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Suspiré.




Observe con cuidado el hermoso atardecer que brindaba el nuevo verano, desde la ventana de mi habitación.
Los años parecieron pasar rápidamente por enfrente de mi rostro, como un abrir y cerrar de ojos. Mis días de entrenamiento con los miembros de Akatsuki y mi sensei habían llegado a su fin y realmente me había vuelto fuerte gracias a ello, los planes de Akatsuki habían comenzado desde las sombras y ya teníamos en total unos dos bijuus. Las personas comenzaban a notarnos y esparcir rumores acerca de que éramos una organización criminal de rango S, era molesto y aunque asesinamos a las personas que se encargan de esparcir el rumor, aún llega a las pequeñas aldeas lejanas.

Senti como unos brazos rodeaban mi cintura y luego depositaban un beso en mi cuello haciéndome estremecer un poco, cerré mis ojos mientras el seguía depositando pequeños besos y en algunos casos mordidas. Me volteo rápidamente y me beso de una manera fugaz y desesperada, me cargó haciendo que yo enrollara su cintura con mis piernas. Me sujetó del trasero y comenzó a caminar hacia la cama, me depósito con cuidado en ella y se posó arriba de mi, comenzó a levantar mi blusa y bajo hasta allí depositando besos en mi abdomen, su mano derecha viajó hasta mis pechos y comenzó a acariciar uno, no pude evitar gemir y el sonrio en respuesta.
Subió hasta mis labios y me besó cariñosamente, me coloqué nerviosa cuando condujo su mano a mi entrepierna, me mordi el labio cuando comenzó a acariciar sobre la tela de mi ropa.

Unos golpes en la puerta nos puso en alerta y se separó de mi rápidamente y maldijo sentándose a mi lado con un notable problema entre las piernas. Reí por su cara de frustración, me acerqué y deposité un pequeño beso en sus labios y el tomo mi almohada tratando de ocultar su problema.
La puerta se abrió dejando a la vista a mi sensei en su papel del pequeño tobi, nos inspeccióno con su único ojo visible y se río algo nervioso.

- que quieres Tobi - le pregunto.

- eh, Deidara-senpai el líder lo necesita - hablo de forma extraña.

- esta bien - se levantó - _____ me acompañas - extendió su mano y asentí.

- oh _____-senpai quería hablar con usted - quiso detenerme.

- podemos hablar luego Tobi, iré con Deidara ahora - le sonreí con burla.

Observe a Deidara y me mordi el labio al ver una linda sonrisa plasmada en sus labios, me tomo de la mano y salió conmigo de su habitación. Senti como Obito desprendía odio puro hacia el rubio, era normal luego de haberlo rechazado hace unos meses.
Mi amorío con Deidara comenzo luego de una misión para buscar dinero hace un año aproximadamente, cada uno había acordado no enamorarse del otro por cuestiones obvias. Sin embargo eso era muy difícil para mí, el rubio era extremadamente lindo y sexy y todavía no habíamos podido llegar a más en nuestra pequeña relación, siempre que lo intentábamos Obito parecía arruinarlo, como si estuviera al pendiente de lo que hacíamos Deidara y yo.

Nos aproximamos a la habitación del líder y nos adentramos, el nos observó y luego nuestras manos. Sonrio de lado y nos pidió que nos acercaremos hacia su escritorio, nos sentamos delante de él y este suspiro.

- que bueno que ambos vinieron - sonrio - tengo una misión para ambos - inmediatamente nos miramos.

- ¿solos? - pregunto mi rubio.

- solos - nos miró con burla el líder - al principio iba a darle esta misión a Tobi y Sasori, pero Tobi aún no es un integrante por lo cual se las dejo a ustedes - explicó, ambos asentimos.

- ¿de qué trata esta misión? - lo miré.

- no es nada complicado, lo mismo de siempre, matar a algunos criminales y encargarse del dinero - asenti - digamos que es una consideración para que pasen tiempo juntos - miro nuestras manos aún entrelazadas.

Me sonroje por lo que había dicho y Deidara solo sonrio como si hubiera ganado un valioso premio. Sin más decir nos dirigimos a la puerta más que satisfechos y agradecidos con el líder.

- comienza a caerme mejor líder - le sonrió el rubio.

Apenas salimos y cerramos la puerta me estampó contra la pared y me besó contento y ardiente. Se separó de mi y sonrió ampliamente.

- ¿oíste eso? - asenti - debemos irnos lo antes posible - hablo rápidamente.

Reí un poco por su desesperación y el me abrazo.

- te quiero _____ - mi cuerpo se tensó - acordamos que no pasaría esto pero.. -

- yo también te quiero Dei - lo interrumpí.

El me miró impactado y luego sonrió de medio lado.

- debemos alistar nuestras cosas para irnos mañana por la mañana - dijo.

- esta bien, te veo luego - asintio - ¿dormirás conmigo hoy? -

- ¿qué clase de pregunta es esa? Si iré - sonreí.

El se fue hacia su habitación y yo comencé a caminar hacia la mía, cuando entré dejé salir un suspiro, Deidara causaba algo en mi que alejaba todos mis rencores y planes, el me sacaba de mi aura vengativa y no sabía cómo podía el lograr eso. Sin embargo aunque lo quisiera había algo que no me dejaba amarlo, me lo impedía repititibamente y me frustraba.
Camine un poco y unas manos me sujetaron de la cintura y taparon mi boca para evitar que gritara, mi cuerpo chocó con algo duro y mi trasero pareció rozar con algo abultado, abrí mis ojos de impresión y pude divisar a Obito molesto detrás de mi. Su mano comenzó a bajar hacia mí parte íntima y me alarme comenzando a moverme.

- deja de moverte - no hice caso - te haré sentir lo que esa rubia no puede - mordi su mano y me soltó quejándose.

- no puede porque tu maldito acosador siempre lo arruinas - hable molesta.

- ¿qué es lo que pasa por tu cabeza? Hace unos años no te molestaba que te tocara - hablo molesto.

- eso cambió, no soy la misma niña ilusa - me sonroje de cierta forma.

- tu manera de verme como antes cambió por ese maldito rubio - se acercó.

- no te atrevas a culpar a Dei - el río - esto es tu culpa, cuando dormías solo pronunciabas el nombre de Rin, incluso algunas veces cuando me abrazabas pensabas en ella - hable molesta - no lo olvides, puedo leer tu asquerosa mente -

El se tensó y frenó de golpe, sus ojos se abrieron de par en par. Comenzo a alejarse sabiendo que yo tenía razón, el solo quería verme como el remplazo de Rin era realmente enfermizo. Ella está muerta desde que el era un niño y aún no lo puede superar.

- ¿que sucede? - le sonreí con burla - ¿ahora no dirás nada? - trago saliva.

Tomo su mascara y salió rápidamente de mi habitación, suspiré y sin darle importancia comencé a ordenar mis cosas para la misión. Cuando acabe me tire en la cama tratando de asimilar todo lo que estaba ocurriendo recientemente en mi vida relacionado con el amor.
Su cabello azabache y su cara realmente guapa se cruzó por mi mente, mi cuerpo comenzó a encenderse y no pude evitar sonrojarme. ¿Porque estaba pensando en el ahora? ¿Como habrá cambiado su aspecto en estos tres años?

Esos pensamientos se esfumaron cuando vi entrar a mi lindo rubio por la puerta de manera sonriente, Dei realmente era una persona hermosa.
Se acercó a la cama y se acostó, me abrazó por la cintura y y me apegó a su cuerpo, depósito besos por toda mi cara haciéndome reír.

- eres preciosa - dijo mirándome fijamente.

- tu igual - acaricie su mejilla y lo bese dulcemente.

Nos acurrucamos y tapamos y poco a poco nos fuimos quedando dormidos.
Me agradaba dormir con Dei porque siempre dormía con una sonrisa en mi rostro, solía ser cálida solo con el.

Mi hermano y yo (Sasuke Uchiha y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora