Capítulo 26: Matrimonio por conveniencia

201 11 0
                                    

—¿Crees que deberíamos decírselo?—preguntó Jess mientras Lucy conducía.

—Lo mejor que podemos hacer es decírselo, Faith odia que le mientan.—dije segura.

—Oh, Roman también odia que le mientan.—dijo Jason sonriendo levemente. Mickey, Ian, Carl, Lip y yo rodamos los ojos mientras Jess le acariciaba el hombro al ahora castaño.

—Sigo sin saber que pintamos nosotros en todo esto.—dijo Lip señalando a sus hermanos y a Mickey.

—Preguntadle a Jess.—dije señalándola mientras miraba por la ventanilla.

—Bueno, necesitamos vuestra fuerza por si Stefan decide matarnos.—dijo insegura.

—No va a matarnos.—dije bufando.

—Es un mafioso, que sea simpático no significa que no vaya a matarnos si le hacemos enfadar.—dijo Jess.

—Jess, lloró viendo El diario de Noah.—dijo Carl rodando los ojos.

—¿Y? Los hombres también lloran.—dijo Lucy.

—Eso ya lo sé, sólo digo—

—¿Podéis calláros?—pregunté exasperada. 

Habían pasado una horas desde que habíamos terminado la misión con Stefan. Jess no estaba segura de si debíamos decírselo a Faith pero yo sabía que odiaba que le mintieran y el italiano llevaba seis meses coqueteándole aún estando casado. Habíamos reunido a los chicos y a una conductora con una limusina en la que cupiéramos todos, por desgracia, Jason se acopló. Le amo, de verdad que sí, le he cogido muchísimo cariño, pero estaba harta de sus lloriqueos, llevaba meses yendo a mi casa para llorar junto a mi porque, supuestamente, nuestros amores nos habían abandonado, intenté convencerle de que Roman volvería y de que Ares había desaparecido, no me había abandonado, pero se negó a escucharme. Jason añoraba a Roman, sobre todo ahora que se había dado cuenta de cuanto le quería. Por mi parte, dejé de sentirme libre cuando Ares se marchó, quizás porque mi máxima libertad se encontraba a su lado. Gideon era un buen compañero de cama y estaba pensando en darle una oportunidad, Ares no parecía que fuera a volver y Lucy no mostraba signos de que así fuera cuando hablaban por teléfono, así que tenía que darle otra oportunidad a Gideon. 

—Hemos llegado.—dijo Lucy aparcando.

—Nosotros nos quedamos aquí, gritad si necesitáis algo.—dijo Ian acomodándose en el asiento.

—Yo voy.—dijeron Carl, Lip y Jason a la vez.

—¿Mickey?—le pregunté.

—Tengo una boda que organizar, ¿recuerdas?—dijo sacando las revistas de boda mientras Ian rodaba los ojos. Sí, extrañamente, Mickey estaba emocionado con la idea de preparar la boda de mis padres.

—¿Le pediste ayuda a Mandy?—le pregunté mientras los demás se bajaban.

—Sí, ella está mas colaboradora que Ian.—dijo Mickey mirando enfadado a Ian, este levantó los brazos en señal de rendición.

—¿Por qué no me dejas ayudarte?—pregunté entre confundida y enfadada.

—Raina, eres menos romántica que una piedra, literalmente.—dijo Mickey alzando sus cejas.

—Buen punto—dije encogiéndome de hombros—. Pero tengo un jodido buen gusto.—dije antes de salir del coche.

—Creo que voy a quedarme en el coche.—dijo Jess girándose.

—No va a dispararnos, Jess.—dijo Carl agarrándola para girarla de nuevo dirección al piso.

—Oye, el cumple de Helen es este fin de semana, ¿no?—me preguntó Carl mientras subíamos las escaleras.

Fuck the Gallaghers (Shameless)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora