MARIONETAS DEL DESTINO

Capítulo 20

Ingrid se reunió con su madre. Azucena estaba muy emocionada al ver a su madre. Ingrid la observo era una mujer hermosa a pesar de los años y de los hijos

—Hija de mi corazón, Dios mío gracias por traerme a mi hija. Lo dijo abrazándola.

—Mamáaa... mamacita hermosa, cuanto te extrañe.

Ingrid la observo, su memoria la recordaba, la misma mujer humilde.

Las dos mujeres fueron llevadas a almorzar, Ingrid se abrazaba a su madre, tenia miedo de encontrarse con Alejandro.

En las horas de la tarde se encontraron con Alejandro. Ingrid lo vio venir hacia ellas.

—Madre, tengo miedo de encontrarme con Alejandro.

—Hija, el se preocupo mucho por ti, te ha buscado, ese hombre te ama.

Alejandro fue hacia ellas abrazo suavemente a Ingrid. Se sentía tan cómodos, no necesitaban hablar, Ingrid se dejó abrazar. Su bebe y ella se sentía feliz.

—Hola esposita, bebe como estas le dijo sobándole el estómago, Tu como estas.

—Bien, dicen que eres mi esposo, no logro recordarlo. Lo siento.

—No te preocupes, cuando llegues a nuestro departamento te sentirás mejor.

—No me acuerdo si no de antes del accidente, me acuerdo de mi madre, de mi hermano. Cierro los ojos y trato de recordar, pero no lo logro.

—Bien, no te preocupes, tenemos mucho tiempo para recordar los dos. Quiero dedicarme a mi bebe, es nuestro primer bebe. Quiero explorar cada una de sus etapas.

—El bebe es muy inquieto. Le encanta la música. Se mueve cuando escucha un merengue. María Engracia dice que va hacer futbolista.

—Que sea lo que quiera ser, en lo que decida tiene todo mi apoyo.

Alejandro lo decía porque el quiso ser artista (cantante) y su familia no lo apoyo. No le gustaba este medio de suscitar. Le apoyaron para que estudiara Comercio exterior. Hizo un posgrado en negocios internacionales. Se dedico a gerenciar la multinacional de su familia. Tenia muchas obligaciones, Sus hermanos no les gusto seguir la carrera de su padre, su hermana se dedicó a viajar.

—Hermanito te dejo todo el crédito a ti, a mí no me gusta tener nada que ver con esos buitres. Te apoyare en todo lo que decidas, cuentas con mi voto. Le dijo su hermana. Dándole un abrazo y un beso en la mejilla. —Te amo, te admiro, eres mi sensey.

Alejandro se vio comprometido con su padre, ninguno de sus hermanos lo apoyo, se dedicó a ayudarlo, se dedicó a sus estudios. Se graduó con honores. Cuando se aliaron con Alfonso, su padre propuso que se casara con Alexa. La única condición que puso era su libertad.

—Si es un matrimonio por conveniencia, está bien, pero no quiero que ella se meta en mi vida. Que ella haga lo que quiera y yo are lo mismo.

Alexa acepto su abuelo se lo aconsejo, su padre y su madre la obligaron a tomar este matrimonio forzado.

Alexa entro a la universidad por tener contexto a su abuelo, que le aconsejaba que estuviera a ala altura de Alejandro. Ella lo hizo porque la dejaran en paz.

Ingrid, Alejandro y Margarita viajaron por tierra, Íngrid tenía seis meses de embarazo, no era aconsejable viajar en avión, hicieron estaciones, lo recomendable era que ella se sintiera cómoda, Alejandro la consintió, le dio gusto en lo que quería comer. Tenía muchos antojos. Comió helado de vainilla con chispitas de chocolate. Se antojo de frase de café. Le encantaba el café en todas sus facetas.

—Esposita, tus gustos no han cambiado.

—Esposito si me encanta el café, aprendí a elaborar platos con pescado. Te voy a preparar un arroz con coco, unas butifarras.

—Esposita si eres tú, eres la misma lo dijo abrazándola Ingrid se rio.

—Que te preparaba, cual era tu comida favorita.

—Todo lo que preparabas me gustaba, hasta el café, soy adoptó a él.

—Esposito que bien. Donde nos casamos, nuestra luna de miel en donde la pasamos.

—Nuestra luna de miel la pasamos en una isla, te la pasabas jugando con Toby. Buceaste, surfeaste.

—Quien es Toby.

—nuestra mascota un chihuahua. Pero. desapareció contigo. No lo pudimos encontrar.

—No. yo quiero una mascota se quejó Ingrid.

—No, hija no puedes tener mascotas, espera que tu hijo tenga un año, y adoptas otra mascota. Por favor deja de ser caprichosa. Hazme caso.

Enci Silva