▪︎Capítulo 1▪︎

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MIA MCQUEEN

Primer día de trabajo y como mujer voy atrasada, yo odio las personas impuntuales y ahora yo soy impuntual. Gracias a Bárbara que me ayudo junto a Ian, su futuro marido logre entrar a trabajar en la empresa Bennet –si el dueño es Ian, bueno, realmente es del papá– regrese a Los Angeles hace casi una semana y con el tema de la mudanza no he tenido ni tiempo para ir a ver a mi papá, ni a Bárbara y su hermoso hijo; Joshua.

—Nunca más vuelvo a tener sexo contigo, Harrison —le reclamo mientras entro al baño.

Harry ríe desde la cama.

—Ironías de la vida —me sonríe —Anoche suplicas y ahora reclamas.

Me estoy arreglando para el primer día de trabajo, Bárbara me dijo por mensaje que llegara antes de las nueve de la madrugada, ya que me presentaría a los ejecutivos y abogados, pero son las ocho con treinta minutos –dirán que aún es temprano–, sin embargo, en Los Angeles siempre es insoportable la congestión vehicular.

—Adiós —me despido de Harry.

Llevo puestos unos pantalones de pierna recta blancos con una blusa negra con escote V que deja ver una cadena que tiene dos M cruzadas en honor a mi nombre y apellido –Mía McQueen– con unos horribles tacones negros, también Bárbara fue clara en que me tenía que ver presentable y elegante.

—Que te vaya bien, enana —grita Harry desde la habitación.

—Levántate y hace algo productivo, como buscar trabajo.

—Claro, como tú solo tuviste que hacer una llamada y listo —responde y me rio antes de salir del departamento.

Con Harry desde hace cuatro años empezamos una relación abierta –es solo sexo–, sin embargo, tenemos algunas reglas que han servido, el primer año de universidad fue complicado, no sabía con descargar mi deseo sexual además de conmigo misma.

Realmente el imbécil logro hacerme una depravada sexual.

Al final del primer año de universidad se realizó una fiesta donde fueron invitados todos los chicos de primer año, fui con Harry y Jordán, Harry se medió emborracho mientras yo seguía lucida, pasaron cosas que nos subieron la temperatura a ambos, él decía «no sé qué estamos haciendo», en cambio, yo decía que «sí, si sabemos» en conclusión, tuvimos sexo y al día siguiente hablamos de todo.

Pusimos en claro que sería solo sexo, ni siquiera nos comportamos como pareja delante de otras personas, solos somos mejores amigos que comparten cama por el estrés que producía la universidad. Sin embargo, ahora es simplemente por placer. Además, igual me he acostado con otros chicos, incluso tengo un control mes por medio donde la ginecóloga por prevención y también voy rotando la inyección con la pastilla por lo demás de usar el condón siempre.

Ahora me encuentro entre todos los autos de Los Ángeles, me compré un auto –jeep wrangler TJ blanco– con parte del dinero que mi mamá me dejo, faltan diez minutos para que sean las nueve de la mañana y según el GPS del auto en cinco minutos debería llegar a la empresa Bennet.

Mi celular empieza a sonar y prácticamente maldigo a ver que Bárbara.

— ¿Dime? —respondí.

—Uy, qué mal humorada solo quería preguntar dónde vienes.

—Según mi celular en cinco minutos —dije mientras tocaba la bocina para que idiota de adelante avanzara — ¿Estás en la empresa?

—Obvio. No te veo desde las vacaciones de invierno, maldita niña sin corazón —dice.

Siempre has sido tú © [BT#2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora