El pánico invadió mi cuerpo por completo al darme cuenta de dónde estaba. Mi brazo derecho dolía, mi cuerpo palpitaba y la luz lastimaba mis ojos, el color blanco en las paredes no era lo mejor para la ocasión, no podía moverme, me sentía tan frágil que creía que si me movía, podría romperme algo. No alcanzaba a respirar del todo bien, el poco aire que tomaba no era suficiente, sentía mis párpados pesados, como si no durmiera hace semanas, visualice la habitación por completo y trate de tranquilizarme, no quería sentir miedo, aunque era imposible. El miedo es parte de mí.
Mire mi brazo derecho y en este tenía el típico suero que siempre le ponen a quiénes vienen al hospital, aborrecí estar aquí. Tragué grueso y quise jalar aire, pero entonces sentí que en vez de sentir aire en mis fosas nasales, un líquido recorrió mis adentros haciendo que me mormara. Inconscientemente tosí, mi garganta ardió y unas gotas rojizas saltaron a la sábana blanca que me cubría de la cintura para bajo. Era sangre, eso me asusto por lo que termine gritando con horror, jale aire por la boca varias veces, pero eso no funcionó, relamí mis labios e intenté la anterior acción.
Pero no me funcionó ni un poco. Mis ojos se dirigieron a la puerta que era abierta, entro un doctor ya mayor, con él traía cosas, se acercó a mí y sus ojos se abrieron más de lo normal, no dijo nada, con la misma salió y segundos después entraron dos enfermeros junto con él, los tres se me acercaron, eso me hizo sentir pavor, no quería que ellos estuvieran cerca de mí, no me gustaba que desconocidos se me acercarán, no me gustaba estar en hospitales. El miedo me invadió y eso fue todo para revolcarme en la camilla, los hombres comenzaron a tocarme y eso me empeoró.
— ¡No, déjenme! —les grite fuerte. Mi garganta nuevamente ardió, pero no me importo en lo mínimo.— ¡No me toquen, no quiero estar aquí! ¡Déjenme en paz, por favor!
Pero ellos no captaron lo que les decía. Mi cuerpo dolía, sentía como si todo mi ser fuera un cristal haciéndose pedazos pequeños. Manotee al aire, pero sólo obtuve un dolor en los brazos que rápido me hizo abrazarme a mí misma y quejarme entre quejidos, vi que entró una enfermera con cosas, pero no le tome importancia, sólo quería que me dejaran en paz, no quería estar aquí, no quería que me tocaran.— ¡Ayuda, por favor! —grite a todo pulmón.— ¡Raine, ven! ¡Diles que me dejen!
— ¡Señorita, por favor, controlese! —me grito la enfermera, eso hizo que un miedo recorriera mi cuerpo.
No sabía porque estaba aquí, pero no quería seguir en este lugar, no me sentía nada bien, quería ir a casa, quería salir de aquí, no me gustaba nada los hospitales, que las personas estén en esos lugares significan su muerte y yo no quiero morir, yo le tengo miedo a la muerte, no puedo afrontar esto yo sola, necesito ayuda para no sentirme tan mal, necesito apoyo de alguien para poder enfrentar esto, no quiero estar aquí sola, no quiero. Sentí un piquete en mi brazo izquierdo, mire este y uno de los enfermeros había introducido una aguja en el, de un de repente sentí mis ojos cerrarse, me sentí cansada y no pude ni siquiera mover un músculo.
La vista se me hizo borrosa y cuando trate de hablar, mis ojos fueron hasta la puerta. Ahí alcance a ver una silueta, no pude ver con claridad quién era, pero en ese mismo instante el miedo se fue de mí, mis ojos se cerraron por sí solos, por más que quise mantenerlos abiertos no pude, me peso y termine viendo oscuridad.
* * *
La incertidumbre me estaba matando, hace ya unos minutos nos dijeron los doctores que Bethan sufrió un ataque de pánico, no entiendo porque son tan constantes, pero tengo miedo de que esto le afecte, está claro que ella tiene miedo de algo, por eso tiene esos ataques, pero no sé porque y me gustaría saberlo. Tal vez si lo supiera podría ayudarla a controlarse, lo malo es que no me dejan entrar a verla, quién pasó sin permiso fue su hermano y en cuánto se dieron cuenta de eso, lo sacaron.
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¡No Soy Tu Juguete! ✔️ [Saga Silence #1]
Ficção AdolescenteTenía una linda relación, aunque en ese tiempo era a larga distancia por cuestiones de estudios, le era fiel a mi novio. Con él tenía más de dos años, lo amaba con todo mi corazón, él me había animado a hacer muchas cosas. Una noche me gano la emoci...