Algunos días pasaron, Martín me invitó a la salida del trabajo a ir por una cerveza artesanal en el bar de siempre.
Era un bar bastante agradable y bonito, una barra en madera, banquetas altas con el asiento redondo, seis barriles donde reposaba la cerveza, era una preciosidad mirar el líquido salir de los tanques de madera para llenar nuestros vasos de medio litro, la espuma por encima de la delicia dorada nos coqueteaba mientras las acercaban a nuestros puestos.
Hacía mucho que no tomábamos una cerveza en ese bar, también hacía mucho tiempo que Martín y yo no nos dedicábamos algo de tiempo, mi aprecio hacia él era el mismo, pero mi manera de pensar y ver las cosas, no.
Le conté de Julieta, después de dos cervezas, Martín tomó un trago grande y preguntó —¿por qué lo hiciste?—.
—¿Por qué hice qué, hombre?— reviré confuso.
Martín miraba al frente como buscando la respuesta y su cara de indignación me confundía más. Rompió el silencio relatándome por qué tanta rabia repentina.
"Sabías que la amaba, y tú te aprovechas del mal momento que pasaba Abigaíl emocionalmente. Ella y yo estábamos en proceso de olvidarnos de cada uno y mantener una relación de amigos como cualquiera, pero tú no respetas ni a los amigos, eres tan miserable, que de tantas mujeres en el mundo decides enredarte con la mujer que más amé. Ella me contó todo, como la sedujiste, desde cuando la besaste a la fuerza en su cumpleaños aprovechándote de que Sergio y yo habíamos salido, hasta cuando la citaste en Jimmy's para amenazarla con inventarme una historia de infidelidad cuando ella y yo estábamos juntos si no iba a tu casa.
Podía esperarlo de cualquiera, Lautaro, pero a ti te había considerado mi hermano por mucho tiempo, tarde me doy cuenta que eres menos que basura."
Concluyó.
—Nada de lo que dices tiene algo de verdad— refuté.
—¿Ahora me vas a decir que ella me fue infiel durante nuestra relación?— dijo con una carcajada sarcástica.
—No, Martín. Te contó todo al revés—
Abigaíl se había visto con Martín luego de todo lo que pasó y lo puso en mi contra, yo tenía la culpa por dejarme llevar por ella. Había caído como un niño en su juego, hizo que incluso llegara a extrañarla. Decirle cualquier cosa para reivindicarme con Martín sería inútil, lo conozco lo suficiente para saber que no me creería, él estaba molesto, con alcohol en la sangre y así nadie es sensato.
—No lo vas a entender, creo que es hora de que me vaya— le dije.
—Debería partirte la cara ahora mismo, pero no lo vales— soltó girando su cabeza hacia mí.
Me levanté y salí dejando el dinero sobre la barra, nunca sentí tanto odio como el que de repente había entrado en mi cuerpo, ella le había contado todo al revés a Martín, no entendía por qué haría algo así. "Maldita".
Al llegar a casa comencé a buscar la manera de hacerle entender a Martín que no era como ella le había dicho.
Necesitaba una manera de que me entendiera, algo convincente, pero para eso debía contarle todo desde el principio y que él mismo atara cabos, si después de eso seguía sin creerme, ya no había remedio.
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DESNUDO (En proceso)
RomansaLautaro, es un chico moralista que tiene un sueño erótico con Abigaíl, la ex de su mejor amigo. El universo conspira para que se encuentre con ella en una situación que lo hará dudar de la lealtad hacia su amigo Martín, y hará que deje su moralismo...