En la mañana Azucena se dedicaba a despertar a Alexa, le hacia bulla, le quitaba la cobija. Era una lucha despertarla.
Entraba a la ducha y duraba una hora. Luis le gustaba molestarla
—Hermanita te vas a volver pescado. Así te quedes una hora allí metida tienes que lavar la losa, del desayuno.
—¡Quieres morir Luis! ¡deja de fastidiarme! ¡Si quieres ver los platos limpios, pues lávalos!
Le estaba enseñando a cocinar. Alexa siempre fue muy folclórica, no le ponía ganas a nada. Si embargo por complacer a Azucena trataba de aprender.
El que se quejaba era Luis.
—Mamá porque no la mandas a ayudar aquí en la cafetería, hoy toca de nuevo arroz ahumado, esa sopa le quedan aguadas, mejor tomamos agua de la llave. Se lamentaba Luis
Azucena iba y revisa lo que estaba haciendo Alexa, esta estaba hablando por celular.
—Hija deja ese aparato y ponles cuidado a las ollas.
—Madre tranquila, ya casi esta todo. Mira que hoy me esta quedando delicioso. Madre viene un amigo esta tarde. Voy a salir con él.
—Claro hija. Te puedes ir, no mas ten cuidado, mira que hay amigos entre comillas que solo quieren acostarte contigo y si te vi no me acuerdo. Hija cuando vas conmigo a la iglesia.
—Madre, yo no creo en tus santos, pero no te preocupes, yo se cuidarme muy bien, el que se propase conmigo se gana su buen bofetón.
Alexa continuo igual, se ganó el corazón de su madre y de su hermanastro. Se dedico a ayudarla en la cafetería.
Alexa le gustaba ver videos en el celular. Si llegaba un cliente le fastidiaba
—Buenos días señorita. Regálame 2000 de pan bien calientico.
—No hay pan caliente.
—Bueno véndame del que hayan hecho hoy.
Luis se apresuraba a despacharlo. Y cuando el cliente se iba
—¡Que bien así si vamos a progresar! ¡quieres correr todos nuestros clientes!
—¡Mira mocoso!¡déjame en paz! todo lo que hago te fastidio.
—No, porque tu no quieres servir para nada. Ya no tienes nada, si quieres vivir con nosotros te toca ayudar, o si no te vas largando de aquí, este lugar no es para ti.
—¡Mierda, si jodes! Mira cállate que llego un cliente.
—Buenos días, señorita regálame un pan de queso., tostadas, y biscochos.
Alexa le empaco todo lo que el señor le pidió.
—¿Cuánto le debo?
Alexa dudo un segundo cogió una calculadora, sumo.
—Cuatro mil pesos.
Luis se dio cuenta que Alexa podía atender la cafetería, no era boba, lo que era una caprichosa.
Alexa le gustaba escuchar música metálica. A Luis le gustaba la música Rock. Era en lo único que consideran.
Alexa le encantaba las tortas quería hacer escribirse en un taller de pastelería.
—Madre, regálame para inscribirme, hago postres, tortas y las vendemos
Aquí.
—Estas locas, se te quema hasta el agua ya hora quieres hacer postres dijo Luis.
—Hija inscribiste, Luis déjala en paz, por favor.
Alexa empezó el curso de pastelería. Le encantaba el instructor. Jorge vio a Alexa como conquista fácil.
Bruno volvió al país y pampo a Alexa.
—¿Hola linda como estas? Dijo Bruno
—Hola pedazo de porquería, como te atreves a llamarme.
—Ale, yo estuve fuera del país estudiando, al volver me di cuenta que mi hermana te echo de mi apartamento. ¿Linda porque no nos encontramos y hablamos?, ven a mi apartamento.
—¡Que dijiste, la llamo le hablo bonito y la tonta cae, pues no, si estas muy caliente báñate con agua fría, jodete, vete para tus tres mierdas!¡Muerete!
Alexa colgó, cogió su celular y lo aventó contra la pared. Se tiro al sofá, cogió a pumas el cogen diciendo
—¡Mierda... Mierda! La embarre. Ojalá me vuelva a llamar lo decía llorando.
—Hija Cálmate. No llores le dijo Azucena abrasándola.
Enci Silva.
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MARIONETAS DEL DESTINO
Misteri / ThrillerIngrid, era una joven estudiosa, callada, encerrada en si misma. Desque tenía razonamiento le había tocado abrirse paso por la vida luchando. Su madre y ella luchaban para sobrevivir, las dos trabajaban, por más que lo hacían no podían salir del fon...