Capitulo 7

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LA MANO DE DUMBLEDORE

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-¡Muy buenas noches a todos! -dijo el director del colegio con una amplia sonrisa y los brazos extendidos como si pretendiera abrazar a los presentes.

-¿Qué le ha pasado en la mano? -preguntó Hermione con un hilo de voz. No era la única que se había fijado en ese detalle. Dumbledore tenía la mano derecha ennegrecida y marchita, Venus se horrorizo, aquella mano negra parecía muerta.

Los susurros recorrieron la sala; Dumbledore, interpretándolos correctamente, se limitó a sonreír y se tapó la herida con la manga de su túnica morada y dorada.

-No es nada que deba preocuparlos -comentó sin darle importancia-. Y ahora... A los nuevos alumnos les digo ¡bienvenidos! Y a los que no son nuevos les repito: ¡bienvenidos otra vez! Les espera un año más de educación mágica...

-Cuando lo vi en verano ya tenía la mano así -le susurró Harry a Hermione y Venus-. Pero creí que se la habría curado... o que se la habría curado la señora Pomfrey.

-La tiene como muerta -comentó Hermione con cara de asco-. ¿Sabes?, hay heridas que no se pueden curar. Maldiciones antiguas... y hay venenos que no tienen antídoto...

-O tal vez toco algo que no debía tocar, si fuera un veneno o herida se debería esparcir bastante rápido o lo negro estaría cerca de las venas- dijo Venus al observar detalladamente la terrorífica mano.

-... y el señor Filch, nuestro conserje, me ha pedido que os comunique que quedan prohibidos todos los artículos de broma procedentes de una tienda llamada Sortilegios Weasley.

»Los que aspiren a jugar en el equipo de quidditch de sus respectivas casas deberán notificárselo a los respectivos jefes de éstas, como suele hacerse. Asimismo, estamos buscando nuevos comentaristas de quidditch; rogamos a los interesados que se dirijan a los jefes de sus casas.

»Este año nos complace dar la bienvenida a un nuevo miembro del profesorado: Horace Slughorn. -Éste se puso en pie; la calva le brillaba a la luz de las velas y su prominente barriga, cubierta por el chaleco, hizo sombra sobre la mesa-. Es un viejo colega mío que ha accedido a volver a ocupar su antiguo cargo de profesor de Pociones.

-¿De Pociones?

-¿De Pociones?

-El profesor Snape, por su parte -prosiguió Dumbledore, elevando la voz para acallar los murmullos-, ocupará el cargo de maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras.

-¡No! -exclamó Harry, haciendo que muchas cabezas se volvieran hacia él.

Venus no sabia que pensar exactamente, Snape favorecía a los suyos pero tampoco seria tan malo aprender pociones con algún otro profesor, pero también estaba el tema de que Snape era un mortifago, y si todo esto tiene que ver con su padre.

-Bueno, al menos hay algo positivo -se consoló-: Snape se marchará antes de que termine el curso.

-¿Qué quieres decir? -preguntó Ron.

-Ese puesto está maldito. Nadie ha durado más de un año en él. Incluso Quirrell murió mientras lo desempeñaba. Así que voy a cruzar los dedos para ver si hay otra muerte...

-¡Harry! -se escandalizó Hermione. 

-Quizá Snape vuelva a enseñar Pociones a final de curso -especuló Ron-. A lo mejor ese tipo, Slughorn, no quiera quedarse en Hogwarts para siempre. Moody no se quedó.

Venus y  el príncipe mestizo [6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora