Camine a paso tranquilo hacias mi habitación. En el camino iba pensando en lo que había sucedido estas dos semanas, Kakuzu y Hidan habían sido asesinados por los de Konoha, me sentía algo extraña, a decir verdad casi todos lo hacíamos ya que nos habíamos acostumbrado a ese par extraño.
Cerré la puerta detrás de mi y me acerqué hacia la ventana en frente de mi, la abri observando la lluviosa Aldea. Como supuse habíamos sido traídos al país de la lluvia, en donde Pain lideraba actualmente. No era un lugar muy conocido pero me agradaba ya que todo el tiempo llovía, bueno había obligado al líder a que mantuviera el tiempo así ya que me agradaba demasiado.
Comence a pensar en todo lo que había sucedido respecto a mi vida, era demasiada extraña.
Suspiré, hace unos días sentía una leve presión en el pecho que me ponía realmente nerviosa, algo iba a suceder y ni siquiera sabía si era bueno o malo.Unos brazos rodearon mi cintura.
- ¿en qué piensas? - beso mi mejilla.
- en nada importante - le sonreí de medio lado.
Observe el rostro de Obito queriendo encontrar lo que siempre buscaba, quería decirle demasiadas cosas, que quería estar con él siempre pero simplemente esas palabras no salían, había comenzado a amarlo y eso me inquietaba.
Sabia que el me tenía mucho aprecio pero no sabia si era de la misma forma, ambos llenabamos un pequeño vacío en el otro queriendonos tal forma pero sabia perfectamente que su corazón no me pertenecía y eso me asustaba de alguna forma.- Obito - el me miró - ¿tu me amas? -
Su rostro se tensó y su cuerpo se alejó un tanto de mi, se posó a mi lado en la ventana y se apoyó con los brazos cruzados en el marco de esta.
Observo la lluvia detenidamente y sabia que estaba preguntándose "¿la amo?" Toque su hombro y me miro algo triste. En ese momento comprendí que mis pensamientos eran verdaderos, había comenzado a sentir algo por el cuando el no lo hacía.- se que tu corazón le pertenece a Rin - su nombre pareció lastimarlo.
- yo no quería que te sientas.. - negué
- no trataba de decir que yo te amaba - mentí y fingi una sonrisa - solo quería confirmar que no salieras herido -
- ¿herido? - me miró sin entender.
- nose a quien le pertenezca mi corazón aún - sonreí triste.
Mi corazón comenzaba a ser tuyo.
- ______ eres una gran parte de mi vida, y llenas un pequeño espacio aquí - llevo mi mano a su pecho - pero tienes razón, mi corazón le pertenecerá a ella siempre -
Sonrei triste, de alguna forma me lastimaba que el dijera eso. Sentía que me pertenecía cuando nunca había sido haci, me había ilusionado con una absurda historia de amor y felicidad en mi cabeza, el no me amaba y yo dudaba de mis sentimientos ahora.
- nada cambiará entre nosotros ______ - me tomo de las mejillas y me besó.
Lo abracé y sonreí falsamente.
- no te preocupes nada va a cambiar - acaricié su mejilla.
- habrá reunión en media hora, estare como holograma, debo hacer una misión con Deidara - plantó un beso en mis labios.
- esta bien - le sonreí.
El se separó de mi y camino tranquilamente hacia la puerta, cuando salió y cerró la puerta me dejé caer al suelo. Comence a llorar culpándome por haber sido tan estupida, mi pecho dolía levemente y creí que esa era la presión que sentía, y si esa presión ya se había esfumado. La razón de presentir algo era esa, había entregado mi corazón en bandeja de plata a Obito cuando sabía que el jamás dejaría de amar a Rin, sabia todo sobre su historia y su muerte y me sentía fatal por estarla odiando de alguna manera en estos momentos.
Me lamenté por haberle preguntado aquello, quizás había arruinado nuestra extraña relación en algún modo, para el no sería tan malo pero a mi me febastaria por completo.
Abrace con fuerza mis rodillas y segui llorando, hace tiempo que no lloraba de tal forma que me hacía sentir débil, volvía a ser la misma niña llorona de antes.
ESTÁS LEYENDO
Mi hermano y yo (Sasuke Uchiha y Tú)
FanfictionNo todo es lo que parece.. Sasuke y yo habíamos pasado una gran parte de nuestras vidas creyendo que nuestros sentimientos estaban relativamente mal. Hermanos. Hermanos es lo que creímos que éramos, siempre nos vimos obligados a vernos como eso, las...