Capítulo 5

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Hoseok era de ese tipo de personas que salía de casa con tiempo de sobra pero que por un motivo u otro siempre llegaba tarde. El sudor cubría su frente cuando entro en la universidad,  debía dar una conferencia a los estudiantes de periodismo del campus pero parecía a punto de morir por falta de aire.

Estaba en forma sin embargo los nervios mezclados con un rápido desayuno y una carrera a contrarreloj por el medio de la ciudad no ayudaba a que sus pulmones funcionasen con normalidad. Necesitaba un coche nuevo.  Uno que no lo dejara tirado cada dos por tres.

Poso las manos sobre sus rodillas y se tomo unos segundos antes de quitarse la corbata,  empezaba a ser molesta. Desabrocho dos botones de la camisa sintiendo como el aire frío del invierno chocaba contra su mandíbula descendiendo hasta el principio de su pecho. El sudor llegaba hasta esa zona empeorando la pulcra imagen que a el le hubiera gustado mostrar.

Camino por los pasillos sabiendo a donde dirigirse, había ensayado esa charla muchas veces pero ahora su cabeza parecía no recordar prácticamente nada.

Entro al salón de actos tropezándose y prácticamente corriendo hacía el pequeño escenario. Algunas chicas lo miraron, Hoseok despreciaba su cara, pensaba que era una de las personas más feas de este mundo. Sin embargo muchas de las alumnas de periodismo que estaban en la sala clavaron los ojos en su cuello brillante e inspeccionaron cada pequeño detalle de su tez cerciorándose de que el hombre era realmente guapo.

—Perdonen la tardanza —se disculpo ante los profesores —Mi coche se ha estropeado a mitad de camino.

Los profesores allí presentes le sonrieron, quizás porque denotaba el mismo nerviosismo que un niño pequeño en su primer día de clase o tal vez simplemente para no parecer maleducados. 

Respiro profundamente antes de colocar sus papeles sobre el estrado. Trago con fuerza y observo la sala repleta de estudiantes dispuestos a evaluarlo sin ningún tipo de censura.

—Mi nombre es Jung Ho Seok, hoy estoy aquí para hablaros de la psicología a través de la filosofía y la autoayuda. Como muchos sabréis Descartes desenvolvió un ejercicio llamado duda metódica, esta pone en duda los sentidos….

—Perdone —Hoseok levanto la mirada nervioso. Ni siquiera llevaba un minuto hablando. Una chica de cabello rizado se recolocó las gafas antes de volver a hablar—No entiendo porque la duda metódica y la psicología se mezclan. La psicología usa la razón a la par que los sentimientos para evaluar.

Hoseok sonrió,  esperaba esa pregunta pero no tras su primera frase.

—Tu nombre —dijo señalándola y llevando las manos hacía sus bolsillos para evitar el tembleque ocasionado como fruto del pánico a hablar en publico.

—Yuqi…

—Bien Yuqi ¿nunca te han enseñado a dejar que una persona acabe de hablar antes de empezar a debatir o preguntar?  —Yuqi sujeto con fuerza el bolígrafo y lo miro a los ojos. Hoseok se había sentado sobre las escaleras del pequeño escenario, la manzana en su cuello se marcaba a cada respiración que daba y eso la distrajo. Quiso responderle pero en lugar de eso mantuvo silencio —Lo que iba a decir es que la psicología en la que he estado trabajando usa la duda metódica como ejemplo para encontrar un equilibrio de bienestar en el que los sentimientos y el sentido común impuesto por la sociedad en la que nacemos no influya de forma directa. Si algo te hace feliz siguiendo el ejemplo de esta filosofía simplemente uno debería experimentarlo. ¿Por qué no acostarse con dos mujeres diferentes si a uno le gusta el sexo? ¿Estar en una relación debería influenciarte para evitar el deseo o alentarte a buscar nuevas formas de diversión con la persona que te frena? Si te preguntas porque he usado el ejemplo del sexo te diré que es el tabú social que más prejuicios desencadena sin ser algo que mate o dañe. ¿Por qué deberíamos sentirnos coaccionados a hablar o practicar lo que nos gusta cuando causa felicidad en nuestra psyque? 

ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora