30.

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Me sentía agotada.

Tenía mareos.

El mundo me daba vueltas.

Mi respiración estaba acelerada.

Sentía el cuerpo pesado.

¿Por qué me sentía así?

Después de haber subido la pequeña montaña Aarón y yo decidimos descansar, estaba sentada en una roca, mientras él estaba parado frente a mí; viéndome con extrañeza. No sabía porque me había mareado, pero tenía el estómago revuelto y ni siquiera había comido nada, aunque estaba sentada veía como el suelo se movía. Por alguna razón, estaba agotada, estaba cansada y tenía la necesidad de sólo estar descansando, el sol no ayudaba en nada, eso lo empeoraba.

— ¿Bethan? —me llama él, fija sus ojos en los míos y se acerca a mí en posición de indio.

— Dime.

Estoy tan mareada que debo tener los ojos cerrados, si sigo viendo que todo me da vueltas me sentiré peor y no quiero, lo único que quiero es que esto se me pase, venir a la isla Tairom me ilusionó y no quiero pasarla mal aquí, quiero aprender y conocer de la isla, no quiero permanecer tirada en la cama por culpa de estos malestares.

— ¿No será qué.. —pausa sus palabras y se toma su tiempo, como pensando lo próximo que saldrá de su boca.— estás.. em..

— ¡Claro que no! —lo interrumpí.— ¡Cállate, Aarón!

No podía ser eso, estaba segura que no. Es decir, no podría serlo, no era lo correcto, no podía estarlo, no podía ser que fuera eso. ¿Verdad que no?

— ¡Lo siento, lo siento! —exclamo él poniéndose de pie. Se pasó las manos por la cara y me dió la espalda.— Pero vamos, piénsalo un poco. ¿Hace cuánto fue la primera vez?

Yo lo miré con cara de; ¿neta, we?

¡Cómo iba a saberlo!

Por Dios. ¿Quién se memoriza el día que hace eso con alguien?

Yo no, eso sería algo loco, aparte no iba a recordar la primera vez que estuve con Aarón, esa primera vez había sido horrenda para mí, no la olvidaría nunca, sufrí mucho esa noche, pero tampoco memorizaría el día, no. Aparte, simplemente no podía ser eso, la vida no podía ser tan mala conmigo. ¿O si?

— Olvídalo. —trague grueso y trate de restarle importancia a sus palabras. No quería ni pensar en eso.— Sólo son mareos por las horas en camión, es todo. —le asegure.

— ¿Estás segura? —pregunto volviendo a mí. Me puse de pie y asentí.

— Si. —respondí sin pensarlo mucho.

— Bien. —torció sus labios y tomó las maletas.— Creo que deberíamos irnos ya, hemos tardado.

Vuelvo a asentir y comenzamos a caminar.

La verdad sigo sintiéndome muy mareada, todo me da vueltas y no alcanzo a respirar del todo bien, es como si el aire no me alcanzará, lo poco que respiro no es suficiente, estoy muy fatigada y el sol sólo hace que me dé sed, no entiendo porque me siento así, es la primera vez que me siento tan mal. ¿Por qué me siento así? ¿Que está pasando conmigo? ¿Será que estoy..? No, no, no puede ser.

Aunque pensándolo bien..

La primera vez que pasó no supe si usó protección, la segunda vez no lo hizo. Pero, eso fue hace apenas unos cuántos días, no creo que en un embarazo los mareos sean tan rápidos o al menos eso quiero creer, no estaría nada bien que estuviera.. agh, no quiero ni pensarlo, no sería nada bueno para mí; para esta situación, no con él, sobretodo no con él. No con Aarón, esto es tan extraño, no no, debo alejar todo eso de mi mente, eso no está pasando ni tampoco pasará.

¡No Soy Tu Juguete! ✔️ [Saga Silence #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora