West Hollywood, Los Ángeles,
California 1988.-¿Cuanto has bebido?- pregunté al separarnos del abrazo.
-No he llevado la cuenta...- se recostó en el sillón y colocó una mano sobre sus ojos - Todavía estoy mareado.
-¿Quieres darte una ducha? Hay ropa tuya aquí.
-No vendría nada mal..- ambos giramos el rostro al oír las llaves en la puerta, a los pocos segundos entró Stephanie junto a Tommy.
-¿Cómo logró entrar?- preguntó ella al verlo.
-Dijo que el guardia de seguridad no estaba hoy.- me encongí de hombros.
-Hola viejo.- saludó Tommy a Duff.
-Hola Tommy.- intentó mostrar una sonrisa, que más que eso parecía una mueca.
-Vaya que has bebido.- río al ver la cubeta llena de vómito.
-¿Eso es?- señaló Stephanie - ¡Que asco, que asco, que asco!- chilló yéndose rápidamente hacia la cocina. Reí al ver su reacción y me levanté del sillón.
-Limpiaré esto, y además te traeré algún pastilla para el dolor de estómago.
-Gracias cariño...
Deseché y limpié todo en su lugar correspondiente, para después ir a mi habitación y recoger todo el desastre que había. Pañuelos por todos lados, fotografías nuestras sobre la cama y los botes de ansiolíticos. Ordené todo como realmente debía de estar y antes de salir tomé las pastillas para dárselas a Duff. Me dirigí a la cocina para servir un vaso de agua y allí se encontraba Stephanie guardando cosas en la alacena.
-¿Está todo bien?- preguntó.
-Si... digamos que ya estamos bien. Demasiadas emociones por hoy.- reí.
-¿Quieres que me quede?- acarició mis hombros.
-No, tranquila. Ve con Tommy que seguro te ha extrañado todos estos días que te quedaste aquí conmigo. Y te agradezco por eso.- la abracé fuertemente.
-Para eso estamos las hermanas.- rió - Quiero que estés feliz, ¿Si? Y se que él te hace feliz. Todos cometemos errores, así que no pierdes nada dándole otra oportunidad.
-Lo sé, gracias otra vez, Steph.
-No es nada.- sonrió y ambas caminamos hasta la sala donde se encontraban los muchachos hablando.
-¿Vamos?- preguntó Stephanie a Tommy.
-Claro, nos vemos luego.- saludó a Duff con un apretón de manos y a mi con un beso en la mejilla.
-Cualquier cosa me llamas, ¿Okay?- asentí ante su pregunta y cerré la puerta tras ellos.
-Toma esto, que ahora te prepararé la ducha. ¿Está bien?- le pasé el vaso con agua y las pastillas. Éste sólo asintió y yo fui al baño a preparar la tina, la llenaría con agua caliente para que el pudiera relajarse y espabilar luego de tanto alcohol ingerido.
Abrí el grifo y regulé la temperatura del agua. Dejé que se llene la tina mientras iba a la sala a buscar a Duff.-Vamos.- pasé uno de mis brazos por su cintura y con fuerza lo pude levantar - Ayúdame, recuerda que mides dos metros más que yo.- reí y el también.
A paso lento llegamos al baño, dejé que se sostuviera de la pared y le quite sus prendas y zapatos, dejándolo completamente desnudo. Lo ayudé a entrar en la tina e hice que se recostara para que el agua cubra todo su cuerpo.
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𝑪𝒐𝒏𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 | Duff McKagan [1]
RomanceElla, siempre tan ruda, torpe y audaz. No dejaría que nadie la sobrepase, que nadie se burle de ella. ¿Necesita amor? Seguramente, pero es algo que nunca le importó, o quizá nunca supo que era sentir amor. Él, una persona insensible, egoísta. Solo...