Bruno llego al pais, se mantuvo al margen de la sonada boda de Alexa. En la universidad los compañeros comentaban que el decano se casaba con ALexa. Los rumores llegaron a Paola. De la noche a la mañana Paola perdió todo interés por Bruno. Decidido irse de gira. Bruno se dio cuenta que Paola se había olvidado de él. Se le paso el amor. Bruno estaba acostumbrado a terminar sus relaciones así. Sin tanto drama. EL reinicio su vida normal. Eso pretendía. Decidido visitar a su hijo. Le llevo varios obsequios que le había traído del exterior.
Bruno Alejandro lo vio y grito
—Papá, papá se lanzó a sus brazos.
—Hola hijo. Lo alzo y le beso las mejillas. Fueron muchos besos.
Alexa no se encontraba. Bruno quiso pasar la tarde con Bruno Alejandro.
—Señora Azucena, ¿Quiero llevar a mi hijo al parque?
—Claro Bruno. Ya lo cambio. Para que se vayan a pasear.
Alexa llego y pregunto por su hijo. Ella lo había visto en el parque del barrio, solo pregunto por no dejar.
—Se fue con Bruno al parque.
—Se acordó que tenía hijo. Que bonito. Llego hace una semana y estas son las horas de aparecer.
Alexa no salió a recibir al bebe la señora Azucena lo recibió
Ingrid estaba en trabajo de parto. Alejandro estaba en la sala de recepción, Bruno decidido acompañarlo.
—Hermanito, esta es la parte más incómoda.
—Bruno, si la espera desespera. Lo único que pido es que Ingrid este bien. Que mi bebe Nasca sanito.
—Dios quiera. Yo le estoy pidiendo a todos mis santos que todo salga bien. Dijo Azucena
—Señora Azucena usted porque no les pide a todos sus santos por Alexa. Para que le baña bien en su nuevo matrimonio. AL paso que vamos quien sabe cuantos padrastros baya a tener mi hijo.
—Marica, te invito a tomar un café se me cierran los ojos de sueño. Dijo Alejandro jalándolo de la mano.
Al llegar a la cafetería de la clínica Alejandro aconsejo a Bruno.
—No seas huevo como se te ocurre decir eso. Esa señora tan rezandera que es. Esta bien que no quieras nada con Alexa, pero tu bebe se la paso veinticuatro siete con la señora Azucena.
—Alexa me tiene muy desilusionado. No quiso casarse conmigo porque no le gusta el matrimonio. Decía que me amaba, hace unas semanas me odiaba y ahora no me puede ver.
—Relájate, deja que pasen la tempestad. Según me ha dicho Ingrid ella no sabe a que horas acepto casarse. Esta buscando un pretexto para romper el compromiso.
Volvieron a la sala de espera.
—Alejandro ya nacido la beba es una hermosa niña. Dijo La señora Azucena.
Alejandro hablo con el pediatra que atendió a su bebe, la bebe estaba bien, Ingrid tuvo un parto normal. En la mañana Alejandro vino a la clínica a conocer su bebe.
—Hola hermosa como estas. Vio a su hija dormir junto a Ingrid. El alzo en sus brazos. Eran una beba pequeña, rosadita. No habría los ojos.
—ES hermosa no te parece Ale.
—Es una ternurita. Sara Ximena es hermosa. Le dio un beso en la mejilla, como estas espositas.
—Bien esposito. Lo normal, un poco adolorida. Me siento cansada.
—Te amo. Tu lo sabes. Voy a planear mi cirugía. Voy hacer la vasectomía. Tu dices que solo vamos a tener estos dos bebes, Yo estoy de acuerdo.
Alexa no salía de su asombro. Amaba a Alejandro. Rezaba para que las cosas en su matrimonio siguieran igual. Le dieron de alta a Ingrid. Paso la dieta en el apartamento. Azucena la cuidaba con esmero, Alejandrito la miraba, observaba a su hermanita, Alejandro le compro un carro eléctrico y se lo regalo a nombre de su hermanita Sara Ximena.
Bruno también se dedico a Bruno Alejandro. Pasaban los días y su hijo crecía. Azucena cumplido años y lo celebraron en la pastelería. Alexa hizo una torta de tres leches. Fue Íngrid, Alejandro y los bebes. Bruno llego al final de la reunión. Estuvo tomando wiski. Alexa lo vio llegar.
—Hola Alexa. ¿Para cuándo es la boda? ¿Cuándo me das la invitación?
—Hola Bruno. No... No está invitado. No creo que te importe nada de mi vida. Mi vida es privada. Que seas el padre de mi hijo, no te da la autoridad en meterte en mi vida.
—Qué bueno. Me alegra que te vayas a casar. Ojalá seas muy feliz. Solo quiero que me respondas una pregunta. Estoy algo intrigado.
—Bruno estamos celebrando el cumpleaños de mi madre. Te pido por favor que esta conversación la tenga ustedes dos. En privado Dijo Ingrid
—Pregunta. Si puedo saciar tu curiosidad lo hare
—¿A qué santos le rezas? Quien te hizo el milagro. Tu decías que te morías por mí, pero hoy estas muy viva. Estas feliz, me alegra que estés tan contenta. De ahora en adelante le voy a rezar al mismo santo. Yo cambie todo por ti. Solo quería tener una familia contigo. Te felicito te vas a casar, pero no te cases de blanco. Cásate de color morado. Porque el día que des el SI EN ESE ALTAR, VAS A ENTERRAR AL PAPA DE TUS HIJOS.
—Bruno. Vamos. Alejandro lo tomo por el brazo y lo llevo hacia la puerta. —¡Huevón cálmate! ¡No la embarres!
La señora Azucena se sentó a tomar un vaso de agua.
—Bruno podrá ser el padre de Bruno Alejandro, pero no le permito que me falte al respeto. Que se burle de mi fe. Le dijo a Ingrid
Enci Silva

ESTÁS LEYENDO
MARIONETAS DEL DESTINO
Mystery / ThrillerIngrid, era una joven estudiosa, callada, encerrada en si misma. Desque tenía razonamiento le había tocado abrirse paso por la vida luchando. Su madre y ella luchaban para sobrevivir, las dos trabajaban, por más que lo hacían no podían salir del fon...