Capítulo 25: Ares y Roman

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Me llamo Aresstasio Locke, nací en una familia desestructurada, tenía un hermano mayor y dos hermanas pequeñas. Mi madre trabajaba día y noche como enfermera, pero gastaba su dinero en tonterías y guardaba todo lo que se encontraba, tenía síndrome de Diógenes. Mi padre era un buen hombre, amaba a mi madre con todo su corazón, pero quería más su libertad, así que se largó para olvidarse de los problemas familiares, sé que tiene una familia en otro estado. Mis hermanas pequeñas eran realmente crueles con todo el mundo e iban a su bola, desaparecieron de un día para otro. Mi madre y yo nos volvimos locos buscándolas, hasta que nos enteramos que se habían ido en un autobús a un pueblo, mi madre fue a buscarlas y nunca supe nada más de ellas. 

Mi hermano estaba siempre fuera de casa, metiéndose en peleas y escapando de la policía pero era el único que me trataba bien. Me llamaba mocoso, despeinaba mi cabello y me defendía de los imbéciles. Él me enseñó a defenderme y me metió en el boxeo. Prácticamente me crio, él ganaba el dinero y me animaba a que estudiara porque decía que yo era inteligente, no como él. Nunca estuve de acuerdo con eso, siempre pensé que mi hermano era realmente inteligente, sabía hacer cuentas enormes de cabeza y sabía mucho sobre lo que gustaba. Habría sido un buen estudiante, podría haber sido un buen mático si no fuera por la familia que tuvo. Mi hermano tuvo que dejar de estudiar para mantener a la familia aunque fuera con medios ilícitos, pero cuando todos se largaron y nos dejaron solos, volvió a sus estudios. Nos mudamos a una habitación en un piso que compartíamos con varias personas. Me ayudaba a estudiar y me animaba a cantar siempre que podía. Me gustaba pasar tiempo con él, me gustaba boxear con él, me gustaba verle sonreír y reír con ganas cuando desafinaba en una canción o fallaba en un ejercicio de mates, que según él, era demasiado fácil, en realidad, siempre fallaba queriendo porque adoraba verle reír. Por mis cumpleaños siempre pedía que todo se quedara así, con mi hermano a mi lado, siendo jodidamente feliz, quería despertarme todas las mañanas y verle sonreír, pero el destino no me concedió mi deseo. 

Mi hermano tuvo un accidente en verano, un quince de agosto. Volvía de dar clases particulares de mates, estaba en su tercer año de carrera y seguía dando clases de boxeo pero había dejado de meterse en líos y la policía siempre lo ponía como ejemplo a los más jóvenes. Para mi hermano fue bueno que nuestra familia se fuera, para mi también, porque me quedó él, el único al que de verdad le importaba. No murió, nunca lo hizo, lleva en coma desde aquel día. Me quedé a su lado, nunca me alejé, pero conforme fui creciendo el dinero se acababa y necesitaba dinero para mantener a mi hermano en el hospital, así que abandoné mis estudios y me dediqué a competir en el boxeo y en las carreras. Cuando llegué a cierta edad, ocurrió lo de la chica, me culparon de violador, y conocí al padre de Raina. Después de ese día, visité a mi hermano una vez más y me despedí para luego mudarme de ciudad. 

Volver aquí era una oportunidad para encontrar a mi hermano, pero nunca pensé que su cama ya estaría vacía.

—¿Puedo ayudarle, señor?—me giré ante la pregunta de la enfermera. Era una mujer mayor, de unos 65 años.

—Yo, estaba buscando a mi hermano, Luke Locke, le decíamos LL, es un chico, bueno, ya será todo un hombre, no sé como será ahora pero era rubio oscuro, de ojos celestes, muy muy guapo y—

—Lo siento, el joven Locke dejó el hospital hace años.—dijo con una triste sonrisa.

—¿Sabe... sabe dónde fue?—pregunté nervioso.

—Ni idea. Cuando despertó y le preguntamos por su familia dijo que sólo tenía un hermano pequeño. Había un niño que venía a verlo durante años pero desapareció, se lo dijimos.—explicó.

—¿Y... y qué pasó?—pregunté curioso.

—Contra todo pronóstico, se rió—eso me sorprendió—. Dijo que se alegraba de que se hubiera ido, que su hermano merecía una buena vida y que él no se la podía dar. Estuvo unos meses hasta que se recuperó por completo, no podía mover las piernas pero tras mucho esfuerzo, consiguió recuperar la movilidad. Nos dio las gracias por todo y se marchó, no nos dijo a dónde.—dijo negando con la cabeza.

Fuck the Gallaghers (Shameless)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora