West Hollywood, Los Ángeles,
California 1987.-¿Cómo decías, Duff?- preguntó ella.
-¿Que? Oh nada, nada.
-Bien, debo irme. Después ven que te hago eso en el cabello, ¡Enserio eh!- me señaló - Ya sabes donde vivo, piso diez, departamento veintidós G.
-Claro, en un rato iré.- le sonreí.
-Adiós Steven.- saludó con la mano y se fue.
Me quedé concentrado mirando su figura mientras desaparecía entre las personas. La vería en unos momentos y para que me decolore el cabello, que gracioso. Y yo que creía que nos llevaríamos horriblemente mal.-¡Hey! Planeta tierra llamando a Duff.- Steven movió sus manos rápidamente frente a mi cara, llamando mi atención.
-¿Que?
-Que cara de idiota tienes. Sigamos comprando que quiero irme de aquí. ¡Y me debes mis popcorns!
Puse los ojos en blanco y asentí para unos segundos después retomar las compras. Compré lo necesario para después ir a casa de ella, quien sabe, quizá ocurra algo más.
○
Subí las ventanillas del auto y bajé. Para mi suerte la puerta de entrada del edificio estaba abierta así que sin más entré y me dirigí al ascensor. No pensaba subir las escaleras hasta el piso diez, mi aptitud física no da para mucho.
Presioné el botón con el número "10", y el ascensor comenzó a ascender. Mientras subía, me miré en el espejo que rodeaba las paredes de éste mismo. No me veo tan mal, creo. Finalmente había llegado, caminé por el largo pasillo hasta que topé con su puerta y toqué el timbre. A los segundos detrás de la puerta me encontré con ella, usando una camiseta el doble de grande, llena de pintura y el cabello en una coleta totalmente despeinada. Fruncí el ceño.
-¡Duff! Al final viniste, pasa.- se hizo a un lado.
-Dije que lo haría.- me encogí de hombros mientras entraba.
Su departamento es muy bonito, aunque desordenado, bueno esa no es exactamente la palabra. Está llena de cuadros por doquier y completamente lleno de potes y tarros de pintura.
-Disculpa el desastre, ¿Cerveza?
-Es.. creativo.- la observé - Claro, una cerveza no vendría mal.
Me senté en el gran sofá que yacía en su salón. Detrás mío sentí una respiración y me sobresalté, haciendo que me parase de donde me acababa de sentar hacia unos escasos segundos. Ella reía.
-Estaban dormidas supuestamente.- rió - Son Lía y Holly.- dijo pasándome la cerveza.
-Que ternuritas.- me acerqué a ellas y las acaricié, tiene unas mascotas muy simpáticas.
-También tengo un gato, Duque. Ese de seguro sí que está durmiendo.- prendió un cigarrillo.
-Me gustan los animales. También me gusta todo esto que está aquí.- señalé a mi alrededor - ¿Eres artista?
-¿Qué te parece a ti?- rió - Estudié arte por tres años, pero por cosas de la vida tuve que dejar la carrera. Pero bueno, además de trabajar donde siempre vendo mis obras.
-Espero me puedas pintar a mi.- le dije en tono burlón.
-Pff, va a costar muy caro esa obra.- se acercó a mi y tomó la bolsa que dejé en el sofá.- ¿Has traído todo?- asentí - Bien siéntate ahí, que ahora preparo esto y ya empiezo.
ESTÁS LEYENDO
𝑪𝒐𝒏𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 | Duff McKagan [1]
RomanceElla, siempre tan ruda, torpe y audaz. No dejaría que nadie la sobrepase, que nadie se burle de ella. ¿Necesita amor? Seguramente, pero es algo que nunca le importó, o quizá nunca supo que era sentir amor. Él, una persona insensible, egoísta. Solo...