ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]

Capítulo 35

Cuando Jimin salió de la casa de Yoongi el viento golpeó su cara haciéndolo estremecerse, su mano soltó levemente el pomo de la puerta provocando que en consecuencia esta se cerrará con fuerza debido a la fría brisa que se colaba hasta por las más pequeñas rendijas produciendo multitud de corrientes de aire. Se encogió levemente y cerró los ojos ante el ruido que provocó justo antes de seguir su camino hacía la casa de Jungkook.

Las calles oscuras hacían que su piel se erizase, ya ni siquiera sentía el frío cubriendo cada parte de su cuerpo pues eran muchos los miedos que atacaban su mente en ese instante. Tal y como le había aconsejado su hermano Taehyung, llevaba los auriculares puestos con la música en el volumen máximo que su smartphone permitía. Sin embargo, eso lejos de ayudarlo le causaba angustia pues no poder escuchar los ruidos que lo rodeaban lo asustaba incluso más que ser consciente de ellos. Evadir el peligro no significa vencerlo si no más bien seguir avanzando de forma estúpida hasta el, quizás se estaba dirigiendo hacía la boca del lobo y no podía escuchar los gritos que debían hacerlo correr, escapar, tal vez escuchar el ambiente era adecuado y no simplemente aterrador. ¿Acaso no escapa la presa del cazador solo cuando lo oye acercándose?

Jimin suspiro en alto causando que el tibio aliento que se escapaba de sus labios formase una etérea nube de humo blanquecina que se mezclaba con las luces naranjas de las farolas y la leve niebla del anochecer. El edificio en el que residia Jungkook se encontraba tan solo a diez minutos del de Yoongi pero a él comenzaban a parecerle horas. Los segundos se convertían en minutos mientras miraba sus pies avanzar por la acera sorteando y esquivando las líneas de unión entre las plaquetas que la formaban, trataba de no alzar la cabeza, miedoso de encontrar a los miembros de las bandas sobre las que Jungkook le había hablado hace dos días mientras paseaban de madrugada por ese barrio. Sus manos se hundían en los bolsillos del vaquero, retorcidas y cerradas con fuerza, había comenzado a sentir sus cortas uñas clavándosele en la piel de las palmas pero ni siquiera le tomo importancia.

La necesidad de llegar a casa de su novio se acrecentó cuando logro observar el feo edificio a solo unos pasos de donde se encontraba. Las paredes del exterior repletas de ese color negro causado por la suciedad y las ventanas opacadas por el frío. En solo un minuto podría cobijarse entre los brazos del chico que le gustaba dejando el miedo a un lado por al menos esa noche. Vivir en continuo estado de pánico era más agotador y difícil de lo que cualquiera podría llegar a imaginar.

Sus pies aumentaron la velocidad casi de forma automática y toco el timbre varias veces cuando se situó ante la puerta levemente nervioso. Ese sentimiento se repetía siempre que estaba con Jungkook, cuando sabía que quedaría con él o cuando simplemente pasaban el rato juntos charlando mediante mensajes. Jimin sabía que no eran nervios esas mariposas que sentía pulular por su estómago pero era la acepcion más similar que se le ocurría.

—Hola bebé — dijo Jungkook abriendo la puerta y sonriendole a Jimin, este último se lanzó a sus brazos buscando un abrazo, ya era una costumbre para ambos.
Jungkook acepto el abrazo envolviendo a Jimin con sus largos brazos y acariciando su espalda con cariño bajo la mochila que el fatalista portaba.

—Entremos — dijo tomando su mano — Tu piel está fría, deberías haberte abrigado un poco más. ¿Necesitas una ducha de agua caliente ?

Jimin se limitó a caminar con una sonrisa mientras seguía a su novio por un piso que ya se conocía perfectamente. Sus pasos frenaron al mismo tiempo que los de Jungkook cuando pasaron por el salón de la casa. Hoseok estaba sentado sobre uno de los sofás con una cerveza en la mano.

—Ve a ducharte bebé, Hoseok y yo prepararemos algo de cenar — el chico suicida le sonrió y uso una voz tremendamente dulce. Jimin pensó que su actitud se debía en parte a la pelea que habían tenido hace poco — Luego hablaremos, no olvidó ese mensaje que me enviaste diciendo que me necesitabas y que tenías algo que decirme.