Luego de una mañana de diversos sentimientos encontrados en el techo del gran edificio, Danny y yo nos vamos directo a hacer los tramites correspondientes para confirmar mi decisión de una manera, por así decirlo, legal.
Nos montamos en la moto y nos dirigimos al centro de investigaciones Bioquímicas, y ahora, la central de la oposición del gobierno de Bernard.
El lugar es lo que uno se espera. Muy avanzado tecnológicamente, blanco en el extremo y lleno de artilugios de los que ni me entero. Luego de avanzar llegamos a un lugar que parece más una oficina.
En el lugar firmamos los papeles correspondientes y luego, por órdenes del oficial del Ejército de los Resentidos (El cual no está aquí, pero nos comunicaron tal cosa.) debo de dirigirme al centro de entrenamiento para futuros soldados.
Daniel, como a todos los lugares nuevos a los que iba, él estaba a mi lado guiándome, junto a dos jóvenes con uniforme verde militar.
Subimos a una camioneta negra, a base de energía eléctrica, con vidrios negros blindados y según mi "guía turístico" a prueba de balas.
Fueron 15 minutos de viaje, pero, al andar a ciegas, sin tener noción de donde vamos se siente como si hubiese sido mucho más.
Luego bajamos del vehículo y nos encontramos en una especie de gran gimnasio, todo muy oscuro, pero con una sutil luz medio anaranjada que permite la perfecta visión de todo lo que sucede en aquel lugar. A lo lejos se ve una especie de edificio donde supongo que debe de estar el general y como atractivo principal, una especie de plataforma enorme que se encuentra a subnivel de donde nosotros nos encontramos. Era un sitio dividido en 4 sectores de entrenamiento.
Hombres, mujeres, adolescentes y casi niños. Todos trabajaban en conjunto en este lugar.
—Valentina, te quiero presentar a la sargento Cristina Pizarro. Ella será quien te prepare de aquí en adelante.— Daniel, con una formalidad sin precedentes me presenta ante una mujer de gran estatura y una notable preparación física, admirable la verdad.
—Bien cadete Zambrano, estoy bien informada de tu llegada a Sub Terra y conociendo tu resistencia en el exterior con el comité de futuros soldados de la resistencia, creemos que tienes las aptitudes suficientes como para pertenecer a este grupo selecto.
Pero el estar aquí también vislumbra de un compromiso que hacemos con todos los aspirantes a soldados y este es a cerca de si estas o no dispuesta a combatir con coraje, trabajar duro y en equipo y por último y no menos importante: No rendirse.
—Sargento, me comprometo de hoy en adelante en dar todo de mi para algún día en el mañana proteger a nuestra Sub Terra.— Respondo con la mayor prudencia y formalidad que me es posible con el nerviosismo que es adquirir esta gran responsabilidad.
—Bien, espero que así sea. Ponte tu uniforme en los camarines al fondo del centro de entrenamiento y bienvenida a la Fuerza Militar Opositora del gobierno Bernardista.
Hago un pequeño asentimiento con la cabeza y me despido de Danny solo con la mirada para mantener las relaciones interpersonales al margen de la formalidad de la situación.
Me visto y me dirijo donde la sargento, que ha salido de la oficina y se ha dirigido al campo de entrenamiento.
Ella con un silbato detiene todas las actividades.
—¡Atención!
Todos los cadetes miran a la capitana y esta por su parte presiona el botón de un control remoto y el subsuelo de trabajos comienza a ascender, mientras los cadetes se ordenan en filas.
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Verde Karma
Science FictionTodo lo que conocías está acabado, los días felices, el ocio, la diversión, el amor... todo lo que podíamos encontrar bueno en esta vida se fue. Valentina, una joven de 20 años, ha logrado sobrevivir al Verde Karma, una de las mayores catástrofes qu...