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XXIII

Rencor

Perdón por no poder olvidarte

-Me estás queriendo decir que no sabes si empezar a acostarte con Jonghyun o seguir acostándote con Woohyun...

-¡Esto no se trata de con quien voy o no me voy a acostar, Minho! Oh, Dios, puedes pedirle a la parte razonable de tu cerebro que hable conmigo, por favor -se quejó Kibum queriendo estampar un libro que acababa de comprarse contra la hermosa cara de su mejor amigo-. Si sabía que volver con Taemin te haría un estúpido, no te hubiera apoyado...

Minho soltó una pequeña risa antes de quitarle el libro de las manos por seguridad propia. Todos en el café parecían tener un ojo sobre ellos, pero eso no evitaría que siguieran peleándose.

-Bueno, vamos a decirlo con palabras bonitas ¿Quieres? No sabes si quedarte con Woohyun, que es un buen chico y te hace sentir mal, o aceptar lo que sea que pase con Jonghyun, porque aun lo amas.

Kibum soltó un gran «argh», que fue similar a una queja. Detestaba cuando Minho se ponía cruelmente sincero, era insoportable y le hacía preguntarse por qué eran amigos. Se veía que hoy estaba de buen humor, cosa que atribuía a su regreso con Taemin y como había salido la cena con sus padres. Pero en este momento era Kibum el que no estaba de humor para comentarios irónicos y bromas, con suerte sabía qué hacer de su propia vida.

No le había contestado el mensaje que Jonghyun le había mandado el sábado. Sí había estado hablando con Woohyun sobre Jeju y las cosas que harían... Pero sentía que responderle a Jonghyun sería una falta de respeto para su actual... pareja, amigo con derecho, amante... lo que sea que fuera Woohyun. Y seguramente lo era, pero a Kibum le hacía bien otorgarse el beneficio de la duda.

-¿Puedes hablar con Woohyun? Te hará bien, Kibum -dijo Minho quitándolo de las nubes-, debes explicarle lo que está pasando antes de la culpa te consuma.

-No creo que sea lo mejor.

-Yo sí creo que es lo mejor. Ya decidió una vez, déjalo decidir de nuevo... Dios, Kibum, no tienes que ser el mejor hombre del mundo.

-Necesito estar con Woohyun... -murmuró Kibum mirando por la ventana.

No sabía explicarlo. Pero con Woohyun era todo fácil y tranquilo. Quería estar con él, porque era ser normal. No tenía problemas, su cuerpo no actuaba solo, no había un lazo atosigador, no había esposas locas, no había una Serafina aún más loca... ¡Quería ser simple! Tener peleas por celos, que el regalo de aniversario no fuera algo religioso, que no tuviera que preocuparse por contratar en el futuro a un abogado civil.

O solo estaba siendo caprichoso y estaba evitando a toda costa caer ante Jonghyun. Y no le estaba yendo muy bien.

-Pero te gusta insinuarle cosas a Jonghyun -lo retó Minho, golpeando la mesa con sus dedos para volver a tener su atención-. Le dijiste que buscara al chico malo en ti... Eso es demasiado insinuante...

-Quiero un romance con Woohyun... porque sé que es lo que Jonghyun no me dará -confesó.

-Jonghyun te dio un romance. Y definitivamente puede volver a dártelo.

Claro que podía... Luego de meses de esfuerzo por parte de Kibum, teniendo que meterse en su matrimonio, dejándose usar como un simple amante hasta que los sentimientos renacieran, sufriendo porque conocía al Jonghyun tan perfecto y angelical del que se había enamorado. Y aun así, no podía esperar que algo real viniera de su corazón.

Levantó la mirada, viendo que Taemin entraba con su mochila al hombro y una sonrisa enorme en su rostro. Primero besó los labios de Minho y luego solo una palmada para Kibum.

➳ Humano ◂JongKey▸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora