Estaba en la habitación poniéndome al corriente con todas las tareas, proyectos y notas. Ayer por fin regrese a Artois, llegamos en la noche, por lo que toda mi mañana había sido algo agitada, ya no aguantaba estar más en casa de los Versaccé, se habían hecho muy tediosos mis días allá, era como soportar al trío todo el tiempo, tal vez a cualquier chica le gustaría pasar tanto tiempo como lo pasé yo con ellos, pero a mí me había parecido toda una tortura, sobretodo por el mayor. Gracias a Violetta y Hellen no todo fue malo.
Ellas estuvieron conmigo el último día que estuve allá, creo que les agradé. Y ellas a mí, esas chicas fueron muy buenas conmigo, me ayudaron a qué el tiempo que estuve allá no fuera tan malo, ellas me entretuvieron mucho, me trataron bien; fueron lindas en todo momento y de verdad, aprecio eso, hay veces que las chicas tan.. así de bonitas como ellas, me tratan mal, la mayoría son creídas y tienen un ego que para qué te cuento, lo bueno de todo es que me apuntaron sus números en un papel, lo malo, es que no tengo teléfono.
Aarón no se había acercado a mí desde lo de Adilene, me agradó eso, no tuve que aguantar con sus cosas. Supongo que ahora está igual o más ahogado en sus tareas que yo, anoche ni siquiera me acompaño a la habitación, Ariel terminó ayudándome a traer las maletas, después de todo, él fue quién se porto mejor conmigo de los tres, aún así. Ese trío es todo un alboroto, puede que ellos luzcan serios, sin preocupaciones; frescos y seremos, pero cuando los tres están juntos es discusión estúpida, tras discusión estúpida, juntos actúan como si fuesen unos niños de ocho años.
— Toc, toc. —tocan la puerta e imitan el sonido que hace esta.— ¿Bethan? —reconozco la voz y me pongo de pie para abrir.
Al abrir me encontré con Leah, ella lucía muy linda hoy, traía una trenza francesa en el lado derecho de su cabeza; pero hasta la mitad, su cabello cubría parte de su mejilla izquierda, ya que más de la mitad de esta estaba del lado contrario, traía; un jeans azul marino y una sudadera holgada, negra.
— ¿Que se te ofrece? —pregunte indiferente.
No suelo ser rencorosa ni nada de eso, pero la última vez que hablamos no arreglamos nada, aparte aún no superaba que me haya dicho cosas que ni siquiera venían al caso, aquella vez en la cancha me dijo cosas que no debía. Y, la razón fue porque no sé como supo que estuve en la cancha con Arnold el día de la bienvenida.— ¿Dónde carajos estabas? —replica con la intención de entrar, pero no la dejo. Ella arruga el entrecejo al ver mi acción.— ¿Que sucede?
— Nada.
— Oye, desapareciste por días y ahora actúas así. —reprocha como si de verdad le importara.— ¿Dónde estuviste y con quién?
— No tengo porque darte explicaciones. ¿Entiendes? —le dejo claro.
— ¿Por qué me hablas así? —pregunta confundida.— Tú no eres así de agresiva. ¿Que te hicieron?
— Nada, nada. —solté con enfado.— Sólo déjame sola, no estoy de humor. ¿De acuerdo?
— Mmm.. —duda un poco analizandome.— Como quieras.
No le dije nada, sólo cerré la puerta y volví a la cama, me estampe en ella como si estuviese agotada. Y, bueno.. una parte de mí así estaba, he pensado mucho estos días y la verdad no me siento nada a gusto haciendo lo que Aarón quiere, él actúa como si fuera mi dueño o que sé yo, pero no me gusta, me aterra y me incómoda mucho, necesito conseguir esa grabación pero ya, ya no quiero seguir con esto, ahora por todo eso hasta sin teléfono me quedé por su culpa, no sé que esté pasando por la cabeza de Will, ya ni volví a hablar con él y eso me preocupa, tal vez se cansé de esto, cosa que no quiero.
Yo aún lo quiero, él es muy lindo y tierno conmigo, no se merece que yo esté así mientras él se mata trabajando en la empresa de su padre. Necesito organizar un plan, un buen plan que me ayude a conseguir esa grabación a como dé lugar.
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¡No Soy Tu Juguete! ✔️ [Saga Silence #1]
Ficção AdolescenteTenía una linda relación, aunque en ese tiempo era a larga distancia por cuestiones de estudios, le era fiel a mi novio. Con él tenía más de dos años, lo amaba con todo mi corazón, él me había animado a hacer muchas cosas. Una noche me gano la emoci...