1. Parte 2

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Tras la última y tortuosa hora del día escolar, se dirigió a su casillero para quitar su libro de Economía, lo guardó en su mochila junto a una botellita de agua que había dejado allí, y luego, sacó un pequeño bolso de mano donde llevaba lo necesario para ir a su clase de natación. Por último, cerró rápidamente con el seguro y dio media vuelta, yendo entre el tumulto de alumnos hacia la salida junto a ChanYeol, quien lo rodeó con un brazo el hombro.

—¿Planeas volver el martes? —preguntó curioso el grandote.

Sería feriado puente, por eso sus hermanos habían escogido la casa para el festón hoy, porque sus padres decidieron previamente viajar a Jeju en la mañana con Shinhye Noona, su otra hermana mayor.

—Si, martes por la mañana.

—Hm. Que lástima. Tus hermanos no son tan cabrones como dices.

—Porque no los conoces muy bien, te dejas llevar por su simpatía. Además, no tengo porqué estar ahí si sabes que la última vez lidié con sus burlas.

—Pero fue divertido. Te la pasaste bien, o ¿no? —sonrió formándose un enigmático hoyuelo en su cara y Kyungsoo le miró sin gracia, por eso Chanyeol retractó el gesto—. De acuerdo, quizá no tanto, no me sigas culpando...

Rodó los ojos y suspiró negando cabeza.

—Yeol, a veces ni siquiera entiendo cómo seguimos siendo amigos.

—Es que ese es el poder de la amistad. En las buenas y en las malas. Porque yo te amo y tu me amas —agregó sonriendo otra vez, al detenerse mostrando esa extensa hilera de dientes y dando un ligero toquecito con su puño en la quijada a su amigo.

—Já~ Eso sonó tan cursi —rió un poco divertido y continuó el paso hacia el portón de salida.

—Bueno, pese a mi único error de haberte dejado solo, he llegado a pensar que soy mejor que tus hermanos, aunque envidio tener unos hermanos gemelos como los tuyos.

—Mellizos.

—Exacto; mellizos.

—Yo no lo creo, te querrás morir a los dos días.

—Lo dices porque eres un exagerado.

—Y tú porque no sabes nada. Hablas porque tienes lengua y cuerdas vocales saludables.

—Te conozco a ti y a tus hermanos desde que éramos niños.

—Bueno, pero no hay mucha diferencia. Puedo asegurarte con total seguridad que ni siquiera eres mejor que ellos.

—¡Oh, baja esos niveles…de crueldad! Un solo error en mi vida contigo y pareciera que me has crucificado para la eternidad. Yo no tuve la culpa de que te hayas pasado de copas ese día. Y… solo por haber tenido una primera mala experiencia, no significa que vuelva a repetirse…Soo.

—Si, lo sé...

—Bueno, entonces, por favor, quedate… Si no estaré solito~ —hizo un ligero mohín.

—Si, claro. No hay duda que estarás solito~

Ironizó. Su mejor amigo era dado con la gente y sabía de sobra que cuando se trataba de familiarizarse, y más en esos ámbitos de festón o reunión, Chanyeol no tenía dificultades para socializar.

—¡Oh, vamos Kyungsoo! Es cuestión de medirse, o directamente no bebas.

—¡Qué dices! Ya tengo planes y Junmyeon Hyung me espera en la noche.

—...Ugh. Si te sigo rogando, al menos con un puchero, no lo harás, ¿no?

—Nop. Son horribles tus pucheros.

Se detuvieron otra vez al llegar a la vereda de frente al portón de salida, y esperar a Jongdae.

Chanyeol permaneció con una mueca desanimada, pues, él solo quería que lo acompañara para que lo pasaran bien, nada de embriagarse para darse el rostro contra el suelo, y sobretodo por respeto a la casa de los Señores Do, a quienes le tenía un gran afecto.

—...Okey, entiendo. No quieres volver a vivirlo, y estás en todo tu derecho. Pero nunca olvidaré lo bueno de ese día; bailaste, hablaste sin pelos en la lengua, preparaste tragos, ¿eh? Tragos.

—Gracias a Shinhye Noona, ella me enseñó.

Hace un tiempo, su hermana mayor había asistido a un curso de bartender por el interés en preparación de tragos y cócteles, lo que la llevó a obtener de suerte un trabajo de medio tiempo en un bar mientras que por la tarde estudiaba, así que para aprovechar la curiosidad, Kyungsoo y sus otros hermanos quisieron saber a qué sabían las exquisiteces que se podían realizar con un porcentaje de alcohol.

—Oh, cierto. Y fui testigo que compartiste algo con una chica mayor que tú y no sé si ligaste...

—¡Claro que no! —masculló tomándose de la sien, suspirando—. Ya mejor detente, para de hablar de esto.

—¡Bueno, pero fue asombroso esa noche! Sacando de contexto como acabaste, te vi feliz. Y no me lo puedes negar... 

Él optó por no decir nada, e ignoró unos segundos el parloteo, miró distraídamente para ubicar la silueta de Jongdae. Ya debería aparecer ese condenado.

—No lo voy a negar, Yeol… —suspiró otra vez—. Pero hacer cualquier burrada a base de alcohol es divertido para tí, y por si no lo sabías, hay otras maneras de divertirse. Cómo matar hormigas en el parque y beber batidos de aguacate con banana... ¿Hm? Podré haberme visto feliz, sin embargo, acabé hecho mierda. Yebin Noona me ayudó y me sentí muy agradecido con ella, para que no pasara a mayores, de lo contrario, las consecuencias hubiesen sido más catastróficas de lo que resultaron. Ese día perdí mucho de sí mismo; mi vergüenza explotó después que la amnesia temporal desapareciera; y no es nada lindo. Quizá el día que tú lo experimentes sabrás a lo que me refiero.

ChanYeol se quejó chasqueando lengua y musitó: —Puede que tengas razón… Tampoco es que ponga las manos en el fuego apostando que eso nunca me pasará.

—Ajá, todavía seguimos siendo torpes de diecisiete años, es más, ni siquiera deberíamos beber alcohol. Yo por lo menos no quiero ver ni una botella de cerveza o soju en años.

Kyungsoo continuó mirando a los alrededores buscando al otro pelmazo que tenía por amigo.

Todavía había tiempo para llegar a su clase, pero no le gustaba andar a las prisas por si se llegaba a tratar de algún mensaje o regalo cursi de Jongdae hacia Junmyeon; le parecería una pérdida de tiempo.

—Oye… ¿es verdad que lloraste? 

Volvió a hablar Chanyeol y KyungSoo arqueó una ceja, incrédulo.

—¿Todavía me lo preguntas?

—Es una duda existencial que aún tengo —se defendió encogiéndose de hombros.

Kyungsoo resopló.

—No sé, tengo recuerdos muy recortados, donde la mayoría son los que vomito.

No estaba muy seguro sobre ello; lo único que tenía en claro, es que al día siguiente, hablar con su hermana mayor le hizo bien, porque sus padres lo castigaron sin darle mesada, mientras sus otros hermanos aparte de burlarse, se quejaron de él, porque gracias a "su desgracia", los culparon por no cuidarlo.

Fue un acontecimiento que marcó y resaltó en su cuaderno como:

22 de Febrero — Mi primera borrachera fatal. Dato: comer lo suficiente, y no beber jamás de ese modo”

El Hermano de Sang Joon © || EXO/KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora