella le contestó de la forma más simple "Lo que pasa es que estás enamorado hermanito".
Esa noche en medio de la oscuridad y las gemas imitando a los astros del cielo.
Ambos se sentaron a ver el espectáculo que les daba la naturaleza, en sus adentros Shirou dudaba de lo dicho por su hermana, pero ver a la tigre de Bengala entre gemas y estrellas solo se lo confirmó.
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Mi instinto me ha traído aqui [Tu en Brand New Animal]
De TodoHa habido muy poco fanfic de este anime y a mí en lo personal me pareció algo injusto ya que es muy interesante por lo que decidí hacerle uno. A quien le guste este tipo de historias es bienvenido, a quien no pues sólo ignorela. En los últimos años...