Capítulo 25

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"La mayoría de las noches apenas duermo cuando estoy solo. Ahora, por favor no te vayas. Pienso en ti cada vez que estoy solo, así que por favor, no te vayas. Porque ni siquiera quiero saber, ni siquiera quiero ver cambiar las cosas. Porque cuando vivo yo solo (estoy por mi cuenta), quiero que todo vuelva a ser como antes y empezar de nuevo. La mayoría de las noches rezo para que vuelvas a casa. "

La mano de Yoongi tembló levemente sobre el pomo metálico de la puerta, su respiración acelerada lo obligó a intentar tranquilizarse antes de emprender el camino hacía el interior de la habitación de Taehyung. Las ojeras bajo sus ojos eran el reflejo de una noche bañada en preocupación e intentos fallidos de alcanzar la fase rem del sueño. Con frecuencia las situaciones difíciles eran aquellas a las que el músico nunca lograba enfrentarse, huía sin pensárselo dos veces o se escondía de todos los que buscasen el mínimo apoyo de su parte, así lo hizo tras la muerte de su abuelo cuando tenía diecisiete años… simplemente desapareció de Daegu durante días, sus padres no se molestaron en buscarlo. Sin embargo, algo en su mente lo estaba atrayendo hasta el bailarín. Ni siquiera había abandonado el hospital durante la noche, se negó a irse mientras los golpes siguieran presentes en la piel del muchacho. Necesitaba verlo. Quería abrazarlo y decirle que se ocuparía de castigar a la persona que le hizo daño pero al mismo tiempo le producía pánico el que sus sentimientos fueran revelados. Su estampa de chico duro al que no le importa lo que los demás sienten desaparecía por completo ante el muchacho de cabello rubio, le gustaba verlo sonreír. Jamás pensó que el primero de sus objetivos en la vida fuese protegerlo o verlo feliz pero en ese instante se encontraba en uno de los hospitales más prestigiosos del país deseando adentrarse en la habitación del bailarín para envolverlo entre sus brazos o como mínimo mostrarle su apoyo. Su cabeza parecía querer explotar con cada pensamiento contradictorio que fluía en su mente.

Convencer a su padre de que un amigo suyo había sido atracado por un ladrón en las calles de Seúl fue fácil pero pedirle dinero para pagar la clínica privada en la que ahora estaba ingresado Taehyung fue una mentira que golpeo dolorosamente su orgullo, casi como si le arrancarán la piel poco a poco. Con lentitud enfermiza.

Cerro los ojos durante un par de segundos, estaba agotado. Los pensamientos podían cansarlo mucho más que cualquier deporte anaeróbico.

Finalmente su mano se movió abriendo la puerta. Sus pasos lentos en un principio incrementaron el ritmo hasta que llegó al sillón cercano a la camilla donde Taehyung descansaba con la mirada perdida en el techo. Jimin le menciono que no tardaría mucho, así que como máximo tendría media hora antes de que este llegase para sustituir su lugar al lado del bailarín. Las palabras ni siquiera se atravesaron en su boca pues no llegaron a formarse en su propio cerebro. Demasiados adjetivos, substantivos, podría decir tantas cosas, sin embargo no encontraba la fórmula adecuada.

—Taehyungnie — fue lo primero que logro decir tras al menos cinco minutos en silencio peleando con sus propios pensamientos.

El chico cerro los ojos con fuerza, lo estaba escuchando pero en ningún momento lo miró o hizo alguna señal para que siguiera hablando. Simplemente permaneció quieto, con los ojos cerrados y una cristalina lágrima comenzando un recorrido lento desde su ojo derecho hasta la mullida almohada.

—Quería verte — optó por decir la verdad. Lo que realmente sentía — Después de que los médicos te revisaran me obligaste a salir y he estado preocupado por ti. Comprendo que no quieras hablar o mirarme pero tienes que saber que estoy aquí contigo, te apoyaré en lo que necesites. Porque — otra vez ese dolor en su pecho al verse a punto de confesar sus sentimientos — porque yo te quiero. Y verte así me duele.

Yoongi se atrevió a posar su mano sobre la de Taehyung con delicadeza. Su corazón latía con fuerza como consecuencia de los nervios que esas simples palabras le ocasionaron. En esos momentos sentía que era un cobarde, asustado por algo tan simple como mostrar su verdadera personalidad. Abrirse ante las personas era algo que siempre había llevado mal, por eso tendía a crear esa falsa dureza alrededor de su persona. Fingía que nada ni nadie le afectaba pero lo cierto es que se rompía con mucha más frecuencia de lo que cualquiera sabía o imaginaba.

ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora