Fuck the Gallaghers (Shameless)

Capítulo 28: Jason Butterfly

—¿Piensas quedarte ahí tirado todo el día?—moví el trasero en respuesta, oí un suspiro—. Jason, hay personas que tenemos cosas que hacer, ¿sabes?—

—Ya hemos ido con tu padre al hospital, ¿qué mas tienes que hacer?—pregunté girándome para verla.

—Por si no lo recuerdas, es el cumple de Helen y dijo que quería una mañana de de chicas y tú—dijo alzando los brazos—. Así que, ¿puedes dejar de compadecerte de ti mismo y levantarte? Nos tenemos que ir.—dijo mientras se abrochaba el pantalón.

—Está bien—dije bufando mientras me levantaba. La seguí escalera abajo.

—Nos vamos.—dijo Raina asomándose al salón.

—¿Lleváis dinero?—preguntó Kyle levantándose.

—Jess dijo que se encargaba de la tarta, tranquilo.—dije mientras mi amigaba abrazaba al pequeño, quien balbuceo "mita", según mi amiga, era hermanita. Dejémosla con su fantasía.

—No os metáis en líos, comportaos.—dijo Skizo serio mientras le quitaba el pequeño a mi amiga.

—Sí, papá.—dijimos ambos rodando los ojos. La seguí hasta salir de la casa y caminamos hasta la parada del bús.

—¿Te ha llamado?—pregunté al ver que revisaba su teléfono.

—Claro que no—dijo suspirando—. Ni lo va a hacer. ¿Y a ti?, ¿te ha llamado Roman?—preguntó.

—No, nada—dije desviando la vista al frente—. Espero que esté bien. No me importa que no me vuelva a hablar, sólo... quiero que esté bien.—

—¿Has probado a llamarle?—preguntó apoyando su cabeza en mi hombro.

—Sí, y no me ha contestado ni una llamada, ni un mensaje—dije tras tragar saliva—. ¿Y tú, le has llamado?—

—No—negó—. Dije que necesitaba tiempo y que ellos lo necesitaban. Gideon se buscó otra chica, Ares se largó y yo he sentado cabeza. Cada uno tiene su forma de pasar ese tiempo.—dijo mientras me enseñaba una foto de las notas de su curso, había terminado hace una semana. 

—Eres una pedazo de zorra—dije al ver todo con sobresaliente—. McCall es un buen maestro.—

—Y sus libros son una pasada.—dijo riendo.

—¿Qué tal le va con la bruja de su esposa?—pregunté curioso.

—Pues se vengó de mi, tal y como me dijo. Le dijo a la universidad que tenía un rollo con McCall, me metió en un buen lío pero por suerte, McCall y otros profesores me sacaron del apuro. Ahora—dijo haciendo que la mirase—, están con los trámites del divorcio.—dijo haciéndome reír.

—Me alegro, porque él se merece algo mejor.—dije serio.

—Totalmente de acuerdo. Ese hombre es un terrón de azúcar, casi se echa a llorar cuando le dije que Ares se había largado, creo que le afectó más a él que a mi.—dijo haciendo un gesto.

—Él siempre ha sido así.—dije riendo, ella asintió.

Nos bajamos poco después y caminamos hasta la casa de Helen. Raina llamó al timbre y un despeinado Gideon nos abrió.

—H-hola.—dijo tras aclarar su garganta sin dejar de mirar a mi amiga.

—Hola—dijo Raina sonriéndole, Gideon tragó saliva—. ¿Podemos pasar?—preguntó.

—Oh, sí, por supuesto, lo siento—dijo moviéndose.

—¿Estás bien?—pregunté al mirarlo de arriba a abajo.