➳ Humano ◂JongKey▸

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LXVII

Injusto

*

Miedo de la verdad, terror de sus consecuencias.

*

―Ahora sí se pelearon ―concluyó Junghee.

Kibum la miró, casi sin ganas de negarlo. ―No sé por qué, pero creo que sí. Simplemente asumiré que para tu padre ha sido demasiado todo esto de recordarse en una vida cerca de mí.

Gracias a que el manuscrito no había tenido errores y que la semana siguiente ya podrían imprimirlo, Heechul lo había dejado salir temprano. Kibum lo aprovechó para pasar por lo de Chanyeol a dejarle unos libros, luego para revisar algunas tiendas de ropa a ver qué podría comprarle a Junghee y, por último, ir al departamento de Jonghyun. Incluso con todo eso, había llegado lo bastante temprano como para encontrarse con Junghee sola.

La menor había puesto música y se había tirado en su propio sofá mientras él se entretenía revisando su celular. Sabía que ella estaba un poco nerviosa por hablar con su padre, así que tocar el tema ahora lo haría peor. Creyó oír la puerta pero al no ver ningún movimiento, prefirió volver a enfocarse en la niña y distraerla de ese nerviosismo que sentía.

―¿Qué? ¿Acaso no quiere aceptar que fue un ángel?

―No le dijiste eso ¿verdad? ―se asustó Kibum.

―No hable de esto con él... Muchas cosas de las que charlar. Prefiero ir por partes. Primero la madre loca. Luego quizás me cuente con quien sale. Dejemos el tema de las alas para lo último... ¿Qué pasó?

Ya eran casi las seis, se le hacía raro que Jonghyun no llegara. ¿Estaba tardando a propósito para no verlo a él? No se le hacía raro, un nudo en su pecho le decía que el mayor no estaba del mejor humor posible.

―Me limité a contarle un poco de cómo era él antes. No le dije, "moriste intentando ayudar a tu amigo. Entonces te eligieron como ángel. Y entregaste tus alas para que tu hija y yo pudiéramos vivir tranquilos" ―dijo Kibum con una mezcla de ironía y gracia en la voz. Oyó a Junghee reír, al menos estaba de mejor humor que ayer―. Aún no me parecía el momento.

―¿Y te creyó?

―Eso pienso... Pero quién sabe.

―Bueno, estuvieron dos años amenazándome con mandarme al psiquiatra si seguía insistiendo con que él estaba muerto ―se burló Junghee―. No me sorprendería que le cueste entender esto.

Kibum ignoró el dolor en su pecho y frío que sentía. Prefería disfrutar de hablar con alguien que sí le creía y que estaba de buen humor. Necesitaba eso justo hoy, que sabía que tendría que lidiar con un Jonghyun muy enojado. Quería las risas de Junghee para recargar energías.

―Cuando se acuerde de que era tu Ángel Guardián... Será un desastre o será muy divertido.

―Prefiero pensar que va a recordar todo muy naturalmente ―señaló Kibum, notando que se había clavado las uñas de la mano izquierda en su pierna. Observó a Junghee, esperando que su celular la estuviera distrayendo lo suficiente para no notar eso―. Por eso no le mostré fotos ni nada... Tengo miedo de que sea muy fuerte para él.

―Si lo piensas bien, debe ser muy raro pensar que moriste, tuviste una existencia como algo no humano y luego, porque sí, alguien decidió devolverte tu vida. Y nadie se dio cuenta.

―Por eso no se lo he dicho. Tú tenías miedo de que fuera una alucinación tuya cuando nos conocimos ¿o no?

―Yo tenía tus dibujos. Me aferré a ellos.