31.

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— ¡Arriba. Muchachos, levanténse todos, por favor! —gritaba el director Tifon, él se dirigía a quiénes seguían en sus casas de campaña durmiendo.— ¡Todos arriba, vamos, vamos!

El día de ayer nos dedicamos en explorar la isla. En la tarde armamos las casas de campaña, fue como en Artois, cada quién compartió la casita de campaña con su compañero de habitación. Por lo que Bethan y yo no tuvimos ningún problema, dormimos bien y tranquilas, el profesor Jerónimo y el director se han despertado desde muy temprano, según ellos lo mejor será que empiezemos con todo desde ahorita y no perder más tiempo, ya que mañana en la tarde nos regresaremos a la universidad.

Muchos ya estamos de pie, pero hay quiénes aún ni siquiera han asomado la cabeza a ver qué pasa. El director y el profesor se la han pasado gritando que se levanten, pero es como si estuvieran hablándole a una pared, porque nadie sale ni dan señales de vida. Bethan y yo nos despertamos temprano, incluso fuimos a caminar a la orilla del agua, la verdad el lugar por las mañanas es muy tranquilo, el sonido de las olas es muy relajante, sin duda, es un buen lugar.

— Muy bien, creo que no se levantará nadie. —habla el profesor Jerónimo, se dirige a quiénes estamos parados en línea frente a él y el director.— Tendrán diez puntos menos ellos por esta falta. —anuncia soltando aire que al parecer contenía ya hace tiempo.

De igual forma, ni diciendo eso salió nadie.

— Nos dirigiremos hasta el otro punto de la isla en la parte trasera de las montañas. Ahí nos espera una ambulancia y el equipo que podrá enseñarles tácticas. —nos explica el director con calma.— El camino es un poco largo, ya que la ambulancia no puede entrar hasta acá, así que tomen botellas de agua y lo que sea que vayan a necesitar, pasaremos el día allá. ¡Así que andando, muchachos! —exclama animado.

Bethan y yo nos miramos sonriendo, sus ojos brillaban de felicidad, era como si nuestra emoción la estuviéramos transmitiendo con tan sólo vernos.

— ¡Traigo una botella de agua en mi mochila! —exclamo animada.

— ¡Vamos por ella! —me responde igual que yo.

Corrimos una corta distancia a la casita de campaña y entre en esta, busque la botella en mi maletita y la saqué. Luego salí de ahí, Bethan estaba parada frente a esta, se veía ansiosa y emocionada.

— Creo que esto será genial. —murmullo confidencial.

— Pienso lo mismo. —susurra ella por lo bajo.

Sonreímos y volvimos a dónde estaban los demás. El director y el profesor ya traían una mochila, eran tan grandes que parecía que traían su misma habitación de Artois ahí dentro.

Cuando llegamos mis ojos cayeron hasta un punto fijo. Más bien, en una vestidura, aquellas prendas me llamaron la atención, era un pantalón negro; rasgado de las rodillas, junto a una camisa blanca holgada y algo larga. Una gorra negra cubría su cabello, aquella cadena con dije de cruz sobresaltaba en su pecho, por encima de la tela. Mientras que usaba tenis negros, quise reírme al darme cuenta de como vestía en realidad, es decir. Estamos en una isla; dónde hay agua, arena, sol y muchos árboles.

¿Como puede usar eso estando en una isla?

Inconscientemente solté una carcajada. Lo que provocó que varios de los compañeros me vieran, mire a Bethan y ella me veía con el entrecejo arrugado, pero yo no paraba de reír, mi risa era una escandalosa, no me importaba en lo mínimo que fuera fea, me gustaba reírme fuerte cuando algo me parecía chistoso.

— ¿De que te ríes, Raine? —me pregunta Bethan entre dientes.

— Agh, es que.. —el estómago me comenzó a doler, así que lleve mis manos a este y trate de tranquilizarme.— ¡Míralo!

¡No Soy Tu Juguete! ✔️ [Saga Silence #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora