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Comencé a moverme incómoda sobre la cama, la luz de la luna entraba por la ventana alumbrando la gran parte de mi habitación. Suspiré, no podía dejar de pensar en la advertencia de Itachi ¿No confiar en Madara? ¿Qué es lo que trata de decirme?

Madara había muerto hace muchos años, sin embargo sabía que Obito ocupaba su nombre ya que tío Madara había sido muy popular y lo seguía siendo. Pero eso era lo único que sabía y me había informado Obito, no sabía si podía confirmar lo que él había dicho. Me golpeé la cabeza con desesperación, ahora comenzaba a dudar de mi sensei.

Lo que fuese que fuera no me importaba, yo solo estoy aquí para averiguar sobre el asesino de mi hermano y también tomaría esto como un entrenamiento. Los planes de Obito no me importan en lo absoluto, cuando el momento de mi venganza estuviera completado solo pretendo correr hacia Sasuke.

Me senté en la cama sujetando mi cabeza con ambas manos, de tanto pensar ya se me había ido el sueño fácilmente.

- ¿sin poder dormir? - me sobre salte.

Busque al dueño de esa voz y me encontré una silueta con cabello amarillo sentado en la ventana previamente abierta. Sonreí en el color de su cabello, era igual de rubio que el de Naruto.

Solo asentí y él sonrió de lado, ladeó su cabeza invitándome a unirme a su insomnio y lo seguí, me levanté de la cama y me coloqué mis botas.

Fuera de la ventana esperaba Deidara junto a su ave de arcilla, lo miré no tan segura pero él me sonrió en forma confiable, sin más salté hacia el ave y el comenzó a andar por los cielos.

Cuando el cálido aire chocó contra mi rostro me sentí realmente relajada.

- al parecer piensas demasiado - lo mire

- supongo que tú también lo haces - el asintió - ¿Siempre tienes problemas para dormir? -

- no, solo los primero días que llegue fue así - sonrió - por eso decidí sacarte de allí un momento -

Sonreí, él se esperaba que yo no estuviera tranquila por la noche puesto a que le había pasado lo mismo. Observe a Deidara mientras él tenía sus ojos cerrados disfrutando del cálido aire de la madrugada. Su cabello era largo y tapaba su ojo izquierdo, sin embargo no le hacía ver mal, mantenía una linda sonrisa sin mostrar sus dientes. Jamás pensé que estos sujetos fueran en parte amables y cálidos a pesar de ser asesinos, sus cabezas eran fijas en el libro bingo pero me daban la sensación de ser completamente distintos, como si tuvieran varias personalidades.

- Deidara - mi miro - ¿por qué decidiste venir a Akatsuki? -

- bueno es algo complicado - se rascó la nuca nervioso - perdí en una pequeña pelea contra el Uchiha y fui obligado a venir -

Hablo defraudado y reí un poco, el cambio su expresión viéndome con ternura.

- ¿porque me ves así? -

- es la primera vez que te oigo reír, mi habitación está justo a un lado de la tuya y sin embargo solo escucho llantos - me sorprendí

Baje mi cabeza avergonzada pero él me tomo del mentón para que lo viera, clavo sus ojos con los míos y sonrió.

- debes dejar esos sentimientos atrás - hablo serio - o podrían ser un problema para ti -

Comencé a pensar, él tenía toda la razón y hace momentos había hablado acerca de múltiples personalidades, quizá yo también debía comenzar a tomar tal rumbo dispuesta a hacerme más fuerte. Mis sentimientos podían esperar, sin embargo mi objetivo debía ser claro y fuerte.

- tienes razón - hablé seria.

Él sonrió de manera arrogante.

- bien -

Me recosté sobre el ave mientras observaba las estrellas, ser una de ellas decía ser algo magnífico, quizá no tenían problemas y lo único agotador que podía llegar a hacer era rotar continuamente.

Mis ojos comenzaron a pesar y los cerré sin problema, poco a poco sentía como me dormía y era tapada por algo.

Deidara tenía razón, dejar mi tibia personalidad y mi pasado podría ser un muy gran paso a lograr mis objetivos. Debía dejar mi vida atrás a como dé lugar, esa persona débil ya no debía existir. Ya no existe.

Todo se volvió negro y no supe nada más.

(....)

Abrí mis ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz proveniente desde mi ventana que hace un unos minutos llevaba alumbrando mi rostro anunciando la mañana, estire mis brazos y luego observe el techo fijamente. Voltee mi cuerpo hacia mi izquierda y mis ojos se abrieron de sorpresa, Deidara me miraba fijamente con una sonrisa en su rostro, nuestras narices estaban a punto de rosar y me sonroje por completo.

- D...Deidara - me aleje de el apenada

- al fin despertaste - me acerco a él nuevamente tomándome por la cintura - no te alejes, no es como si fuera a hacerte algo - sonrió

Mire hacia otro lado queriendo evitar sonrojarme más de lo que ya estaba, el rio con ternura por mi acto y comenzó a acariciar mi mejilla, sentí algo húmedo y mire su mano. Me sorprendí al ver una boca allí, su lengua había lamido mi mejilla.

- Deidara - lo mire

- dime - hablo sonriente

- ¿cómo haces para ir al baño? -

Él se sorprendió de forma vergonzosa y se calló de la cama debido a eso, reí un poco por su aura depresiva y él se sentó en el suelo observándome con decepción y algo de enojo. Inflo sus mejillas y se sonrojo viéndose realmente tierno, como si fuese un niño. Me sonroje al pensar que el rubio era muy lindo, él se levantó y se sentó en la cama a mi lado.

- arruinaste el momento - ladeo su cabeza -

- ¿m...momento? -

El rápidamente me recostó en la cama quedando arriba de mí, lo mire realmente perpleja y sonrojada y el solo sonrió, sus mejillas estaban igual de rojas que las mías. Cuando comenzaba a acercarse algo lo separo bruscamente y lo mando a volar hacia la pared, observe quien había sido y Itachi se encontraba fulminándolo desde la puerta, sin embargo el no había sido quien lo golpeo. Mire hacia mi costado y Obito se encontraba con su máscara de niño inocente. Lo fulmine, no sabía de qué se trataba pero no me había agradado el hecho de que alejara a Deidara.

- l..lo siento Deidara-senpai - hablo nervioso con su voz chillona

- Tobi - el rubio se levantó enfadado

- usted estaba molestando a _____-senpai, se lo merecía - se excuso

¿Quién dijo que me molestaba? Fulmine a Tobi.

Ambos tres me miraron sorprendidos.

- ¿qué? -

- pensaste en voz alta - mire sorprendida a Deidara quien sonreía satisfecho.

Me sonroje por completo y me oculte bajo las sabanas rápidamente, estaría en grabes problemas más tarde. De parte de Obito y más de Itachi, demonios.






HOLA! soy la autora y realmente quería agradecerles por todo el apoyo que han brindado a esta historia, al principio creí que no seria tan reconocida y querida porque lo que había considerado no seguirla. Sin embargo eso cambio gracias a sus comentarios positivos al igual que las criticas que también ayudaron bastante al avance de la historia. Actualmente estamos por llegar a 30k de visualizaciones y eso me llena de alegría y me motiva plenamente.

Sin mas decir espero que lo disfruten y sean pacientes al próximo capitulo que ya esta en proceso. Gracias por todo <3

Mi hermano y yo (Sasuke Uchiha y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora