Capitulo 30

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Las estrellas brillaban pobremente en el cielo nocturno debido a la contaminación lumínica, pero aun así Peter podía ver gracias a las farolas que decoraban el jardín de la mansión a varios mujeres en cuerpos de niñas sentadas en las escalinatas de la entrada con los ojos rojos de tanto llorar.

Rápidamente entró a los límites de la propiedad, seguido por sus tres pupilas, captando la atención de sus diminutas protegidas y su tía, la cual salía para vigilar. El sentido arácnido nunca tuvo oportunidad alguna de advertirle al Parker que iba a ser derribado en el pasto por quince heroínas y villanas, hallándose en necesidad de aire que finalmente consiguió tras sacar su cabeza enmascarada de entre los brazos de Bobbi y Jennifer.

-Mmh…me extrañaron? – logró preguntar el héroe luego de subirse la máscara hasta la nariz.

-Lo sentimos mucho! Perdón! Perdón! Ya no nos pelearemos más! – sollozantes se expresaron todas al unísono, sorbiendo sus naricitas en el traje del adulto.

-Ya tranquilícense…no estoy enojado, ni tampoco las abandonaré- con voz paternal les explicó el castaño, procediendo a abrazar con fuerza a heroína de piel jade y besar su frente, repitiendo el proceso con las demás bajo la atenta mirada de su tía.

Todas las miradas se posaron en Peter, quien alzo una ceja.

Que de verdad creyeron que las abandonaría por supuesto que no, pero tampoco voy a dejar que me pisoten- encogiéndose de hombros respondió, aunque con una sonrisa cariñosa.

-Niñas, por qué no le dicen a Peter lo que hicieron para disculparse? – la anciana pronunció al mismo tiempo que las jóvenes asentían fervientemente para luego ponerse de pie y jalar a un desconcertado Spidey.

Adentrándose al establecimiento que utilizaban con residencia actual, el arácnido fue conducido a través de los pasillos hasta la cocina, donde una enorme bandeja con tortitas que él tanto adoraba.

Ahhhhh, todavía recuerdo que mi tío solía decir que una mujer que sepa esa receta tendría su bendición aún después de la muerte, para cualquier Parker- dijo Peterr sin saber que  llamó la atención de varias mujeres, claro que cada una para cierto Parker, hasta Rachel quien veía a Franklin deciendo que el tambien quería ser un Parker.

Franklin y Valeria se acercaron tras oír el ruido, saludando a su tío mientras le contaban cómo uno había superado la marca de un videojuego mientras la otra había terminado una teoría con los estudios que le habían dejado.

-Están sabrosos! Espero que no te hayan causado muchos inconvenientes, Tía May– degustando una porción, comentó Peter.

-Nada de eso querido. Ellas estaban muy tristes por lo que hicieron y me preguntaron si había algo que te hiciese feliz. Así que simplemente les enseñé tu receta favorita- la mujer anciana refutó, acariciando el blondo cabello del hijo de Sue mientras esta misma parecía estar salivando junto a las demás por la comida sobre la mesa.

Tal vez debería de pedirle la receta- penso Sue sin saber que varias tenían el mismo pensamiento.

-Qué ocurre? No han comido en mi ausencia? Acaso extrañaron que les cocinase? – quiso saber el héroe.

Ahora que lo pensamos tal vez deberíamos de pedir otro desayuno del tío Peter- pensaron los dos mini rubio y extrañamente She hulk.

El rubor en sus caras fue la única respuesta que necesitaba Spidey para sonreír e invitar a todos a sentarse en la mesa junto a él. En un parpadeo, todas las sillas estaban ocupadas y la bandeja siendo saqueada, dándole tiempo suficiente al Parker para separar una porción para disfrute propia y la mini rubia fantástica que aprovechó la conmoción con el fin de sentarse en las piernas del superhéroe de Queens.

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