Capítulo 30: ¿Embarazada?

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—¿Qué sillas te gustan más?—me preguntó Kyle.

—Me gustan todas.—dije encogiéndome de hombros mientras le daba de comer al bichillo que tengo por hermano.

—No eres de gran ayuda, Raina.—dijo el rubio riendo.

—Elegiremos a suertes.—dijo mi padre haciendo que lo mirásemos. Tenía un intravenosa en su brazo y su rostro cada día tenía más color, además había comenzado a recuperar pelo. 

—No vamos a echar nuestras sillas a suerte.—dijo Kyle serio. Mi padre rió.

—Deja de reírte, papá.—dije seria.

—Dios, ¿aún estáis enfadados?—preguntó bufando.

—¡Te peleaste!—dije levantándome haciendo que Jason se asustara—. ¡Te peleaste en medio de la calle con un tipo borracho!—dije molesta.

—¿Qué querías que hiciera, Raina?, ¿quedarme quieto?, ¡iban a pegar a ese chiquillo!—dijo molesto.

—Podrías haber llamado a Nate o a mi.—dije abriendo los brazos.

—Cariño, no eres Flash y Nate no estaba de servicio.—dijo frunciendo el ceño.

—Podrías haberte desmayado o algo peor papá, aún estás débil.—dije molesta.

—No estoy débil.—refutó. Kyle se levantó para presionar sobre una de las heridas de mi padre haciendo que se quejara.

—Sí estás débil.—aseguró Kyle volviendo a sentarse. Reí y Jason rió conmigo. Spitzer rodó los ojos.

Mi padre siempre se hace el héroe y su salud no iba a impedírselo, así que salvó a un chiquillo en un callejón y es maravilloso porque todos deberíamos hacerlo pero eso le costó una paliza que le llevó al hospital. El chico ni le dio las gracias. 

Vi como Kyle ayudaba a papá a levantarse y a moverse por la sala. Entre su enfermedad y la paliza había perdido movilidad. Todos miramos a la puerta cuando se abrió dando paso a Mickey.

—Hola, ¿qué tal, familia?—dijo sonriente. Mi padre se acercó para abrazarlo—. ¿Tienes su descripción? Puedo buscar al tío.—dijo mi amigo serio.

—No vas a buscar a nadie, ya hemos tenido suficientes problemas.—dijo Kyle haciendo que mi padre se sentara en una de las sillas de la sala.

—Hola, enana.—dijo al verme.

—Hola Mic, ¿podemos hablar?—pregunté levantándome.

—Claro—asintió desviando la mirada—. Oh, Spitzer, tu hermano dice que le debes cien dólares—Kyle y yo le miramos y mi padre frunció el ceño confundido—. Dice que le prometiste que le darías cien dólares si te metías en algún lío.—explicó Mickey. Reí al ver el gesto de mi padre.

 Reí al ver el gesto de mi padre

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Fuck the Gallaghers (Shameless)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora