ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]

Capítulo 26

"Y ahora estamos llorando, amándonos. Y ahora estamos peleando, tocándonos. Se siente como si estuviera haciendo el amor con mi enemigo"

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La lluvia chocaba y se dispersaba por toda la ropa de Jungkook mientras las gotas que descendían por su cabello caían en armonía sobre la piel de su cara. Sus manos se sumian en un tenue tembleque, dolían por la humedad y el viento frío, era Navidad por lo que las calles en horas como esa parecían desiertas sin importar que se tratara del centro de Seúl. El paraguas le habría resultado del todo inútil incluso si se hubiera molestado en utilizarlo en el trayecto del aparcamiento hasta el nuevo apartamento de Jimin.

Miró por unos segundos el viejo edificio de piedra, estaba mucho más afectado que el anterior pues la humedad se extendía a lo largo de toda la fachada. El suelo cercano a este mostraba plaquetas rotas y agrietadas por el nacimiento de hierbas malas. Le costaba asimilar que sus amigos estuvieran viviendo en un lugar de esas características, cualquiera podría pensar que se trataba de una edificación abandonada.

Podía contabilizar mentalmente al menos diez minutos, diez minutos desde que había llegado , quedándose paralizado en el mismo instante en que sus ojos vieron los nombres de Kim Taehyung y Park Jimin garabateados en un papel blanco plastificado a un lado del timbre correspondiente al piso en el que residían. Jungkook sabía por Min Yoongi que Jimin se tomaría una noche de descanso, no se quedaría en el hospital durante Navidad, aunque nada tenía que ver con la época o la festividad si no más bien con las pocas horas de sueño que últimamente enfrentaba por mantenerse al lado de su hermano de forma prácticamente constante.

Respiro profundo y dejo salir lentamente el aire de su boca, la nube de vapor creada como efecto secundario se diluyó rápidamente entre las gordas gotas de helada lluvia. Los charcos de la acera habían ocasionado que sus pies se enfriaran producto de un calzado más propicio de la primavera y no de un tormentoso invierno. Sujetaba entre sus manos con dedos agarrotados una cajita sencilla envolvida de forma torpe con papel de regalo de un color turquesa. Se notaba a leguas que era algo de última hora, algo improvisado, algo que hasta hace poco ni siquiera planeaba comprar.

Dio un par de pasos hasta llegar a la puerta de metal del portal del edificio y llevo su mano al timbre. Espero un par de segundos hasta que la voz de Jimin lo saco de sus pensamientos aleatorios acerca del estado pésimo del sitio en el que se encontraba.

—¿Quien está timbrando a estas horas? — una sonrisa se dibujó en su boca cuando escucho el tono molesto en la voz del fatalista.

—Bueno, alguien me dijo que pasarías la Navidad solo. —Se supone que iría a mi ciudad natal hoy pero han cortado el tráfico en la autopista y cancelado los vuelos por la tormenta así que pensé que sería una buena idea pasar unas horas contigo. En realidad estoy congelándome, ¿vas a dejarme pasar? — se sentía idiota hablándole al telefonillo de un timbre.

—¿Jungkook? ¿Como sabes donde vivo? No recuerdo haberte dado mi nueva dirección. —Espera, ¿estás ahí fuera con esta tormenta? Dame un segundo, ahora te abro la puerta.

Solo pasaron un par de segundos hasta que Jungkook sintió el sonido de la puerta del portal abriéndose. Los nervios empezaron a colarse en su cuerpo cuando sus pies se posaron en el tercer piso del viejo edificio, podía ver la silueta de Jimin apoyado en la puerta. Llevaba un jersey que le quedaba grande y unos pantalones de pijama flojos. Su cabello estaba despeinado, como si se hubiese pasado horas tratando de dormir sin llegar a conseguirlo.

Camino con la mirada hacía el frente, repentinamente estaba ansioso a la par que confundido. Jamás antes se había sentido de esa manera con alguien, además, todo solía ser fácil con Jimin. Su personalidad fluía con naturalidad cuando estaban juntos pero ahora temía cagarla una vez más.