➳ Humano ◂JongKey▸

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LXII

Incómodo

*

¿Cuántas veces evitas la verdad porque sabes que te pondrá en un lugar incómodo?

*

Junghee ya se había dormido en el sillón mientras ambos veían una película. En realidad, no era tan tarde, no pasaban de las diez de la noche y ellos ya habían cenado. Solos, porque Jonghyun seguía durmiendo tapado hasta la nariz y enrollado en su propio estómago, Kibum había ido a revisar que todo estuviera en orden unas cinco veces. No le alcanzaba con sentirlo en su pecho, necesitaba ver que estaba bien.

Le acomodó una almohada debajo de la cabeza para que no se lastimara el cuello. Apagó la tele, después de todo no le estaba prestando real atención a la película, la había puesto porque era de esas de dramas adolescentes que le gustaban a la menor. Sus dos cachorros estaban recostados en las piernas de la menor.

Despertaría a Jonghyun, quería saber si debía llevar a Junghee a una cama o se irían a su propio departamento. A su propio juicio, sería mejor que se quedaran, no dormiría tranquilo sabiendo que el mayor podría tener otra vez un episodio extraño. Mucho menos si Junghee se asustaba de él.

Cerró la puerta al entrar al cuarto, viendo que Jonghyun seguía en la misma posición que hacía media hora. Despertarlo significaría tener una conversación incómoda, porque ellos jamás hablaban de las canciones, porque a él no le gustaba mucho de su propio trabajo. Que Kibum conociera dos canciones que ni siquiera sabía si había vuelto a escribir...

Debía tomar el riesgo.

Se sentó en la cama con cuidado. La sangre parecía agolpada en sus oídos y tenía miedo de hablar, porque su voz se oiría más aguda de lo normal. Tocó el hombro del mayor, luego susurró su nombre con inseguridad. Le tomó unos tres intentos más despertarlo.

―Jjong, ¿cómo te sientes? ―se animó a preguntar, bajándole un poco la manta del rostro para poder ver sus ojos adormilados y llenos de confusión.

―Raro... ―el mayor se sentó en la cama y se pasó ambas manos por el rostro―. ¿Qué hora es...?

―Como diez y veinte. ―Kibum subió ambas piernas a la cama, cruzándolas.

Él debía estar calmado. Si estaba calmado, Jonghyun estaría calmado. No había fallas en su plan.

―¿Jjung...?

―En el sofá, se durmió hace un ratito. Ya cenó.

La confusión e incertidumbre estaban llenando el aura de Jonghyun. Kibum no quería decir nada, esperaba que él, por sí mismo, decidiera hablar de lo que había ocurrido horas atrás. No iba a presionarlo, porque eso podría crear un desastre en su mente.

Calmado, Kibum. No hagas una idiotez.

―No sé qué pasó ―admitió Jonghyun recostándose en el respaldar de la cama―. De repente estaba en ese sueño... Junghee había desaparecido. Y me dolía el pecho. Y tú te veías diferente... Y luego tú me abrazaste y...

―Amor, respira, por favor ―pidió casi quedándose con el ruego para sí mismo.

Se movió un poco más hacia adelante. Tenía que darle seguridad. No importaba tu edad, si vivías algo que no podías explicar, era imposible no sentirse confundido y hasta temeroso. Lo que él debía hacer ahora era calmarlo y decirle que estaba todo en orden.