29.

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Estaba realmente enojada, sentía que mi corazón iba a salirse de mi pecho, tenía un coraje en el cuerpo que no me dejaba ni respirar en paz, no estaba acostumbrada a enojarme y menos por personas desconocidas, pero esta vez no pude contenerme. ¿Que se creía esa chica? ¿Que pasaba por su alocada cabeza? ¿Humillar a Bethan frente a todos? ¿Gritarle? ¿Golpearla?

¡Esa chica estaba loca!

En cuánto me di cuenta de lo qué sucedía salí de la tienda, dejé lo que iba a comprar por ahí y salí a ver qué pasaba, para mí mala suerte estaba lastimandola y no. No podía quedarme viendo como lo hacían los demás, por eso había salido a encararla, no me sentía bien, pero tampoco iba a permitir que lastimara a Bethan. No, ella es una chica muy buena, a nadie le hace daño, es muy tranquila y lo poco que la conozco, me dice que ella no es el tipo de persona que busca dañar a otra.

Estábamos en la banqueta. Los autobuses todavía no llegaban, Bethan estaba conmigo y una amiga suya también, aún no entendía porque había sucedido aquello, sólo reaccione como el cuerpo y la mente me lo pidió. En mis planes no estaba discutir con alguna alumna de Artois, pero esa chica sin duda necesitaba quién le pusiera los pies en la tierra, nunca me ha gustado que las personas traten mal a quiénes son tranquilos, esas cosas simplemente no se hacen. Y menos delante de la gente.

La sangre me estaba hirviendo, así. Literalmente, estaba tan enojada que sentía ganas de golpear algo, pero sabía que eso no arreglaría nada, aparte. No echaría a perder toda esta experiencia por una chica que no valía la pena, tenía que relajar mi cuerpo y olvidar ese incidente.

— Gracias, Raine. —escuche la voz baja y suave de Bethan.

Ella estaba a mi lado, estábamos en la banqueta, a mi otro lado estaba su amiga, ellas me miraban dándome tranquilidad. En sus ojos veía que querían calmarme, así que tome aire y así trate hacerlo, pero mis nervios estaban tensos, todo mi cuerpo estaba tenso, pedía a gritos deshacerme de este coraje, pero también sabía que no debía empeorar las cosas. Debía dejar que pasará.

— No te preocupes. —le dije sonriendo levemente.— ¿Pero, y esa tipa quién es? ¿Que se cree? —cuestioné.

— Es Lacey. —habla la otra chica a mi lado.— Ella es muy arrebatada.

— Casi que ni lo note. —resople con disgusto.

— Lo bueno que llegaste y la pusiste en su lugar. —la chica sonríe de lado.— Soy Aylin Vastom.

Sonreí sintiendo llegar a mí la tranquilidad que necesitaba.

— Raine Adams.

— ¿No ibas a comprar algo? —su pregunta me causó gracia.

Recordé, cuando me di cuenta de lo que pasaba, deje lo que traía por ahí y salí enojada contra la loca esa.

— Dejé todo adentro. —dije divertida.— No la pensé mucho en salir.

— ¡Iré a comprar algo entonces! —exclamo. Aylin se puso de pie y corrió a la tienda.

Entonces fue cuando me quedé con Bethan, ella miraba al frente, parecía estar pensando, sus ojos estaban perdidos en la nada.

— ¿Que fue lo que pasó allá? —me apresuré a preguntarle. Ella me miró confundida, luego de unos segundos cayó en cuenta.

— No sabría decirte. —empezo, sobando su frente mientras recargaba su codo en su rodilla.— Llegué con Aylin y comenzó a decirme cosas. —explico simple.

— Tiene problemas mentales. —comento cruzando mis piernas.— ¿Verdad? —me asegure.

Eso estaba claro, hasta mi pregunta era tonta, era claro que esa chica tenía problemas. Nadie actúa así como lo hizo ella sólo porque si.

¡No Soy Tu Juguete! ✔️ [Saga Silence #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora