El sol brillaba con fuerza y se reflejaba en las gafas de sol que Jungkook usaba para evitar la fuerte luz mientras conducía. Jimin posaba las manos cerradas en un puño sobre sus rodillas y miraba hacía abajo, la velocidad se había incrementado desde el momento en el que su novio arranco el vehículo en el aparcamiento del hospital. Tanto que incluso si la carretera estaba prácticamente desierta y su pareja tenía el total control del coche se negaba a mirar por la ventana para clavar los ojos en el paisaje que los rodeaba. Para él la velocidad marcada por las señales de seguridad era difícil de sobrellevar pues siempre tendían a parecerle cifras demasiado altas, para terminar con su aguante ahora Jungkook pisaba el acelerador con una sonrisa complaciente en el rostro superando por mucho la rapidez estipulada. Eso lo asustaba, incluso si sabía que al chico suicida le encantaba sentir toda esa adrenalina él no lograba librarse del tembleque de piernas o el sudor frío.
—Tranquilo, estamos llegando. ¿Por qué no pruebas a mirar por la ventana? — Jungkook no era ajeno al nerviosismo de su novio sin embargo no cedería cuando Jimin todavía se encontraba en estado medianamente normal. Distinguía a la perfección las señales de su cuerpo, el fatalista solo estaba ligeramente asustado. Ni de lejos se acercaba uno de sus ataques, quizás algún suspiro, jugueteo con sus propias manos o incluso podría comenzar a peinarse el pelo reiteradamente para entretenerse a sí mismo.
"Curioso" — pensó Jungkook — "En realidad puedo leerte en más aspectos que el sexual Jiminie, lo que más me sorprende es que acabo de comprenderlo. He pasado tanto tiempo a tu lado. Ahora puedo cuidarte, solo espero no tener que alejarte de mí para mantener tu mente sana cariño" - los pensamientos de Jungkook ocupaban su cabeza por completo sin darle descanso.
De alguna forma el haber vivido con él y Taehyung durante un tiempo le ayudo a aprender el significado de sus pequeños movimientos ya fuesen producto del miedo o del nerviosismo. Ser su pareja implicaba conocer muchos aspectos de su personalidad fatalista y ayudarle en otros tantos pero él ya lo había echo en el pasado. Incluso cuando solo eran amigos fueron muchas las ocasiones en las que lo acogió entre sus brazos de forma cariñosa y acarició su espalda hasta lograr calmar su malestar.
Por su parte Jimin conocía no todos pero si gran cantidad de claves para tratar con Jungkook: Que decir, que hacer, como lograr una sonrisa en su rostro, como enfadarlo, sin embargo, había ocasiones en las que el chico suicida lo sorprendía cambiando totalmente su forma de actuar ante determinadas situaciones.
—Bajaré la velocidad si es lo que quieres pero antes intenta mirar a tu alrededor bebé.
Jimin asintió, alzó la cabeza mientras comenzaba a juguetear con los dedos de sus manos. La vista lo maravillo, Jungkook había cumplido con sus palabras. Estaban en las alturas, probablemente en el mirador más elevado de Seúl, desde el cual se podía ver hasta el más lejano edificio cuando el cielo estaba despejado y la niebla se ocultaba.
A solo unos metros de ellos se encontraba el precioso monumento que culminaba la montaña de Namsan. El atardecer hacía que los colores del gran faro destacarán sobre el horizonte logrando completar una preciosa escena de un atardecer de diciembre despejado de nubes y lluvias.
Jimin lo observaba todo con los ojos abiertos, brillantes ante la emoción producida por la belleza del lugar. Ni siquiera percibió que su novio había aparcado el vehículo y ahora lo observaba con una tierna sonrisa en la cara.
—Bebé — le hablo Jungkook con la voz pausada — para llegar hasta arriba tenemos que caminar durante unos minutos, ¿te apetece ?
Jimin giro la cabeza hacía su novio, asintió rápidamente y se acercó a él buscando un beso que Jungkook no le negó. Sus labios se juntaron en un juego lento mientras sus lenguas se acariciaban. Incluso ahora que había sentimiento además de deseo esa manera de besarse tan característica en ellos fluía de manera erótica, no era algo tradicional o casto. Ellos no solo se besaban si no que se alimentaban con gemidos, roces de labios, choques de lengua y sonrisas intermedias.
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ᴅᴏ ʏᴏᴜ! ✽ᴊɪᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ✽ [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ]
Fiksi PenggemarJimin portaba un corazón repleto de tristeza y miedo, tan lascimero que la vida le resultaba un castigo. Seguía respirando. Moviéndose. Permitiéndose soñar despierto pero con el alma siempre en un puño de alambre afilado. Su corazón estaba repleto d...