Capítulo 24

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Jungkook jugueteaba nervioso con sus manos mientras una canción sonaba en la cafetería del hospital a un volumen realmente bajo. En ocasiones se encontraba a sí mismo haciendo en esfuerzo para lograr distinguir las palabras que narraba la letra, en cualquier otro momento ese ambiente tan aburrido y plano lo hubiera estresado sin embargo ahora, justo en ese instante su mente agradeció la tranquilidad que desprendía. Y tal vez se equivocaba al denominar el lugar como "tranquilo" pues se hayaban en una clínica médica pero podría afirmar sin duda que tras las últimas horas de incertidumbre prefería sentarse en una silla sosteniendo una taza de leche caliente mientras una canción recorría cada centímetro de su cuerpo antes que mantenerse en tensión en una sala de espera mirando a la nada o tratando de respirar con normalidad a pesar de la alta y exagerada calefacción.

—¿Puedo sentarme? — Jungkook alzo la mirada encontrandose así con la mirada de un Min Yoongi con aspecto cansado.

Su cabello negro estaba completamente despeinado y su cara era un desastre dejando ver una palidez producto del agotamiento en lugar de por efecto de su nivea piel. El chico lo miro atentamente durante un par de segundos con ojos repletos de lo que a Jungkook le pareció tristeza. No pudo evitar fijarse en sus manos temblantes por los nervios.

—Haz lo que quieras — su voz sonó ronca debido a la gran cantidad de tiempo que estuvo en silencio. Se permitió suspirar en alto tras apartar la vista del músico — Apuesto a que si hubiese dicho que no sólo sería una acción incentiva para ti. ¿Me equivoco?

Yoongi observo por un momento al chico de cabello decolorado antes de asentir con una pequeña sonrisa. No le acababa de agradar pero agradecía en silencio que su pequeño Taehyung se rodease de amigos dispuestos a cuidarlo en los peores momentos.

—No lo haces. No soy el tipo de persona al que le guste obedecer, podría pensarmelo si me interesara tu opinión pero lo cierto es que me importa una mierda lo que opines de mi.

Jungkook alzó una ceja riendo con el sarcasmo apareciendo en sus acciones. No le gustaban las mentiras, mucho menos cuando la propia persona que las decía parecía creerselas .

—No presumas de tu desobediencia Min. Si realmente te importara tan poco como dices lo que los demás piensen te lanzarias fuera del armario. —Yoongi bufo en alto captando la atención de Jungkook — No soy el tipo de persona que juzga a los demás. Toma esto como un consejo; si no crees en lo que eres ni confias en tu capacidad para elegir tu forma de vida nadie tomará en serio lo que intentes defender.

Dos segundos, quizás menos fue lo que le llevo al músico sentirse avergonzado. ¿Su vida era una mentira? Quizás en algún punto entre sus deseos y el querer complacer a sus padres se convertio en otra víctima de lo que estés desean. Es cierto que se enfrentó a ellos para lograr estudiar música en la Academia de Artes de Seúl, jamás le ayudaron en nada. Trabajo durante noches de invierno y días calurosos de verano para pagar la matrícula, seguía trabajando siempre que le daban empleo, continuaba defendiendo sus sueños pero ¿que pasaba con su sexualidad? ¿Estaba asustado de lo que pensarían sus padres o de lo que pensaría el mundo? En Corea admitir públicamente la homosexualidad significa tirarse de cabeza a las fieras de una sociedad conservadora. Si quería ser alguien tendría que sacrificar muchas cosas, entre ellas el amor.

—Quiero ser un gran productor Jungkook. Me gustaría escuchar mis canciones en la radio o ver mi trabajo en las mejores listas musicales, que mis videoclips lleguen a los diez millones en sólo un día. Quiero triunfar pero jamás lo lograré si es un hombre el que se acuesta a mi lado cada noche, por mucho que la idea me agrade. Da igual cuanto quiera estar con una persona, la música siempre será mi primer amor. Esa es mi vida, lo único que necesito para seguir respirando.

ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora