ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]

Capítulo 27

Las manos de Jungkook rodearon la cintura de Jimin acercándolo más a él, los ojos del fatalista se clavaban en su mirada brillosos por las ya casi inevitables lágrimas. Sus manos se habían afianzado con fuerza a los anillos que el collar sostenía por medio de una fina cadena de plata y en la calle ahora reinaba la calma. Ni una sola gota de la lluvia que antes se precipitaba en forma de diluvio y que había ocasionado el cierre de innumerables aeropuertos y carreteras, el agua se acumulaba, bajaba por las carreteras de forma precipitada como señal de la gran cantidad de lluvia que había golpeado Seúl en los últimos dos días o ya no caía del cielo con esa velocidad pasmosa a la par que peligrosa. La luna comenzaba a brillar entre las nubes cuando Jimin paso el dorso de su mano sobre la mejilla de Jungkook acariciando su suave piel.

-Me encantaría ser tu novio si es lo que tú también quieres - Jungkook sonrió con sinceridad satisfecho ante la respuesta del fatalista. Jimin siempre anteponía lo que los demás querían a lo que él mismo deseaba.

-¿Crees que si no lo quisiera estaría aquí preguntandolo cuando es algo que me pone realmente nervioso? Es más, ¿crees que me hubiera dejado follar si no te quisiera Jiminie? - el fatalista llevo sus labios deseoso hacía el chico suicida y con suavidad paso la lengua por la boca de este delineando cada zona con lentitud.

-No creí que harías algo así, dejarte follar, los anillos... No cuadra con tu personalidad Jungkook. Yo te quiero en mi vida, como mi pareja pero tengo miedo de que te canses de mí. Tengo las ideas claras acerca de como me gustaría llevar a cabo una relación y sé que lo esencial para que pueda ser feliz es tener a mi lado a una persona que me demuestre que me quiere cada día.

Jungkook frunció el ceño confuso, no entendía lo que Jimin le quería decir. Hace solo unos segundos la respuesta parecía afirmativa pero ahora se acercaba más a la negación.

Lo apretó más contra su cuerpo, aún estaban desnudos. Podía sentir la piel suave y caliente de Jimin bajo la palma de sus manos mientras acariciaba su espalda con mimo. Por primera vez en su vida no quería escuchar un no por respuesta en el terreno del amor, por primera vez deseaba con todo su corazón intentar algo con una persona.

-Llámalo relación o exclusividad, llámalo como quieras pero me apetece estar contigo Jimin. No sé mucho sobre el amor pero intentaré que te sientas querido. Cuidaré de ti. Te ayudaré en lo que necesites. Nunca te mentiré. ¿No son esas las bases de una buena pareja? Sinceridad y amor. Es lo que yo puedo ofrecerte, me conoces. Sabes que cuando se me mete algo en la cabeza tengo que hacer todo lo posible por conseguirlo.

-Ese es el problema Jungkook, lo das todo en el proceso pero cuando lo consigues deja de interesarte, tengo miedo de ser uno de esos objetivos tuyos que solo te importan durante un período concreto de tiempo y después apartas - Jimin abrazo a Jungkook buscando apoyarse más a sí mismo que al chico - pero si prometes que lo intentaras entonces yo necesito decir que sí, que quiero ser tu novio. Ambos arriesgamos algo empezando esta relación.

El chico suicida respondió a las palabras de Jimin con un beso cálido y lento sin embargo no dejaba de preguntarse que era lo que el fatalista creía que estaba arriesgando. Lo cierto era que no se arriesgaba a nada, sentía algo por este así que empezar una relación era algo positivo. Y si se cansaba de él al final Jimin sería el dañado.

Jungkook pensaba que no se arriesgaba a nada pues en su ecuación no entraba la hipótesis de ser víctima en lugar de verdugo. En sus pensamientos la posibilidad de que fuese Jimin quien se cansara de él no tenía cabida porque el fatalista le había expresado en gran cantidad de ocasiones lo mucho que lo quería. La naturaleza egoísta de Jeon Jungkook latía tan fuerte como su corazón pero estaba enterrada mucho más profundo en su pecho. Le bastaba con saber que Jimin no podría escapársele entre las manos pero la arena blanda puede causar heridas graves si entra en tus ojos y colarse entre tus manos con la misma facilidad que el agua.