Siempre has sido tú © [BT#2] ✓

▪︎Capítulo 17▪︎

MIA MCQUEEN

Quería seguir durmiendo en serio que quería, sin embargo, sentía mi cuerpo sudado aún con traspiración y sucio, además del insoportable ruido que no sabía de dónde provenía.

Me acurruqué más contra el cuerpo de Aarón sin importarme estar sin ropa y sudada por el calor que se transmitían nuestros cuerpos, además de la época de verano. Durante toda la noche en ningún momento cambiamos de posición y menos mal que no lo hicimos o hubiésemos dormido en el suelo por el pequeño espacio del sofá.

—Princesa, despierta —presiona los labios mi cuello —Alguien está tocando el timbre, debo ir a ver.

Gruñí un poco. No me quería levantar, estaba cómoda, pero seguramente cunado me levante, sentiré un dolor de espalda por la posición. Y así fue.

— ¿Dios quien molesta a esta hora? —pregunte mirando al cielo mientras me estiraba haciendo sonar todos mis huesos.

—Me das una perfecta mirada desde aquí —murmura Aarón.

Le golpeé el hombro poniéndome de pie haciendo sonar más mis huesos. Noto como tenía la erección matutina, desvía la mirada al desorden que había en suelo, note que a lo lejos había unas maletas que me trajeron un poco a la realidad.

—Ponte algo de ropa —pide.

Se levanta y yo vuelvo a sentarme en el sofá desnuda, tengo flojera y cansancio mental.

—Ve a ver quién jode tanto —alegue un poco.

Él se acercó a la puerta y miro por el hoyo de esta, luego voltea con el rostro deformado.

—Es Rachel —murmura tomando su pantalón.

— ¿Qué? ¿No habían terminado? —cuestione.

Me levanté tomando la camisa de él para taparme un poco. Que Rachel habitualmente llega en los mejores momentos.

—Métete en mi habitación, quédate ahí hasta que la pueda echar —se abrocha el pantalón.

—Oye, no me esconderé como una amante —aclare.

Me mira con cierta indignación.

—Sabes perfectamente que estás lejos de serlo, pero no quiero que se vayan a poner a discutir —suspira —Solo déjame hablar y pedirle que se vaya.

—Pero...

Se acerca sujetando mis mejillas.

—Oye, eres todo, pero déjame hacer que se vaya o se seguirá allí.

Aarón romántico me vuelve putamente desquiciada por él.

—No demores —pido alejándome.

—La de la derecha en mi habitación.

Me jode que Rachel venga a joder, estábamos bien, hasta que ella debe venir.

Tome toda la ropa que estaba esparcida por el suelo, camine a la habitación, no cerré la puerta, solo la junte para poder escuchar lo que hablaran.

—Osito —la voz se le rompe —Hablemos por favor —llora.

Aprieto mis puños, algunas nos dejamos arrastrar por chicos cuando estamos enamoradas, agradezco no hacer hecho eso en mi momento, ahora no sé qué pasara entre ambos lo que sí sé es que intentaré mantener lo que me queda de dignidad.

—Rachel, debes irte —la voz de Aarón es calmada.

—No, no —ella sigue llorando —Debemos hablar. En la oficina me fui porque necesitabas un espacio para pensar, pero no puedes llegar y decirme que todo se terminaba cuando recién estábamos empezando. Nos íbamos a casar, nos amamos.