EXTRA: Las llamadas de Raina

305 21 2
                                    

Narra Ares en el capítulo 16:

—¿Por qué no quieres adoptar un perro?—le preguntó Ian a Mickey.

—Ya te he dicho que no me gustan los chuchos, cagan y se mean donde sea, ¿vas a sacarlo tú? Porque yo no pienso hacerlo.—dijo Mickey mirando a su novio.

Llevaba media hora intentando enterarme de la película pero los dos cotorras que tengo como compañeros de piso hablan, discuten y se acuestan a partes iguales, siempre demasiado ruidosos.

—No vais a adoptar nada porque Kyle dijo que no permitía animales en el alquiler.—dije serio.

—Kyle aceptará si se lo pedimos.—dijo Mickey e Ian asintió.

—¿Entonces que raza te gusta?—le preguntó Ian a su novio.

—Me voy a la cama.—dije tras rodar los ojos.

—Ninguna en concreto, la verdad.—dijo Mickey ignorándome por completo.

Vivir con Mickey e Ian se había vuelto bastante cómodo. Al principio fue un poco caótico y había demasiadas peleas, Ian y Mickey como pareja, y yo con Mickey pero poco a poco nos fuimos acostumbrando a nuestras presencias. Ian y Mickey comparten una habitación y yo me quedé con la otra. Kyle tenía un piso precioso y nosotros lo habíamos decorado con muebles pobres y rotos, para lo que nos llegaba el presupuesto, aún así estaba ahorrando para comprar muebles nuevos.

Iba a desvestirme cuando vi el mensaje de Skizo. Fruncí el ceño mientras pensaba que hacer y segundos después estaba saliendo de casa mientras Mickey me gritaba que trajera comida. Aparqué cerca del local y me acerqué andando mientras esquivaba los vómitos e ignoraba las miradas femeninas y algunas masculinas. Nada mas entrar al local deseé haber ido un poco menos abrigado, la chaqueta estaba asfixiándome.

—Hola, guapo.—dijo una chica morena acercándose a mi.

—No tengo tiempo y no me interesas.—dije sin mirarla.

—Ni siquiera me has mirado.—dijo intentando tocar mi rostro.

—Vuelve a intentarlo y te corto la mano.—susurré apartándome. 

—Que te den, gilipollas.—dijo antes de irse enfadada.

Seguí andando hasta adentrarme un poco más y mis ojos fueron directos a la persona que bailaba sobre la barra como si no hubiera un mañana. Reí al verla bailar, era graciosa pero también era jodidamente preciosa y sexy. Mi sonrisa se borró al ver como los chicos de abajo gritaban obscenidades, en serio, ¿qué les pasa a algunos tíos?, ¿no puede una chica desmadrase y bailar sobre la barra sin que le griten guarradas y piensen que baila para ellos? Me acerqué decidido pero antes de que pudiera acercarme más una chica se puso en mi camino.

—¿Otra vez tú?, no te rindes.—dije al ver que era la misma morena.

—No deberías rechazarme por ella.—dijo sonriente.

—¿Disculpa?—dije para mirarla por primera vez.

—Raina es un desastre, te llevará por el mal camino.—dijo girándose para ver a la hija de mi jefe.

—Puede—dije haciendo que me mirase sonriente—, pero me encantaría ir por el mal camino si es con ella—su sonrisa se borró—. Si me disculpas, esa preciosidad me necesita.—dije apartándola para acercarme más a Raina. 

—¡Eh, tío!—dijo un chico quejándose cuando lo aparté. Le miré seriamente y el joven tragó saliva antes de apartarse.

—Bájate de ahí.—dije serio mirándola.

Fuck the Gallaghers (Shameless)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora