DIECIOCHO

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Narrado por Valentina:

Mi día comenzó normal, aun estaba casi en el cielo por lo que ocurrió ayer con Alexander, sin embargo, al llegar a CIB, todo mi esquema cambió.

Al entrar al recinto, había muy poca gente, así que caminé hasta el despacho de Danny.

Vacío.

¿Qué pasaba aquí?

Seguí caminando y a ratos escuchaba golpes en los muros y gritos que los hacían callar casi automáticamente.

Paramédicos corriendo de un lado a otro, hasta que frente de mi aparecieron dos jóvenes con una camilla, en la que iba un chico que me pareció conocido por un segundo.

Cabello castaño claro, no muy grande... no, es imposible que sea quien creo que es.

No aguanto la curiosidad y trato de seguir la camilla pasando desapercibida. Sin embargo mi consciencia entra en juego y finalmente prefiero no hacer más cosas impulsivas por ahora.

Lo dejo como está, ya que no quiero meterme en problemas con el "Doctor Contreras". Hago una mueca de desagrado, la cual es breve, ya que al lado de la puerta bloqueada hay una pequeña sala donde hay una camilla con una persona que reconozco de inmediato.

Matt.

Solo su nombre lo define, porque no hay una sola palabra que defina por completo a este chico.

La sala está vacía.

Me la juego y entro en ella.

Entro con paso sigiloso y cierro la puerta después de entrar a la habitación.

El corazón me late rápido y la respiración me resulta más pesada.

No puedo creer que este haciendo esto.

Me acerco para contemplar al chico de manera más detallada.

Al entrar en la habitación veo a Matías, tendido en la camilla. Me acerco a su cuerpo recostado mientras miro a todas direcciones si hay algo o alguien que me observe.

Al no ver a nadie me decido a acercarme. Veo sus ojos cerrados, sus labios secos, pero igual de perfectos que siempre. Acerco mi mano a su rostro y cuando estoy por tocarle siento pasos acercándose y corro a un rincón de la habitación y me oculto bajo una mesa cubierta por una tela.

Mi audición se agudiza y siento la presencia de dos personas.

-Lleven a D-12 al cuarto de desinfección.

-Pero ¿Por qué no a su habitación?

-El chico nuevo está allí, así que no es una muy buena idea juntarles, aunque no se si estaba allí o en la sala de purificación

Chico nuevo. ¿Un nuevo condenado?

Pero, eso es casi imposible. Digo, no es muy factible que alguien en el estado de Matt salvase a alguien.

La camilla se lleva a D-12 y la puerta se cierra tras de ellos. Yo me levanto lentamente y mis pasos se vuelven más ligeros para evitar hacer ruido.

-Ok, ahora a buscar a Danny- Me dije a mi misma.

Pasé por un sector llamado Pabellón de Infectología. Donde había muchas puertas con acceso restringido. Me topé con varios profesionales que me reconocieron, pero se limitaron a saludar con un movimiento de cabeza. El ritmo en CIB estaba más alterado de lo normal. Todo estaba extrañamente más tenso.

Pero todo tuvo mucho más sentido cuando vi al final del Pabellón a un Doctor Contreras con una carpeta en una temblorosa mano, y su motivo estaba frente a él: Máxime Sotomayor.

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