Los estudiantes hacían el intento de prestar atención y escribir lo que la profesora apuntaba algunas palabras frente a la pizarra del cuadro sinóptico que había detallado con ítems a realizar. Pero por su parte, la importancia mental de Kyungsoo, era calcular más o menos cuánto le llevaría hacer esta tarea de Biología, y las pendientes de Historia y Literatura.
Si, puede que esté un poco acabado, no obstante, todo tiene que ir acorde a lo planeado.
Hoy tocaba clase de natación luego de las clases, el sagrado deporte favorito que realizaba por cuestiones de salud. Y no estaba seguro cuánto le llevaría hacer todas las cosas, porque, al final del día terminaría agotado. No pasaría la noche en su casa, sino que en la ciudad en el humilde espacio de Junmyeon Hyung en su visita. Por eso, debía adelantar cuanto antes por lo menos para no dejar mucho material en medio de su largo fin de semana.
El motivo principal para largarse de su propio hogar, eran sus odiosos hermanos; quienes harían una fiesta en ausencia de sus padres. Kyungsoo no era digno de aprovechar bien cuando precisamente no estaban sus mayores. De hecho, hacía lo posible de no implicarse en los asuntos de ese par, porque suficiente tenía consigo mismo para tener dolores de cabeza.
Él no se catalogaba el mejor estudiante, ni el mejor hijo, culto y correcto. O el disque favorito de su familia. Había que admitir que era un tanto particular y diferente, por ser distante y efectivamente seco cuando se le daba la gana. Y en ocasiones prefería estar solo sin hacer nada, consumiéndose en la pereza por simplemente, sentirse cansado; cansado de todo en general. Hasta pensaba que poseía un alma vieja incrustada en el cuerpo de un muchachito de diecisiete años.
Gracias a los últimos acontecimientos con sus calificaciones, tenía que ponerse al corriente como para no llevarse ciertas materias, o de lo contrario, perdería el año. Sus padres no más decidieron quitarle sus manhwas, su consola de juego, y el equipo del monitor, dejándole una vieja y simple laptop de poca memoria para hacer sus tareas, advirtiendo que si se repetía el hecho, definitivamente se acabaría el servicio de Internet y no habría mesada.
La inquietante implicación llevó a que sus hermanos 'saltaran' acusándolo de ser un engendro amargado y quisquilloso.
Y sí, probablemente lo era, tampoco le ofendía. Do Seungsoo y Do Jinsoo no más le hastiaban sus días como un grano en el culo cuando se les daba la gana. Por eso, rogaba que pasara rápido el tiempo como para terminar la preparatoria, graduarse, entrar a la universidad y estudiar una insípida carrera para intentar recibirse de tal profesión. Y hacer de las suyas sin que nadie lo jodiera.
—Kyungsoo...
Sintió el toque de codo a codo de su amigo, acompañado de esa baja y ronca voz explotando su burbuja de concentración y divague a pesar de seguir escribiendo.
—¿Hm?
—Me dijo Jongdae que lo esperaras en la salida.
—Para qué.
—Quiere hablar contigo de algo respecto a Junmyeon Hyung.
—¿Sobre qué…?
—Yo que sé, amigo. No me quiso decir, y lo noté raro.
Kyungsoo arqueó una ceja con curiosidad. Y pasó a compartir una mirada con Chanyeol. Un muchacho alto, de cabellera oscura alborotada, que solía mantener una postura un poco encorvada; alguien que se lo podía calificar como un buen sujeto achispado, de mirada simpática y expresiva bocaza. Este se encogió de hombros y formó una mueca graciosa moviendo sus labios para que no se escuchara, diciendo:
—"¿Cosas de gays?"
No pudo evitar una curvatura de labios y luego morderse el labio, para evitar reirse, negando la cabeza.
Kim Jongdae, un amigo de la primaria, hace un año y medio le confesó que se traía un rollo con Kim Junmyeon —quien en ese instante iba en su último año y era amigo cercano de sus hermanos—, generando bastante sorpresa; claro que la suficiente como para no juzgarlo, pues, para empezar no se sentía con derecho a nada, es solo que, ni por asomo se le hubiese cruzado ese acontecimiento por la cabeza.
Su amigo tenía dieciséis y Junmyeon dieciocho, por ese entonces, siendo uno de los alumnos destacados de último año, le hizo un tanto de "ruido" pese a considerarlo una excepción. La mayoría de los de último año se volvían estúpidos y grandes idiotas al llegar a la fase "previamente adulta", algo así como cuando por primera vez entras a la secundaria y te crees "el rebelde sin causa" al ser 'mequetrefe' de unos míseros trece años.
Ni modo, a él le dio y le daba igual la sexualidad de sus amigos.
El hecho fue a parar como un discreto apunte guardado en su cuaderno de vida; ese cuadernillo que una noche a los ocho años, comenzó a escribirlo con distinguidos sucesos al ritmo de sus años.
Por ejemplo, recuerda uno en particular que decía:
“23 de Agosto — JinSoo noona recibió un pollito de regalo por la granja que visitamos. Se puso muy contenta estos días, pero hoy la gata Pandora se lo comió”.
Su cuaderno nadie lo tocaba, valía oro ese pedazo de armado con hojas, discretamente gastado, pero bien conservado; y le recordaba ciertas cosas por las cuales hoy en día, solía ser chico poco demostrativo. Reservado y quizá algo antipático.
—Okey...
Terminó por decirle a Chanyeol para continuar su escritura y mirar de improviso su lado izquierdo, dos mesas más adelante, la espalda del reconocido compañero que en esta semana, no había hecho mucho revuelo en el alumnado.
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El Hermano de Sang Joon © || EXO/KaiSoo
Fanfiction"El hermano de SangJoon", es un joven de diecisiete años que al ingresar como nuevo estudiante, se da a conocer como tal por ser el hermano menor de uno de los chicos populares de la escuela, logrando un misterio para todos tras no revelar su nombre...