Fuck the Gallaghers (Shameless)

Capítulo 10: Familia Butterfly

Era lencería, jodidamente sexy y un par de juguetes sexuales enganchados a ella.

—Eso es... me has sorprendido, debo admitirlo.—dije alzando las manos con una sonrisa.

—Dios, esto es tan vergonzoso—dijo acercándose con la prenda—. Quiero hacerlo con Ares pero nunca lo he hecho y no quiero parecer tímida porque de verdad quiero hacerlo con él y quiero que sea caliente y sexy, pensé que esto le gustaría.—dijo nerviosa.

—Creo que le va a encantar.—dije sonriéndole.

—¿Seguro?, ¿no es muy atrevido?—dijo sorprendida.

—Lucy, es jodidamente sexy y es genial.—dije revolviéndole el pelo, ella asintió sonriente.

—Gracias, Raina, por no reírte.—

—Nunca me reiría de ti, rubia—dije guiñándole un ojo, ella, para mi sorpresa, se sonrojó. No pude evitar sonreír al verla—. Ven aquí—dije dando palmadas al colchón, ella se tumbó al lado mía, me apoyé sobre mi codo para verla—. ¿Confías en mi?—

—Por supuesto.—dijo segura.

—Dame tu mano.—dije ofreciéndole la mía, ella me la dio y no tardé ni dos segundos en llevarla a su feminidad.

—Raina, ¿qué estás—

—Tranquila—dije al ver su alarmo—. ¿Nunca lo has hecho?—ella negó intentando alejar su mano, yo se lo impedí—. Te enseñaré—ella pareció asustada—. No duele, lo prometo. Es bueno que conozcas tu cuerpo antes de que otros lo toquen, necesitas saber que y dónde te gusta.—

—Raina, no quiero que estés incómoda, no tienes por qué—

—Te lo estoy proponiendo yo, rubia.—dije sonriéndole, ella asintió insegura.

Guie su mano hacia su ropa interior e hice que la moviera hacia una lado con facilidad, ventaja de llevar un vestido. Le moví la mano poco a poco para que no se asustase y a los pocos segundos era ella quien se movía. Alejé mi mano poco a poco y me levanté de la cama para situarme frente a ella. Me miró con los ojos entrecerrados, jadeando, jodidamente nerviosa. Sonreí sin poder evitarlo y me acerqué a ella a paso lento. Su mano aceleró el movimiento y me tumbé sobre ella para sonreírle y darle tranquilidad. Echó su cabeza hacia atrás al sentir como cogía su mano y la movía hacia más abajo.

—Raina, no tienes por qué—sus palabras se sustituyeron por un gemido cuando introduje su dedo en su interior—. Dios, joder.—dijo mirándome y para mi jodida sorpresa, me beso. Sus labios se movieron sobre los míos y un gemido suyo se atascó en mi garganta cuando la obligué a introducir un dedo más—. Raina, duele—dijo separándose mis labios. Me separé de sus labios y fui hacia su intimidad hacia soltar saliva, ella se sorprendió al verme pero se relajó al ver que ahora le era más fácil la fricción—. Creo que voy a—

—Hazlo—la corté mientras le hacía introducir otro dedo—. Vente.—dije sonriéndole y justo en ese momento echó su cabeza hacia atrás mientras yo tapaba su boca entre risas.

—Joder, mierda—dijo sorprendida—. Eso ha sido... genial.—dijo sonriente.

—Es la primera vez que te oigo decir palabrotas.—dije sonriéndole mientras le daba un pañuelo para que se limpiase.

—Gracias, por... ayudarme. Siempre me había dado miedo hacerlo, lo intenté y vi vídeos pero siempre me ha... dado miedo.—dijo insegura.

—No debes darme las gracias. Es lo que hacen las amigas.—justo cuando terminé de decir eso ambas estallamos en risas.

—Tu concepto de amistad es diferente al mío.—dijo yendo hacia el vestidor para guardar la prenda.

—Creo que deberías hacerlo con él, Lucy. Si es lo que quieres y te sientes cómoda, adelante.—dije sonriéndole.