Siempre has sido tú © [BT#2] ✓

▪︎Capítulo 10▪︎

MIA MCQUEEN

Rachel aún no salía de su trance, seguía mirando al auto como sin poder creer que su prometido está ahí adentro, dormido a las cuatro de la madrugada. Yo me apoyé del marco de la puerta con cansancio en espera que Rachel hablará y si ella no lo hacía en los próximos minutos lo haría yo, espere hasta que finalmente habla:

— ¿En dónde estaba? —pregunta.

Aún no voltea, sigue con la mirada pegada en el auto, casi ni pestañea.

—En mi departamento. Estaba al lado del ascensor, venía llegando de la despedida de soltera cuando lo vi allí sentado —expliqué.

Note como su mandíbula le tiembla un poco, pero ella la aprieta parando con el temblor, no sé si es por la brisa helada o porque desea llorar por todo lo que su mente debe estar imaginando.

— ¿Qué hacía ahí? —voltea a mirarme.

Me encogí de hombros, notando sus ojos verdes brillosos.

—Estaba borracho y en el auto se quedó dormido, así que necesito que lo saques para que yo pueda irme a mi departamento, por favor.

Ella asiente antes de caminar conmigo siguiéndola detrás, abre la puerta del copiloto como si el auto le perteneciera, al parecer está cabreada. Noto como toma las mejillas de Aarón y las golpea suavemente para que despierte.

—Osito —le habla de una manera suave.

Ruedo mis ojos y Rachel le sigue hablando mientras golpea su rostro hasta Aarón abre un poco su boca dejando escapar un bostezo antes de abrir los ojos desorientados.

— ¿Rachel? —pregunta él arrugando las cejas y achinando los ojos para mirarla.

—Sí, soy yo —le sonríe.

Me hago hacia un lado cuando ella lo ayuda a bajar, Aarón se afirma los hombros de Rachel con la mirada puesta en mí, pero ella aprovecha de besarle los labios por el ángulo en él que se encuentra, con clara incomodidad desvió la mirada.

—Yo no —trata de hablar Aarón separándose un poco de ella.

Sin embargo, ella lo toma para que no se aleje de una manera posesiva. Apostaría lo que fuera de que Aarón no es así con ella, conmigo era celoso, pero con ella nunca lo ha demostrado en la empresa.

—Vamos a dormir, osito —le besa la mejilla y yo imito una arcada sin que ella lo note.

—Yo me voy —le indico cerrando la puerta del copiloto.

—Muchas gracias por traerlo —ella me sonríe.

—Yo quiero hablar contigo, Mía —señala Aarón.

—Adiós —dije ignorándolo.

Rodeo mi auto, subiéndome a mi puesto de piloto, después de un largo viaje, aun sintiendo el olor del perfume de Aarón. Vuelvo a llegar a mi departamento, esta vez sí subo, meto a la ducha porque necesito sacar la pintura neón para luego acostarme.

***

Bárbara me va a asesinar.

Por fin llego el tan esperado día de mis amigos, yo como testigo me he quedado dormida, el matrimonio es a las cuatro y media. Sin embargo, yo debía llegar a las una, y van a hacer las una y media, por lo que Barbie me ha estado llamando como loca que creo tuve que apagar mi celular por miedo de que el pobre estallara.

—Vienes atrasada, Mía —me regaña la asesora del matrimonio.

—Lo sé, lo sé, perdón ¿Dónde está Barbie? —pregunté.