Capítulo 37

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Jungkook tomo asiento en uno de los taburetes de madera oscura del Dream Palace y le pidió a la camarera la bebida más fuerte que tuvieran disponible. Su mirada se dirigió hasta las ventanas cubiertas por el vapor que provocaban las respiraciones aceleradas de las personas en el interior del local, las luces de los carteles de neon brillaban en contraste con el encapotado cielo que cubría Seúl. Las lluvias asolaban la ciudad de nuevo.

"Dos semanas" — se recordó a sí mismo — "Dos semanas desde que no lo veo. Ni siquiera he sabido nada acerca de como está. Lo echo de menos "

Con las manos temblorosas debido a su estado de embriaguez se llevó la copa a la boca y trago la substancia agria, el alcohol quemaba su garganta logrando que sus ojos se cerrasen ante el repentino sabor. Se levanto y camino alrededor del local con una botella en la mano, sus ojos se clavaron en la chica que bailaba sobre la tarima. Era bonita, buen cuerpo, más morena de lo que a él le gustaba pero no en exageración. Sin embargo no le apetecía, esa noche estaba buscando a un hombre. Quería ser follado con fuerza, de la forma en que Jimin solía hacerlo cuando lo enfadaba con alguna tontería.

Encontró a un muchacho decente, Minhyuk, sin embargo este no estaba interesado en realizar el papel de activo. Jungkook suspiro frustrado y siguió dando vueltas torpes alrededor del lugar, su vista comenzaba a volverse borrosa por la absenta. La copa en la mano derecha y la botella amediada en la izquierda, volvió a beber. Esta vez lo hizo de forma lenta observando la gente que se encontraba bailando ante sus ojos, buscando alguien que llamará su atención.

Entonces lo vio, sobre el escenario. Un muchacho alto, prácticamente desnudo y con un cuerpo tremendamente musculoso. Se acercó lentamente a él, sus ojos se pasearon por las piernas de este. Era totalmente distinto a Jimin, no había ni un rastro de esa delicadeza preciosa que el fatalista llevaba impregnada por cada zona del alma. Sus ojos no brillaban como lo hacían los de su ex novio, ni la sonrisa que le dedicaba mientras bailaba hacía que el corazón se le volviera loco en el pecho.

—¿Cuanto por una jodida rápida en los baños? — pregunto dejando la copa a un lado por primera vez en la noche.

—No soy un gigolo — le contesto bajando del pequeño escenario para ponerse ante él — pero acepto el sexo gratis.

Jungkook asintió, no hacía falta conversar mucho más. Ambos estaban interesados en una follada rápida y eso era todo lo que tendrían. No necesitaban intercambiar números, charlar o besarse. No. Los besos eran de Jimin. No besaría a un chico con el que no compartiría más de una madrugada. Las noches también eran para Jimin y aún no le había regalado ninguna completa.

El chico lo arrinconó contra la pared con fuerza y prácticamente le arranco los pantalones para a continuación colar la mano bajo su boxer y comenzar a masturbarlo. Ni rastro de la delicadeza que Jimin mostraba incluso en medio de la fuerza, pero le daba igual, quería olvidarse de él, quitarse todas las imágenes del fatalista de la mente. No lograba pensar con claridad.

Pasaron solo algunos minutos hasta que sus boxers calleron en el suelo y el muchacho comenzó con las penetraciones.

—Duele — dijo Jungkook tratando de apartarse.

—Dijiste que querías algo fuerte — le respondió el chico sin dejar de moverse con rapidez.

Le dolía, sus piernas temblaban de puro dolor. No. No temblaban por el placer que le producían las estocadas profundas, limpias y rápidas de Jimin porque él no era quien lo estaba follando, porque él no lo había preparado con una delicadeza regia y placentera. Con besos cariñosos, palabras endemoniadamente melosas, caricias que se perdían en sus muslos, Jimin no estaba allí. No volvería a estarlo y al fin lo percibía con total claridad.

ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora